《Blue Moon》[Monsta X - Cortos]

«Biblically incorrect angel»

Changkyun no deseaba estar en otro lugar que no fuera el pecho de Hoseok, hundido entre su piel pálida y siendo estrechado entre los enormes bíceps de ese chico.

Encontraba él cierta calma en esos abrazos sin camiseta sobre la cama, no de una forma sexual o algo parecido, todo lo contrario, era la forma en la que encontraban la más simple intimidad, sintiendo un contacto piel con piel que a veces parecían necesitar tanto. En la mayoría de las ocasiones, era Changkyun quien acogía al mayor entre sus brazos, con la intención de protegerle de todo lo malo del mundo, lo que sonaba divertido una vez se caía en cuenta de que Hoseok era quizás el doble del otro y que, de proponérselo, podía con sus músculos romper a cualquiera en dos.

Pero él siempre había sido frágil, por decirlo de alguna manera, lo cual para Changkyun no pasaba desapercibido ni con todos esos músculos encima.

Al principio su relación era eso, Changkyun protegiendo a Hoseok cómo nunca antes lo habían hecho, entendiendo todo lo que los demás no podían ni por asomo imaginarse. Pero a veces el menor se equivocaba, se enfrascaba en su autoimpuesto papel de héroe y olvidaba que Hoseok se las había aprendido a lidiar solo desde hacía años, mucho antes de siquiera saber que existía él. Pasaba por alto qué tan bien se sentían los abrazos de Hoseok, saber que estaba seguro ahí, protegido entre esa piel excesivamente suave.

Jabón. El cuerpo de Hoseok olía a Jabón frutal, aquel que habían comprado juntos en oferta a principios de mes, un dos por uno demasiado tentador. Su cabello mojado delataba su reciente ducha. Changkyun ni siquiera le dejó secarse antes de entrar como un gato a sus brazos, sin decir nada. Era innecesario hablar, él no quería eso. No necesitaba eso. Podían llevar quince minutos tanto como podían llevar una hora así, lo único que Changkyun sabía es que el olor a jabón en oferta no se iba, se había impregnado en el cuerpo del otro y a él no le importaba

Un beso dulce y casto aterrizó en la frente de Changkyun, sintiéndose como un gesto casi irreal. Como el beso de un ángel mientras duermes.

Como acto reflejo, Changkyun levantó la mirada, encontrándose con aquellos ojos tan hermosos, similares a los de un conejo.

—¿Quieres dormir? —Le preguntó Hoseok, sonriendo.

Moviendo su cabeza asintió, metiéndose ambos bajo el cobertor estampado con lilas que el menor había comprado.

—Tu cabello sigue mojado —dijo Changkyun, metiendo entre sus dedos varios mechones del pelo negro del otro.

—No importa, lo secamos luego.

Y ahí, Changkyun recordaba que la única persona de la que necesitaba proteger a Hoseok, era del mismo Hoseok y sus decisiones cuestionables. 

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