《Blue Moon》[Monsta X - Cortos]

«Red roses»

Con mucho cuidado Dior dejó su bolso en la mesita de noche junto a la cama, observando ese bulto que se escondía bajo las sábanas, un bulto con ojos que observaba cada uno de sus movimientos en la oscuridad de su habitación. Nada más que las luces de la calle alumbraban los ojos de Kihyun. Sin siquiera él habérselo dicho, Dior sabía que su novio llevaba horas ahí, tapado hasta las orejas y sin salir más que para ir al baño, una vez al mes hacía lo mismo, la chica ya se conocía esa rutina.

Dejando un beso en la fría frente de su novio, Dior se sentó en la cama, acariciando los anaranjados cabellos de Kihyun, él se dejó hacer como si fuera un gato, cerrando los ojos y buscando con su cabeza los delgados dedos de la chica, aquella solo semanas mayor que él.

ㅡSiento haber tardado, Kihyunie, fue un día pesado, me duele todo y el tráfico era un asco ㅡDior dijo con un puchero en sus labios, su entrecejo fruncido le sacó una risa a Kihyun ㅡ ¿Por qué la gente no entiende que debo venir a cuidar a mi precioso novio?

Kihyun no respondió, en otro momento hubiera respondido enojado, ¿Qué se creía Dior para tratarle como si fuera un niño y decirle precioso?, hubiera hecho un teatro ridículo, de esos que tanto divertían a su novia, pero en el estado tan sensible en el que estaba, no quería más que ser mimado por ella, de esa forma que solo se dejaba mimar por Dior. El menor esperaba ansioso a que la otra se recostara junto a él y le llenara las mejillas de besos, todo el día había estado esperando por Dior, necesitando las suaves caricias que solo ella podría darle. Necesitaba de Dior y un calentador para su vientre, mientras tuviera eso, para Kihyun nada más era importante.

La chica no era de piedra, era débil ante esos ojos suplicantes y esas mejillas de hámster adornadas por lunares, su novio era la persona más linda que había pisado el planeta, no había dudas. A ella no le gustaba verle así, prefería antes al Kihyun que le regañaba por esconder los pepinos, que al Kihyun angustiado que ni siquiera salía de la cama.

ㅡ¿Me besarás o no? Sabes tú que no soy paciente, mucho menos con la regla ㅡpidió Kihyun, fastidiado de que su novia solo le acariciara el cabello sin siquiera meterse a la cama junto a él.

ㅡHombre, que ya lo hago, déjame acariciarte el cabello un poco, no te vas a morir si no me acuesto contigo.

ㅡ¿Cómo sabes que no me voy a morir? ¿Acaso eres doctora, eh, Dior?

La chica decidió no seguirle ese juego y le besó suavemente los labios, por más que quisiera seguir molestándole para ver sus mofletes inflarse por el enojo, sabía que él tenía razón y ya era momento de entrar a la cama. La mirada angustiante de Kihyun era una clara invitación que no podía rechazar. Estuvo a poco de salir corriendo y dejar su trabajo a medio terminar, cuando cercano al medio día recibió una llamada de Kihyun, le sorprendió porque nunca llamaba sabiendo que ella estaba ocupada, para nada esperaba que lo primero que escuchara hubieran sido sollozos, unos suaves y calmados sollozos. Entre hipidos le pidió toallas sanitarias y tampones (alguna que otra golosina también) y ella comprendió todo, ya lo había sospechado antes de salir, pues su siempre madrugador y metódico novio no hizo ni el intento de levantarse en la mañana, dándole un desanimado beso sin moverse de la cama, para luego pedirle que ya se fuera y apagara la luz porque le molestaba. No la despidió en la puerta como todos los días, Dior se sintió rara al irse a trabajar sin el beso en el cuello que le regalaba Kihyun cada mañana.

Con rapidez Dior levantó las sábanas y se acostó junto a su novio, abrazándole por la espalda, siendo él la cucharita pequeña de esa chica tan alta, la cual sin esperar ni un segundo, había comenzado a repartir cortos besos en su nuca, bajando por su cuello y haciéndole cosquillas. A Kihyun le tranquilizaba sentir la respiración de su novia rozar su piel, era lo único que quería escuchar, si fuera por él pararía el mundo a su alrededor para solo oír el respirar de Dior.