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Era casi una rutina, una costumbre en toda pareja, cuya representada una satisfacción enorme para algunos Alfas, el tener a sus Omegas tranquilos entre la seguridad de sus brazos, durmiendo abrazados ignorantes de todo a su alrededor, dejarse llevar en ese sentimiento de relajación donde se sumergían bajo la comodidad de los nidos que ellos mismos construyeron para ser ese espacio solo para ellos, la excepción seria Shion, que aun separados por 12 templos de su pareja, no hacía más que preguntarse sobre Albafica, como Beta había cosas a las que tenía que buscar acoplarse al salir con un omega, pero que a su vez le llenaban de inseguridad, casi como una presión sobre sus hombros. Aun era temprano aun por lo tanto los habitantes apenas estaban empezando a despertar, Shion fue uno de esos, empezando sus deberes matutinos queriendo ir a hacerle compañía a su rosa.

Tenma Seguía durmiendo abrazado de sus 2 alfas, ninguno traía la más minina prenda encima, los celos de Tenma habían vuelto por lo tanto era común tu tuvieran sus movidas noches como antes, quien viera no supiera quién quedo más muerto de los 3, irónicamente el primero el desertar fue Tenma, buscando pararse y agradecerle tanto a Cid como a Deuterus a su forma por casi ese año donde 24/7 su mayor prioridad fue su seguridad y el de su retoño, queriendo darles un cálido despertar.

Mirando por la ventana Tenma sonrió, estaban en el templo de Capricornio, seguido podía ver casi de forma sutil el templo de Sagitario, si conocía a Kardia, puede que le este bando una "Intensa" Mañana a Sísifo.

Los otros guardianes seguían descanso de forma tranquilla, no obstante en los templos de Cáncer y Tauro había un panorama casi familiar, ambos santos alfas tenían a sus omegas sobre sus cuerpos, abrazados e sujetando de una forma casi posesiva. Manigoldo ronroneada sintiendo los arrumacos de Regulus sobre si, entre-abriendo los ojos para notarlo medianamente despierto, teniendo su cabeza y con eso, su aliento, muy cerca de su cuello, provocándole ligeros suspiros similares a gemidos, lamiéndose los labios mientras sujetada a su minino con más fuerza, besando su sien de forma lenta, buscando controlar ese instinto que tenia mientras sentía como los aromas de los 2 se mezclaban.

Manigoldo tenía un olor a roble quemado y condimento. Regulus a Girasoles y fresas, era curioso notarlos juntos.

De parte de Hasgard, el muchacho omega entre sus brazos, lo sostenía de la cara quedando de costado, pasando sus manos por los hilos de su pelo robándole uno que otra vez un beso, el santo de Tauro sonreía ante esto, dejando su frente pegada a la del hombre joven en un gesto cálido para los 2, el cuerpo de Hasgard era como una almohada suave y cálida para él, aprovechando el hecho que con algo de regularidad Hasgard llegada a dormir con el torso sin nada encima. Teneo paso las manos por sus pectorales, moviendo al toro y quedando sentado encima de él, acariciando su cuello hasta su rostro sonriendo ligeramente pícaro.

- Jajaja. Sé que quieres un niño, pero me parece poco ortodoxo esto. - Bromeo, Teneo rio, quedándose viendo a los ojos antes de inclinarse y robarse un beso rápido, apoyándose en sus pectorales para verlo de cerca.

- Si quiero un niño, pero también a mi Alfa contento. ¿No le gusta que lo consienta acaso? - Ronroneo, pasando sus manos por su rostro mostrando porque era el pícaro muchacho de Hasgard.

- Claro que me gusta. - Le beso, aprovechando lo cerca que estada de su cara. - Yo adoro cuidarte; Mi amor. - Expreso, acariciando su rostro con suavidad, antes de separarse uno el otro empezando su rutina, pero de buena manera. - Hare algo de comer para los 2, puedes quedarte acostado otro rato.

- ¿Seguro? Puedo ayudarle sin problemas.

- Lo sé, y me gusta, pero hoy quiero consentirte, además... - Alargando la última palabra musito, sonriendo de medio lado, en una indirecta que Teneo capto, al notar que sujeto su vientre de forma suave.

- No por eso significa que seré inútil. - Se molesto, o más bien, un poco decaído, termino ignorando la mirada de su esposo. Perdiéndose un momento en sus pensamientos, recordando esa época antes de conocer al toro.

- Mi pequeño sabes que no lo digo de mala forma. - Un poco inquieto le expreso, pasando su mano tras su cuello. - Solo busco cuidarte. - Los ojos verdes del omega se voltearon de forma lenta hasta ver a su alfa, suspirando y levantándose hasta quedar junto a él.

- Lo siento, pero me quede pensando. - No supo que más decir, Hasgard le levanto la cara y con un asentimiento de cabeza la guio, terminando por hacer eso juntos.

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- Mani...

- Ya te dije que no sé. - Le expreso, Regulus estada sentada al borde de la cama, mientras cáncer terminada de cambiarse, saliendo de una ducha. - Mira, no te niego que suena muy tentador, me gustaría estar solos por un largo rato. ¿Pero estas seguro? Me refiero a que, naciste prácticamente en el santuario, y has vivido siempre en el santuario, primero con tu padre, con tu tío hasta volverte dorado, y ahora conmigo. Nunca has estado fuera del santuario por un largo rato, este es muy diferente al resto de la sociedad.

- Claro que estoy seguro. Mani yo sé defenderme bien,  ¿Qué es lo peor que puede pasar? - Optimista le sonrió y cáncer no hizo más que suspirar. Ahora que lo pensada Regulus no estada consciente de su "Infancia" Antes de conocer a Sage, lo normal pues era algo que rara vez comentada, pero el vivió la injusticia social entre linajes al quedarse solo, sin padres sin sus hermanos, adoptando las actitudes propias de lo que hizo su nombre; "Manigoldo" Canalla, alguien del quien no se puede confiar. Solo buscando sobrevivir, no se arrepentía de mucho a fin de cuenta. 

Mirando por el encima del hombre encontró la mirada del santo de leo, sonriente e inocente, tenía sentimientos encontrados, tentador, pero no quería, sea por pura paranoia o inseguridad, que algo le afecte por completo a Regulus, o intente aprovecharse de su bondad, teniendo recuerdos de Aspros de forma casi instantánea y buscando ignorarlos.

- Mi pequeño rey. - Entre dientes y de forma pesada expreso. - No lo digo por eso... - Sin camisa y solo en pantalones se volteo, acercándose a su pareja. - Tal vez me estoy preocupando mucho, pero ya he vivido lo malo de mundo sin la necesidad de los espectros... Aparte ¿A dónde iremos?

-  A donde sea. Aun tenemos tiempo para planearlo. - Entusiasta musito, parándose de la cama para terminar de acercarse al hombre alfa, poniendo sus manos en su pecho buscando verlo a los ojos, cambiando su mirada ligeramente cuando esto paso, sabiendo a lo que quería llegar el santo de cáncer. - Sé que solo buscas cuidarme, despues de todo aun tengo encima el remordimiento de esos recuerdos falsos. Pero por eso es quiero seguir el consejo de mi tío. Y tal vez... Bueno... Yo quiero quedarme contigo.

- Eres tan dulce que no podría comerte entero ni en años. - Completo pasando su mano por su cabeza revolviendo su cabello, provocándole una ligera risa al santo de leo, mirándolo enternecido. Acercándole para robarle un beso lento. - Hagamos algo, vamos pensando eso, mientras... ¿Has tomado Sake antes? Podemos ir a un bar esta noche, solo que no iremos solos.

- ¡Hecho!  

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No se como me salga, pero quiero tocar el tema de la infancia del cangrejo en el omegaverse, siento que seria interesante, aparte, si bien no leo mucho contenido de Saint Seiya, pues no me gustan los ship queridos (CofCofSobreexplotadosCof) Creo que eso es algo que no han tocado. Veré si lo vuelvo a tocar en otro fic. 

El Alfa del Minino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora