Capítulo 27

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Mi cabeza se parte en dos, mi cuerpo me duele como jamás antes me había dolido. Creo que esa caída había sido bastante fuerte. Esperen ¿caída? ¿en qué momento me he caído?

Me encontraba recostada y sin abrir aun los ojos, pero el lugar estaba demasiado iluminado como para ser mi habitación.

Comencé a moverme un poco para estirar mis músculos, de seguro estaba en la casa de Laila, no recuerdo nada de lo que sucedió ayer, pero puedo sospechar que la he pasado bien, creo que hemos salido a bailar con mi amiga, pero no tengo ni un vago recuerdo y jamás me he puesto tan borracha como para olvidar todo.

Al abrir un poco mis ojos me terminé llevando la sorpresa de mi vida. ¿Tan borrachas nos habíamos puesto como para terminar en el hospital?

A mi lado se encontraba Laila con cara de desesperación, mi madre y mi... no, no puede ser

-¿Papá?- logré articular.

-¡Hija despertaste!- dijo él con felicidad.

-Antes de que se tiren todos encima ¿qué pasó anoche Laila? ¿No nos hemos cuidado lo suficiente? -admití como si todo fuera un chiste.

-¿No lo recuerdas?-preguntó mi amiga- En fin, te extrañé muchísimo Eva, no sabes lo que te he necesitado, tenemos que hablar de mucho.

En ese momento un chico alto de cabello un poco oscuro, lo usaba levantado hacia arriba pero se notaba que no utilizaba fijador, una linda sonrisa le decoraba el rostro y tenía unos lindos brazos, que se notaba a distancia que estaban bien trabajados.

Dios Eva, ¿puedes concentrarte? Ni siquiera lo conoces- dijo una voz en mi cabeza.

-¡Eva despertaste!- dijo con alegría.

-Sí, eso creo- dije con una sonrisa- ¿puedo preguntarte algo?- dije tímida y preocupada.

-Claro Eva, puedes preguntarme lo que quieras, igual el psicólogo me dijo que vaya despacio por si no lo recuerdas bien.

-¿Psicólogo? ¿Estoy en presencia de un loco? -reí pero él no- ok, mejor te lo pregunto porque esto comienza a preocuparme- tomé aire y lo solté- ¿quién eres?

Una rara tensión se sintió en el ambiente y vi como todos intercambiaban miradas, pero no podía comprender que sucedía allí ¿acaso una pesadilla?

-¿En serio no me recuerdas? -preguntó y se podía ver hasta la China su tristeza.

-Lo lamento pero en serio no me acuerdo- dije levantando levemente mis hombros- ¿alguien puede decirme que pasó? ¿Por qué no sigues en la cárcel papi? ¿no deberías salir en unos meses?

-¿Has olvidado todo?- me preguntó el chico que se notaba que estaba intentando ser fuerte.

-Lo lamento, es que no sé que es todo- dije con tristeza- pero me encantaría que me dijeras tu nombre- le pedí.

Él se pasó nerviosamente las manos por la nuca, despeinándose el cabello ¿quién carajo era?

Recuerda Eva, recuerda- volvió a hablar esa voz en mi cabeza y me creí una loca total.

-Si se dejan de hacer los idiotas y hablan todo va a ser mejor- les pedí ante su silencio.

-Señora, ¿podría permitirme estar con ella? quizás aclaré todas sus dudas- le pidió a mi mamá.

Mis padres hablaron algo y luego salieron de la habitación con Laila dejándome sola con el chico.

¡Dios, si estas ahí, ayúdame por favor!

-Eva, mi nombre es Scott, soy el mejor amigo de Marcus ¿lo recuerdas a él?

-¿como voy a olvidarlo? es el novio de Laila- dije como si fuera una obviedad.

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