Epílogo

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Tomé mis nuevas llaves de mi nueva casa en mis manos y le sonreí a mi madre y a mi padre antes de abrir la puerta. Introduje una de las llaves y luego de sentir un click  la misma se abrió dejando ver dentro todas mis cosas ya acomodadas. Simplemente era increíble, era mi nuevo hogar, para mí y solo para mí. Ahora tendría mi espacio y si quería podría ser o no un desastre, podría escuchar música a todo volumen que nadie me diría nada o me criticaría por mis gustos musicales.

Invité a mis padres a que entren y luego de revisar casi todo el lugar- por el que ya había estado y había limpiado- me tiré encima de ellos para abrazarlos y así agradecerles por todo lo que habían hecho por mi.

-Los amo tanto- dije y mis lágrimas no podían frenar.

-Te lo mereces hija- dijo mi padre con sus ojos humedecidos también por las lágrimas.

Los solté y corrí por toda mi casa como si tuviera cinco años y estuviera jugando a las escondidas con alguien que me estuviera a punto de atrapar.


Tres años después:

Eva aún no comprendía el giro inesperado que había dado su vida. Desde haber terminado su carrera, hasta estar viviendo con el amor de su vida en su casa.

¿Qué era lo que había cambiado? ¿habían sido cosas buenas? ¿acaso estaba feliz de haber estado alguna vez perdida en el bosque? ¿qué era lo que la hacía pensar eso?

Pues, Eva, se preguntaba todos los días de su vida todas esas cosas. Todo el tiempo rondaban por su mente preguntas- las cuales muchas no tenían respuesta. Pero otras si la tenían y estaba feliz de ello.

Habían cambiado muchas cosas, sobre todo desde que había conocido a Scott. Ella sabía que era amigo de Marcus y que no era más que un lanzado con todas las chicas. Pero cambió todo cuando ella se fijo detenidamente en él. Cuando hicieron ese estúpido viaje al bosque, cuando se besaron y hasta cuando hicieron el amor por primera vez. No habían sido cosas buenas, eran cosas buenísimas y cada día agradecía aquello.

Con respecto a estar en el bosque, con el paso del tiempo, jamás había sabido bien si eso había sido bueno o malo. Había quedado muy mal luego de la salida del hospital. Casi todas las semanas despertaba en las noches con la imagen de Charles Mocdoty en su mente y nada podía calmarlo- hasta que Scott se mudó con ella, claro. Pero de todas formas, le seguía ocurriendo, despertaba y en cuanto notaba que estaba en su cama, lograba tranquilizarse, aunque la imagen y el daño eran completamente imborrables. Pero como toda cosa mala tiene su lado bueno, estaba un poco feliz de haber pasado por eso, porque aparte de haber conocido mejor a su compañero de vida , también había podido conocerse ella misma en profundidad. Había logrado ser un poco más segura y ya no le importaba tanto ser de una clase media y vivir con una persona que venía de una familia de buen nivel económico. Lógicamente que siempre iban a doler los comentarios inapropiados que hacía la madre de Scott referidos a ella, pero luego pensaba bien sobre eso y si su pareja la amaba ¿por qué habría de importarle lo que opinara el resto?

También había otro tema importante, al salir a la calle mucha gente les preguntaba sobre lo que habían pasado allí, qué cosas habían ocurrido y cómo habían logrado sobrevivir. Eva y Scott siempre decían lo mismo, respondían con amabilidad por supuesto, pero les dolía un poco recordar todo lo vivido, aunque después de todo terminaban diciendo que no tenían idea de como lo habían logrado, pero que el destino lo había querido así.

Todos fantaseamos con una vida linda y de cuentos, llenos de dinero y sobre todo con alguien que nos quiera. La mayoría de nosotros no tenemos eso, pero siempre hay una razón para ser feliz con lo que hay, porque somos conformistas. Eva no era así, ella quiso a Scott y luchó por él hasta alcanzarlo, superó la prueba más difícil de su vida que fue el bosque. Logró su objetivo, tener su casa y alguien que la quería, que la amaba y la protegía aun más de lo que había hecho antes.

Scott era por fin un chico de veinticinco años, vestía como los jóvenes a su edad, usaba perfumes deliciosos que volvían loca a su novia y tenía un trabajo -al igual que Eva- gracias al que comían todas las noches. Él también era feliz, estaba completo teniendo a Eva a su lado. 

Por suerte él no había sufrido tantas secuelas como su chica, pero si tenía  pesadillas y miedo, de vez en cuando, de salir a la calle y toparse con su atacante, tenía miedo de que regresara, pero sabía muy bien que en donde estaban, se encontraban seguros y nada malo podría volver a pasarles.

La muchacha llevaba el cabello suelto sobre la espalda, se encontraba cocinando para su pareja y ella misma. Se sentía rara, su cabeza comenzaba a dar vueltas en todo lo que había pasado a penas tres años atrás. Aún así, con una sonrisa en el rostro, terminó de preparar la cena, colocó los platos en su lugar y antes de sentarse es su silla correspondiente, besó a Scott fuertemente en los labios y se sentó en la falda de su amado.

-Gracias- soltó ella.

-¿gracias? -preguntó él confundido- ¿por qué? ¿te sientes bien?

-Claro que sí- ella se tiró el cabello que se le había venido al rostro y luego lo miró a los ojos- hoy hace tres años que desperté y tengo una noticia para darte, creo que es un día especial para ambos.

-¿crees que no lo recuerdo? fue el día más importante de mi vida- dijo- ahora, ¿por qué tanto misterio? cuéntame.

-Estoy embarazada- dijo con los ojos llenos de lágrimas mientras que abrazaba a su novio fuertemente- te amo Scott.

-También te amo Eva- se soltó del agarre de su novia para luego besarla con todo el amor que puede tenerle una persona a otra- ¡Seremos padres!

-¡Seremos padres! Espero que sea lindo como tu- dijo ella un poco tímida.

-Por favor- dijo modesto- que tenga tu hermosa sonrisa y me conformo.

-Será hermoso porque será hijo de ambos- dijo ella mientras lo miraba a través de sus lágrimas- mejor encenderé el televisor.

Se levantó de la falda de su novio y corrió a encender la tele como había dicho. Sirvió las porciones correspondientes y ambos se quedaron pasmados por la noticia que estaban transmitiendo.

-¡Increíble pero cierto! Un grupo de turistas sudamericanos estaban haciendo una expedición y jamás volvieron. La familia asegura de que habían mantenido comunicación con las personas desaparecidas hasta antes de ayer, pero luego sus celulares quedaron totalmente muertos, intentaron comunicarse con la seguridad del lugar pero tampoco hubo caso. Lamentablemente, como el caso de Eva Martin y Scott Lunts, los turistas quedaron perdidos en el bosque y quien sabe si no estarán ya en manos de Charles Mocdoty...

FIN







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