《Spiders in a pepsi bottle》

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Minhyuk pensaba y creía en muchas cosas extrañas cuando era pequeño: Hadas, duendes, brujas, fantasmas y en el destino. Sin pasar mucho tiempo y creciendo un poco, Minhyuk Lee dejó de creer en esas cosas alrededor de los diecisiete, aunque seguía dudando de las hadas y el destino, y eran temas que no podía resolver ni quitarse de la cabeza, mucho menos podía hacerlo en su situación actual.

Muchos dirían que el joven Minhyuk de dieciocho años era impulsivo y por eso había terminado conduciendo en un auto prestado (con más mañas y desperfectos que los que él podía contar) rumbo a... Realmente no estaba seguro, solo había pensado en cruzar parte del país, California era una opción, pero también le gustaría llegar a Idaho y volver desde ahí a su calmado Brandford (En el estado de Florida, porque Minhyuk Lee era un chico de Florida). Él se conformaba con pasar algo de tiempo en la carretera y realmente no estaba pensando demasiado.

Su plan era conducir mientras escuchaba viejas canciones de Rock n' roll , Country o cualquier cosa que estuviera en las estaciones locales que pudiera captar la antena del destartalado auto, no mucho más que eso. Por lo que casi se atraganta con la Pepsi que bebía cuando sus ojos se pusieron encima de una figura que le parecía familiar, eso no podía ser más que una absurda coincidencia, pues parecía ridículo encontrarse con la chica texana en una estación de gasolina a las once con quince de la noche, ella tranquilamente sacando dulces de una maquina expendedora y sin notarle. Técnicamente no era extraño cruzarse con alguien de Texas en, bueno, Texas, pero esa persona no era simplemente alguien, ella fue compañera de Jooheon, su mejor amigo, en una de esas cosas de iglesias en las que Minhyuk no solía meter las narices porque se aburría, ni siquiera recuerda su nombre, pero recuerda perfectamente su rostro y que cargaba en su billetera la foto de una araña (como esos padres cariñosos que llevan fotografías de sus hijos, para mostrarlas con orgullo a los demás). Claramente era ella y sus rasgos se mantenían iguales, porque bueno, cuatro años no eran tanto.

Se quería creer que era solo una coincidencia, pero mientras más la miraba, más creía que era el destino, sobre todo por esas inmensas ganas que tenía de acercarse a ella, esencialmente porque no podría desperdiciar la oportunidad de hablarle. Recuerda a La chica texana como una buena amiga y perfecto complemento de él y Jooheon, no sabía si podría verla nuevamente y tenía que oír su voz.

Terminando de un sorbo su bebida, Minhyuk caminó a pasos acelerados hacia la muchacha más baja que él y la máquina expendedora, sin saber exactamente qué decirle y cómo pararse para no asustarle. Pero antes de llegar hasta ella, la chica dio la vuelta algo frustrada por no poder obtener lo que quería y por primera vez sus ojos rasgados se posaron sobre él, abriéndose con asombro, ya que ella tampoco pensaba encontrarse con el chico de Florida.

ㅡ¡Minhyuk! ㅡLa chica sí recordaba el nombre del amigo de Jooheonㅡ, ¿Qué hace un chico de Florida como tú aquí?

ㅡQuise salir a conocer el país, nunca es tarde para eso ㅡrespondió sonriente Minhyuk cuando ya estuvo junto a la chica apoyado en la máquinaㅡ. ¿Y qué haces tú tan tarde en una gasolinera?

ㅡEspero un autobús al siguiente pueblo, viajar de noche es mucho mejor. Aunque pienso arrepentirme porque esta estúpida maquina no recibe mi dólar y no me entrega mi chocolate.

Sin mucho entusiasmo la chica dio una patada al objeto frente a ella, bastante frustrada de no haber obtenido el dulce que tanto ansiaba. Minhyuk al ver eso comenzó rápidamente a rebuscar entre sus bolsillos algún dólar, encontrando uno arrugado pero completo dentro de su pantalón, hace mucho tiempo que ese George Washington no veía la luz, pero sabía que serviría para un chocolate.

ㅡTen ㅡdijo el chico estirando el billete hasta la muchacha, quien extrañada lo recibióㅡ, espero funcione.

Sin esperar demasiado la chica puso el billete en la máquina, siendo este recibido y pudiendo ella digitar los números de su dulce, viendo atenta como este avanzaba lentamente hasta caer. Una vez en sus manos, ella sonrió gratamente y con rapidez lo guardó en su mochila.

《Blue Moon》[Monsta X - Cortos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora