Capítulo 22

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-Mamá ¿eres tú?

Observé su figura, estaba en el bosque conmigo. Corrí hacia ella con emoción, pero ella estaba inmóvil, no emitía ni siquiera un puto sonido.

-¿Mamá? -Pregunté rodeándola ya que estaba de espaldas-¿Has venido a salvarme?

Pero lo que estaba viendo era realmente increíble, no podía ser verdad, rodeé a mi madre, pero solamente veía su espalda, no llegaba a sus brazos ni a su rostro ¿Qué mierda pasa?

Salí corriendo de allí, tropezando con la raíz de un enorme árbol viejo. Me apoyé en el con cuidado para levantarme, pero mi cabeza me dolía demasiado como para concentrarme en levantarme. Me llevé mis manos a la frente, de niña mi mamá me presionaba la cabeza con ambas manos y así el dolor pasaba por un rato, luego me daba un ibuprofeno y el dolor pasaba fácilmente. El recuerdo solamente aumento mis ganas de llorar.

Estaba sola tirada sobre el árbol ¿dónde estaba Scott? Alto. Michael, él me golpeó.

Llevé mis manos a mi nuca y cuando las saqué estaban empapadas de sangre ¿Por qué sería capaz de lastimarme?


-Avísame cuando despierte- dijo una voz ronca y sin dudas adiviné de quien se trataba.

Mis ojos se entreabrieron y los cerré rápidamente ya que lo vi a Mike caminando de un lado para el otro. ¿Me había entregado a Charles? ¿Por eso había desaparecido? Todo me cerraba perfectamente, él se había encontrado con Mocdoty para entregarme, por eso nos dio refugio, nos necesitaba a ambos contenidos, no podía dejar que nos fuéramos de ese lugar o que consiguiéramos salvarnos.

Lenta y cuidadosamente abrí mis ojos para que Michael, quien me estaba montando guardia, no lo notara. Tenía que analizar mi situación e intentar saber dónde me tenían cautiva, porque era eso, me tenían privada de mi libertad.

Me encontraba atada a una silla lo bastante vieja como para seguir siendo usada, tenía mis manos en la parte de atrás sujetas al respaldo, y mis pies a las patas de la silla. La soga estaba tirante, lo que hacía arder donde rozaba con mi piel.

El lugar estaba sucio y había olor a encierro, pero pude divisar que era como una especie de laboratorio ya que había una mesa llena de cuchillas y embaces con diferentes químicos, pero me asustó la idea de los cuchillos ¿iban a cortarme en pedacitos para matarme? ¿Esa sería mi forma de morir?

Sentí que todo me daba vueltas y que la cabeza quería salir disparada de mi cuerpo para dejar de ver lo que pasaba allí.

Pero tenía que concentrarme y averiguar dónde estaba, de seguro Scott estaba en camino a salvarme.

¡Scott!

Michael, o quien quiera que sea- porque no me extrañaría que tuviera una identidad falsa- me había hecho verlo muerto al lado del lago, pero de seguro todo era una trampa, Charles habría hecho un truco de esos que hace con sus máquinas para distraer a Scott y para secuestrarme.

Despejé mi cabeza de casi todo para poder concentrarme en que las lágrimas que tenía en los ojos no salieran porque iban a descubrirme.

Intenté volver a divisar que más había en aquel cuarto, era pequeño y la puerta de salida estaba justo detrás de Michael, ósea que mis probabilidades de escapar en ese momento eran de un 15%. Aunque idearía un plan solo por las dudas.

Tomaría- como podía- uno de los cuchillos que no estaba tan lejos de la silla donde estaba amarrada.

Cortaría suavemente la soga de mis manos y luego la de mis pies, y así tendría el cuchillo como una especie de defensa.

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