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Los celos de un Omega solían durar una semana un tiempo de una semana, sumado a él tiempo que tendría que esperar para que Sísifo no le levante sospechas como el alfa protector que era y puede que negarle su relación, tenía que tener fe y esperar aprovechando y pensar en un pequeño detalle con Regulus.

- "Te amo. No hemos pasado el mejor tiempo entre los 2, y lamento si ese beso te molesto, pero quiero cambiar eso y quedarme contigo, ¿Permites a este alfa desgraciado en tu viva?" - Luego de aquel momento donde le beso por primera vez Manigoldo volvió al templo de Leo, al momento de estar solos entregándole una rosa que procedida-mente con su cosmos quemo, formando una figura con las llamas y pétales de este, bailando alrededor de Regulus como su declaración.

Quería hacer algo similar otra vez.

- Vaya, te noto muy feliz. - De los pocos omegas que habían en el Santuario en puestos Altos Albafica era uno de ellos, y siendo pareja de Shion de Aries; Un Beta. También era muy amigo de Manigoldo y El Cid.

- Digamos que lo estoy. Vine a ver si me regaladas unas rosas.

- ¿Regulus? - De parte de Manigoldo solo Albafica y Sage estaban enterados de su relación. De parte de Regulus este solo se lo ha dicho a Asmita.

-Sabes que yo lo quiero mucho. Y ya me toca ver a mi "Suegro" Jejeje. Si me muero, lo hare presentable, quiero darle un detalle a Regulus.- Albafica le sonrió al momento de terminar su explicación, haciendo una señal para que se adentrara.

- Espero tengas suertes y lo sepas hacer feliz. Mientras hablamos ¿De qué rosas quieras? ¿Blancas o rojas?

- Rojas. - Dicho esto. Albafica lo guio, pues la primera vez que le comento sobre su relación con Regulus también le pidió rosas, y fue al momento de declararse. - Por cierto ¿A qué te refieres con "Saber hacerlo feliz"? Creo que ya hablamos de eso y sé cómo tratarlo.

- No lo digo por ofenderte. Lo digo por lo que te esperada.

- Te recuerdo que soy un desgraciado no un sin vergüenza. Sé cómo cuidarme.

- Espero, porque esto no es como nuestra misión en Italia y lo pelearas a manos atadas. - Le hizo saber, mirándolo con una sonrisa en el rostro pareciendo casi jactanciosa tirando a la burla. Manigoldo notada que desde que empezó su relación con Shion, el santo de Piscis empezó a ser menos ermitaño soltando más ese lado amable y alegre, aunque que le gustada no sabía de comentar algo.

- Jajajajaja. No me subestimes, supongo que tú tienes la suerte de que el Borrego y tú no tienen que pasar por esto.

- Puede ser, aunque mi maestro Lugonis efectivamente fue como un padre como para mí. - Y lo era, Albafica era hijo de Lugonis de Piscis y Zaphiri de Escorpión, pero era un hecho que desconocía por completo. Junto al padre de Regulus ellos fueron los que libraron y terminaron la guerra santa. - No negare que lo extraño y me gustaría tenerlo aquí de vez en cuando, así pasaron las cosas.

- Al puedes decir que el Borrego te hace feliz. ¿No?

- Si... Es verdad. - Ninguno dijo mucho más luego de eso. Entregándole piscis las rosas a Cáncer.

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- Hey, Regulin ¿Te sientes mejor? - El santo de escorpión y omega de su tío le expreso, arrojándole una manzana muy madura al Santo de Leo antes de acercarse y medir su temperatura al momento de salir de su cuarto. Por lo general Kardia lo visita y cuidada cuando tenía sus celos, haciendo que Regulus se pregunte que tanto sabia sobre su relación con Manigoldo.

- Si, me siento mejor.

- ¿Seguro? Tu celo no ha pasado del todo. Te lo dice alguien que sufre con sus celos deberías estar en cama otro rato. - Las cejas de escorpio se movieron de arriba abajo sonriendo de forma hasta perversa, sabiendo Regulus en que pensada, o mejor dicho; Que le insinuada.

- Estoy seguro. - Declaro sonrojado. - Ya me siento mejor, mi celo ahora es débil, dentro de poco terminara, aprovechando quería tomar un poco de aire.

- Ve entonces. Estoy cerca de ti por si alguien pasa. - Sabía a quien se refería. Regulus era un Omega atractivo y el sueño de muchos Alfas, lejos del santuario Regulus no solo sería un lindo amante si no también uno que pudiera un fuerte linaje.

Sentando en el primer escalón que daba al templo de cáncer, Regulus suspiro, ignorando un momento las cosas y abrazando la chaqueta que Manigoldo le dejo anoche, quedándole algo grande pero siendo algo que este apreciada.

Dentro del Santuario Regulus tenía y siempre tuvo sus pretendientes. Haciéndose preguntar un momento como reaccionarían sus tíos cuando este le presente a Mani como su pareja. Tenía sus sospechas de parte de los 2 y tenía interés en comprobarlas.

Aspirando el aroma esa mañana estada tranquila, sintiendo como los ligeros sonidos de la naturaleza llenaban sus oídos relajando su cuerpo, sintiendo el calor de su cuerpo más y más débil con el paso del tiempo, hasta suspirar relajado sintiéndolo desaparecer.

- ¿Qué estará haciendo? - Se pregunto a sí mismo, mirando en dirección a donde el templo de su novio estada, sonriendo inocente en el proceso mientras apoyada su cabeza en sus manos. Al poco tiempo, noto como una silueta en armadura dorada se acercada hasta su templo, siendo Aspros de géminis, un alfa y pretendiente de Regulus.

- Que gusto verte, hermoso pequeño. - Le expreso, inclinándose ante la vista del Santo de Leo, mirándolo de arriba abajo enmarcando una sonrisa para este, sujetando su mano para besarla embriagándose con el aroma de girasol que este desprendía pero desvaneciéndose al notar el aroma de otro alfa y la chaqueta que Regulus traía puesta.

- Ahhh... Hola Aspros, no te esperada. - Expreso, pasando sus dedos por su cara en una mueca, nunca sabia como responder ante los coqueteos de Aspros. Era tan diferente y extraño, pero no en el buen sentido. - Ahhh... ¿Pasa algo?

- Nada, nada. Solo me sorprende verte... Con eso puesto. - Hablando despectivo. - ¿Hace poco paso tu celo verdad? - Su tono de voz volvió a la normalidad, sonriéndole al muchacho. - Sabes que puedo venir cuando quieras.

- Ahhh... Bueno, si paso de hecho, estada buscando tomar aire. Ahh... Sobre esto... Es... - Su mente se quedo en blanco, detallando la expresión del Géminis totalmente neutral y sintiéndose incomodo en el proceso.

- Descuida, no pasa nada. No te quiero molestar, todo lo apuesto. Pero este no es momento adecuado, si no te molesta iré a hablar con tu tío. - Le expreso, rompiendo su expresión neutral y sonriéndole al Omega de quien estada enamorado, antes de irse, dejando caer de forma intencional cierta flor que Regulus no supo ni como aceptar. 

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Por comentarios que hecho, creo que varios creen que odio a Zaphiri, pero no, no lo odio. No le paro bola que es otra cosa, pues nada de lo mostrado hace que me interese como personaje. Ahora, el hecho odie a más no poder que aparezca en más fanfic que Hasgard es otro tema. Pero por ciertos fic (One-shot) de la usuaria ScorpioNoMilo  me gusto mucho su Ship con Lugonis. 


El Alfa del Minino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora