《Blue Moon》[Monsta X - Cortos]

《Oh María, Forgive The Sinner》

☡Este fanfic ocurre en un ambiente religioso, hace referencia superficial a figuras santas en el cristianismo y a aspectos de este, espero no ofender y que para tod@s sea esta una lectura agradable (explicaré en un comentario lo que es rezar un rosario).☡

Al entrar a la estrecha habitación, Hoseok casi cae de la impresión, frente a sus ojos se encontraba uno de sus compañeros sentado a los pies de una cama, Yoo Kihyun, podía ser una imagen normal, pero el chico más bajito sostenía entre sus manos un viejo rosario mientras la sangre recorría sus brazos, de su boca solo salían oraciones rápidas e incesantes, alabanzas a María para calmar su dolor.

—Ruega por nosotros, pecadores —El muchacho recitaba con desesperación y en sus manos pequeñas apretaba el rosario con más fuerza, haciendo que la cruz de este dañara su piel. 

Olvidando el impacto, Hoseok corrió donde su compañero, le arrebató el objeto santo y entre sus palmas descansó las manos ajenas sosteniéndolas, cuando miró a Kihyun notó que este aún rezaba, sus ojos pequeños se encontraban inmóviles centrados en un punto fijo y sus labios temblaban a cada palabra, su respiración agitada era un sonido desgarrador dentro del espacio vacío. El chico estaba en tal mal estado que ni siquiera trató de encontrar su rosario, tampoco miró al otro, solo continuó sus oraciones buscando la manera de soltar sus manos del agarre del más alto.

—Llena eres de gracia —Continuaba con el Ave María, el rosario no hacía falta, pues de todas maneras no estaba siguiendo sus cuentas, solo sostenía el santo objeto para castigarse por ser, según él, un sucio pecador. 

—Kihyun, cálmate, ¿Qué crees que haces?

Al escuchar la voz de Hoseok, los rezos comenzaron a disminuir, la respiración del joven se relajaba y lentamente sus ojos se movían nuevamente, apretó las manos del mayor y con voz suave, aunque se notaba en ella la desesperación, le dijo:

—He pecado Hoseok, encomendaba un rosario a la virgen para obtener perdón.

Sus palabras salieron con una aparente calma, aunque su cuerpo todavía temblaba y sus ojos brillaban debido a las lágrimas que buscaban escapar.

—¿Qué tiene que ver hacerte daño con rezarle a una madre adolescente?, Kihyun, no eres un demonio que deba ser castigado.

—Merezco este dolor —Respondió a la pregunta de Hoseok, su tono de voz bajó un poco y se le hacía difícil continuar, algo dentro de él quería estallar —He pecado y el dolor compensará mi error ante los ojos de Dios.

Hoseok iba refutarle, pero sentía como sus manos se humedecían debido a la sangre de las palmas de Kihyun, antes de continuar con la charla debía sanar esas heridas, por suerte la fina cruz no causó un daño demasiado profundo, solo eran cortes superficiales en la piel, aunque debido a los movimientos bruscos del chico, eran muchos y abarcaban un gran espacio dentro de su mano. El más alto levantó a su compañero y lo llevó al baño de la habitación para lavar sus heridas en el desgastado lavamanos del lugar.

Kihyun solo se mantenía en silencio mientras el otro limpiaba la sangre seca de sus brazos, estaba cohibido al ver que el causante de su pecado le lava con tal delicadeza, él quería curarse y poder obtener el perdón de Dios, pero el preocupado chico frente a él solo complicaba su llegada a la meta, Kihyun solo sentía que era un inútil y asqueroso pecador, ni la virgen María vería algo distinto y bueno en él. 

Él fue enviado a este lugar después de que sus padres lo vieran darse un beso con uno de sus amigos, un simple roce de labios de menos de diez segundos, pero un escándalo para los padres del muchacho, esa tarde, luego de recibir un castigo por parte de su progenitor, fue llevado donde el padre de su capilla, quien sugirió ese internado donde ahora residía, para que así su hijo se curara con fe en Dios y apoyo eclesiástico. En menos de una semana, Kihyun ya estaba dentro del auto de sus padres con una maleta a su lado, atemorizado, pero con la idea de cambiar, él ya había comprendido que lo que hizo estuvo mal, según sus padres, este era el camino correcto para un pecador como él.