Capítulo 12

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-Dime que estás jugando por favor- pidió Scott.

-Claro que no, pero voy a confesarte algo rápidamente, creo que vi dos ojos amarillos allí- dije señalando al otro lado del bosque.

-Esto no puede ser- dijo él.

Una bestia salió de entre los árboles, posicionándose para tomar carrera e ir hacia nosotros. Scott tomó mi mano y comenzamos a correr y la bestia detrás nuestro.

 Nos detuvimos detrás de un árbol con la respiración agitada, estuve a punto de gritar, pero Scott puso su dedo índice en mis labios haciéndome entender que debía guardar silencio. Sentimos como la bestia pasaba velozmente por al lado nuestro sin siquiera notarnos y siguió su camino.

Suspiramos y volvimos a tomarnos de las manos y a correr lo más silenciosamente posible hacia el lado contrario. Cruzamos nuevamente por la planta de lavanda, atravesamos el lago, y la planta nuevamente estaba ahí y el lago otra vez.

-Scott, está pasando de nuevo, estamos corriendo en círculos.

-Estoy seguro que esto es lo que él quiere Eva, ven.

Dijo tomando mi mano y en vez de seguir por dónde íbamos siempre, lavanda, lago, lavanda, lago, llegamos a la planta y nos paramos frente a la misma, él la pisoteó un poco y fuimos hacia la derecha. Cada vez que la cruzábamos, anteriormente, seguíamos hacia delante, cruzando por encima de la misma y dejándola atrás. Al tomar otro camino, nos metimos por donde no habíamos estado antes, estábamos llegando a los pies de la montaña, lo que nos sorprendió ya que ahí mismo, comenzaba a salir el sol.

-Tengo miedo Scott.

-No, no, no temas, este es el juego que quiere que juguemos, quiere asustarnos- dijo él.

-Pero ¿Cómo es que en zonas sale y se va el sol cuando quiere?

-Seguramente debe activarlos Mocdoty según su gusto. Mira, los lobos son animales de casería, ellos salen a casar de noche, si logramos conseguir un refugio el cual él no pueda encontrar, nos meteremos allí para estar a salvo cada vez que la noche llegue.

-¿Estás seguro Scott?

-¿Acaso no ves películas Martin?- preguntó sonriendo, yo negué con la cabeza y le sonreí.

-Lo lamento, es que en serio tengo miedo ahora.

-Eva, también tenía miedo, mucho miedo, créeme, pero por instinto comencé a correr y ambos llegamos aquí. Así que ahora vamos a intentar construir un fuerte o algo así.

-Scott- lo llamé- creo que hay algo allí- dije mirando en dirección a la montaña.

Ambos nos ocultamos detrás de unas plantas y pudimos ver desde allí, como Mocdoty, el lobo terminaba de cazar una más de sus presas, era una chica rubia y con grandes pechos, a decir verdad tenía el cuerpo como el de una Barbie.

-No es ningún idiota- dijo mi compañero.

-Shh- le di un golpecito en la nuca- guarda silencio imbécil. Él alzo las manos, disculpándose.

Ambos volvimos a posar nuestra vista sobre Charles, estaba devorándose a esa chica como si fuera solo un trozo de carne y en ese momento era exactamente eso. Seguimos mirando, sin sentir asco de la repugnante imagen, él le arrancó un brazo y se lo llevó a la boca tragándoselo como si fuera un dulce. El sol se elevó un poco más y el lobo lo notó y comenzó a retorcerse en el suelo. Eso fue lo más impresionante que habíamos visto, parecía estar convulsionando mientras que perdía todo el vello de sus brazos y de sus piernas, volviendo a su forma humana. Y eso comprobaba todas nuestras teorías o todo lo que habíamos leído era cierto, Charles Mocdoty era un hombre lobo. Cuando volvió a ser un viejo horrible y una persona, salimos corriendo con Scott hasta donde estábamos antes, asegurándonos de que no nos viera.

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