«Growing anise»

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Changkyun era un omega imponente, con la cabeza en alto y de postura impecable, todo lo contrario a esos libros mediocres de biología que recibió en la primaria. Cuando recibió aquellos libros, vivía con su padre y su madre, un beta sin mucho encanto y una omega muy inteligente, atrayente por donde se le mire. Para muchos, esa relación estaba destinada a fracasar, y tenían razón, cuando Changkyun tenía once años, sus padres dejaron de vivir en la misma casa, la mujer fue quien se quedó con su custodia, quizá la mejor decisión, ya que ella estuvo con él cuando un papel dijo que era un omega.

El chico nunca había esperado nada de sí mismo, quizá por ser hijo de una omega fuera del canon y un beta, no tenía expectativas. No se asustó ni lloró como algunos de sus compañeros de escuela, solo sintió que un peso incómodo se acomodaba sobre su espalda.

Para Changkyun ser un omega era eso, un peso incómodo. Lo fue en su adolescencia y lo seguía siendo a sus veinticuatro años.

Quizá por las enseñanzas de su madre, quizá por factores que no identificaba aún o quizá porque simplemente estaba en su naturaleza, para él el aroma de los alfas era algo que siempre le pasaba desapercibido, no más que una brisa que hacía picar su nariz, de la misma forma en la que lo hacía el polvo cuando barría, por eso casi se cae de culo al sentir un fuerte aroma invadir sus fosas nasales, tan penetrante como el polen de las flores en primavera. Ya no era como el polvo insignificante y molesto, ahora la sensación que invadía su cuerpo era casi dolorosa, pero no nunca dejó de ser agradable, extraña y caóticamente agradable.

Anís y menta, esos olores provenían de aquel alfa de sonrisa resplandeciente a unos pasos de él, su cuerpo se notaba delgado bajo ese traje azul, a simple vista era un chico bastante menudo, pero Changkyun no dudada que fuera al gimnasio algunas veces. Su pecho era firme. Para ser un alfa no era precisamente alto, aunque no por eso se perdía entre los demás, calculaba Changkyun que debían medir más o menos lo mismo. No supo por qué le encantó eso.

Escuchó que estaría trabajando un tiempo en la empresa, al parecer como fotógrafo, en ese bolso junto a él debía venir su cámara, era lo único que desentonaba en su atuendo tan elegante, si hasta su cabello negro era impecable.

Tragó duro, intentando que el corazón no se le escapara por la boca.

ㅡChangkyun, ¿Estás bien? ㅡUno de sus compañeros de trabajo se acercó a él para preguntarle, le miraba curioso.

ㅡSí, sí ㅡAlgo titubeante le respondió, intentando ocultar su rostro embobado.

ㅡPareces ido y tus mejillas están rojas. Eso sí, hueles muy bien, espero no estés en celo ㅡLo último salió como una broma, de esas que ya tenían algo cansado a Changkyun, sin mencionar el innecesario acercamiento físico, tenía la nariz de ese alfa casi sobre su cuello.

ㅡ¿Acaso me lo quieres calmar tú, con ese aroma tan insípido que te cargas?

Changkyun le susurró tan cerca del rostro, que ese alfa tragó en seco. Era un tonto orgulloso, pero trabajaba junto a ese omega, le conocía lo suficiente para temerle, así que pronto huyó por un pasillo, dejando solo a Changkyun.

El fotógrafo escapó de esa mirada felina una vez se metió en una oficina, acompañado de otras personas, Changkyun ya debía volver a trabajar, su horario de colación llegaba a su fin y el sujeto de su fascinación había desaparecido. Luego de eso el día fue como cualquiera, concluyendo con él en su departamento, tomando un café sentado en el sofá, con la televisión aburriéndole cada vez más, siendo un poco de ayuda para dormir. Cuando paseaba por la cocina en busca de agua, el recuerdo de ese alfa volvió a su cabeza, ese aroma embriagante no lograba salir de su cabeza. Nunca el olor de otra persona le había golpeado así, ni siquiera en sus celos, donde reconocía que su sistema se alteraba y sus sentidos se agudizaban. Solo recordaba un aroma que podía enloquecerle, no se acercaba a lo que había sentido con el fotógrafo, pero era lo único comparable.

《Blue Moon》[Monsta X - Cortos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora