Capítulo 14

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            Al fin hoy llega Endou de Costail... Estoy impaciente, y cuento los minutos que faltan para que la puerta de la mansión de Kidou-san se abra y aparezca por ahí ese castaño que me ha robado el corazón... Llevo sentado en el sofá del salón desde hace dos horas, sin hablar con nadie. Kidou-san y Gouenji-san están aquí conmigo, pero tampoco dicen nada. La espera se me está haciendo eterna. ¿Cuánto más tendré que esperar...? El estratega mira la hora. Las dos de la tarde. Suelta un suspiro profundo y se levanta del sofá.

-Creo que voy a empezar a preparar algo de comer. Gouenji, ¿me ayudas?

El mencionado alza la mirada hacia su novio con aire serio.

-¿No puedes esperar un poco más? Endou llegará dentro de poco.

-Eso dijiste hace más de una hora. No podemos esperar a Endou todo el tiempo.

-Dijo que iría primero a su casa a dejar las maletas y vendría en seguida hasta tu casa. Ten paciencia, maldita sea.

Kidou-san y Gouenji-san llevan discutiendo desde ayer. Parece que es normal en ellos, pero a mí me incomoda un poco... Parece que el rubio no quería que Endou supiera nada de lo que había hecho Edgar y Kidou-san se lo contó todo...

-No quiero tener más paciencia. Endou nos ha hecho esperar demasiado ya. Viene con una hora o más de retraso.

Pero en ese momento el timbre de la casa suena y los tres giramos la cabeza. Sin esperar ni un segundo, me levanto del sofá de un salto a la vez que Kidou-san y Gouenji-san me siguen rápidamente. Llegamos a la puerta en un abrir y cerrar de ojos, y el dueño de la mansión la abre para dejar pasar a quien todos estábamos esperando. Endou... Entra jadeando en la casa. Parece que ha venido corriendo.

-Lo siento... El vuelo se ha retrasado y no podía avisaros. Quería llamaros, pero...

Pero su frase se ve cortada por un golpe seco. Gouenji-san se ha acercado en silencio hasta él y le ha dado un puñetazo en la mejilla. Endou cae al suelo mirando hacia abajo con los ojos ensombrecidos. Kidou-san y yo abrimos los ojos de par en par.

-¡Gouenji! –Grita Kidou-san agarrando al mencionado por los brazos.

-¡Endou! –Exclamo a la vez que clavo las rodillas en el suelo junto a él y le abrazo con fuerza, ocultando el rostro en su hombro. Él se lleva una mano a la mejilla golpeada, pero me devuelve el abrazo con la que tiene libre. Su calidez... al fin le tengo a mi lado de nuevo...

-Gouenji... –Murmura él, como queriendo empezar a hablar. Pero Gouenji-san le interrumpe.

-¡Eres un maldito idiota! ¡¿Acaso no piensas?! ¡¡Has dejado a Kazemaru solo con ese tío!! ¡¡Y tenía que ser con él!! ¡¿Acaso no somos el “Break Team”?! ¡¿No llevamos AÑOS siendo mejores amigos?! ¡¿Por qué avisaste a Edgar en lugar de pedirnos a nosotros que nos encargáramos del club?! ¡¡Endou!!

Los gritos de Gouenji-san me están doliendo incluso a mí... Sin poder contenerme, empiezo a llorar en el hombro de Endou. Él me acaricia la espalda en silencio, apretando los dientes con expresión dolida.

-Perdóname, Kazemaru... –Me susurra dejando de acariciarse la mejilla y abrazándome ahora con los dos brazos, fuertemente-. Lo siento mucho... Jamás volveré a dejar que te pase nada... No vas a tener que preocuparte...

Pero Gouenji-san no iba a dejar que le ignorara de ese modo.

-¡¡Endou!! ¡¡Responde!!

-Ya basta, Gouenji –oigo a Kidou-san apartando a su novio-. Vamos a dejarles solos. Seguro que tienen mucho que decirse.

-Kidou... –El silencio se hace presente entre nosotros durante unos segundos antes de que Gouenji-san chasquee la lengua-. Está bien...

Y entonces, ambos se van de allí, dejándonos solos. Aún estamos callados. Solo nos abrazamos sin prisa. Ahora volvemos a estar juntos, por fin...

-Te he echado de menos... –Susurro finalmente, rompiendo este silencio incómodo.

-Y yo a ti... no sabes cuánto... –Me responde en el mismo tono, suspirando al final-. Tendría que haberte llevado conmigo... así no te hubiera pasado esto...

Me limito a negar suavemente con la cabeza, abrazándole con algo más de fuerza.

-No... Tú tenías que estar con tu abuelo... No podías estar pendiente de mí y... yo solo me hubiera aburrido...

-Pero he permitido que otro hombre te toque... y eso jamás me lo podré perdonar...

El silencio nos invade de nuevo. Me aferro a su camiseta con cierta fuerza y me escondo en su pecho.

-E... entonces... s-solo tienes que borrar lo de Edgar... y-ya sabes... –Me atrevo a pedirle, con la voz temblorosa. Noto que Endou sonríe levemente y me acaricia la cabeza.

-Es que no puedo evitar amarte... –Me susurra poniendo las manos en mis mejillas y separándome un poco para poder mirarme a los ojos. Yo me pierdo en los suyos, notando que mi corazón se acelera...-. Estoy en casa, Kazemaru...

No puedo contener una sonrisa al oír esas palabras. Realmente, Endou me tiene completamente enamorado... Y, entonces, nos acercamos poco a poco hasta que nos acabamos fundiendo en un suave y dulce beso, mientras noto cómo me acaricia la mejilla con ternura.

Me despierto después de toda una noche movida. Endou y no nos hemos pasado horas recuperando el tiempo perdido estos días atrás y... he de decir que estoy muerto... Nunca había disfrutado tanto como anoche, pero tampoco había hecho nada que cansase tanto. Las prácticas del club de fútbol y del club de atletismo me cansan menos... pero no cambiaría esto por nada del mundo. Abro los ojos poco a poco y veo a Endou junto a mí, mirándome. Me dedica una amplia sonrisa de las suyas, de esas que tanto echaba de menos.

-Buenos días, mi príncipe –me dice a la vez que pasa una mano tras mi cabeza para acercarme a él y darme un beso en la frente.

-¿Príncipe? –Suelto una pequeña risa al no esperarme cómo me había llamado-. ¿Qué mosca te ha picado? No es propio de ti soltar cosas cursis.

-¿Qué pasa? Hasta un “cabeza de balón” como yo puede decir piropos alguna vez, ¿no? –Bromea acariciándome el pelo. Luego, se sienta en la cama y se estira para despejarse-. Bueno, voy a preparar el desayuno. ¿Qué se te apetece?

-Nhm... –Gruño un poco y me tapo con las sábanas hasta la cabeza, señal de que no quiero ni levantarme de la cama. Endou se ríe y se tumba de nuevo a mi lado, pasando un brazo por encima de mí.

-Parece que no tienes plan de levantarte de la cama, ¿no? –Al oír su pregunta, me limito a negar con la cabeza, sin moverme mucho más-. ¿Y puedo saber el por qué?

-Estoy muerto... No puedo ni moverme...

Murmuro por debajo de las sábanas. Oigo una pequeña risa de Endou y luego noto algunas caricias.

-Entonces, si no puedo bajar porque mi novio no se levanta de la cama, tendré que desayunarte a ti...

Abro los ojos ante aquel comentario, pero antes de poder decirle nada, Endou agarra las sábanas y las baja un poco para poder morderme el cuello. Cierro los ojos con fuerza, soltando un gemido sin poder evitarlo.

-E-Endou... v-vas a dejarme... más cansado aún... –Intento advertirle, pero parece que eso le da igual.

-Una pena, ¿eh...? Aunque no creo que eso a ti te disguste... –Susurró contra mi cuello, lamiendo después nuevamente. Jadeo con suavidad, aferrándome a las sábanas.

-En... Endou... n-nhm...

-Dime, Kazemaru...

-Te amo... muchísimo...

Endou baja una mano poco a poco por mi torso, acariciando la camiseta que él me ha prestado para dormir. Aunque al llegar al final de esta, roza mi piel directamente, haciendo que me estremezca de placer.

-Yo también te amo... demasiado...

Y así, volvimos a dejarnos llevar por el placer que nos iba consumiendo por cada segundo que pasaba. Pero lo que ninguno de los dos sospechábamos en ese momento era lo que nos pasaría próximamente...

Inazuma Eleven FanFiction - Amor... ¿imposible? [EnKaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora