Capítulo 16

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Por una vez en mi vida, no tengo que ir dejándome los pulmones corriendo hacia el instituto. Hoy he salido con tiempo, así que puedo caminar más tranquilamente por la calle. Repaso mentalmente las clases que tengo hoy. A primera hora, matemáticas. Después, literatura, inglés y ciencias. Ah, hoy también tengo historia. El período Edo, si no me equivoco. En fin, ya lo veré después en la clase. Giro para entrar en el instituto, pero... ¿Qué pasa aquí? Todos me miran... Con disimulo, saco el móvil y me miro en la pantalla, como si fuera un espejo. No me veo nada extraño... Miro de reojo a un grupo de chicos que hablan entre ellos mientras me observan con “disimulo”, supuestamente. Es más, cuando paso cerca de ellos, parece que me huyen. No entiendo nada... A paso rápido, me encamino directamente a la clase, pero cuando entro se repite la misma historia. Todos me huyen. Con la cabeza gacha, me dirijo a mi pupitre, sentándome en mi silla y colocando mi maleta sobre la mesa. ¿Qué está pasando...? ¿Qué he hecho...?

-Kazemaru-kun –la voz de Hiroto me saca de mis pensamientos. Alzo la vista y me encuentro a él y a Fubuki junto a mí. Tienen su típica sonrisa en el rostro, por lo que les devuelvo el gesto, sonriendo también. Al menos ellos parece que no han cambiado...

-Buenos días, Hiroto, Fubuki.

-¿Qué tal estás? –Pregunta el peli-plateado. Esa pregunta me hace perder un poco la sonrisa y desvío la mirada.

-Pues... podría estar mejor... –Respondo antes de mirarles de nuevo-. ¿Qué está pasando, chicos? ¿Por qué parece que tengo algo contagioso? ¿Por qué todos me huyen?

Pregunto sin rodeos, esperando una respuesta clara. Ellos dos se miran por un momento, como si se estuvieran consultando algo seriamente, pero pronto vuelven a su expresión amable y me miran.

-Tú no te preocupes por nada, Kazemaru-kun –responde Fubuki-. Nosotros seguiremos aquí contigo pase lo que pase, ¿de acuerdo?

-Pero...

-Te ayudaremos. Pero tienes que ser fuerte –continúa Hiroto. Abro la boca para responder, pero el profesor entra en la clase, así que ambos se alejan hasta sus pupitres y yo me quedo pensando... ¿Qué querían decir con eso...?

No hemos tenido ni un segundo libre, así que no he podido acercarme a Fubuki y Hiroto... De todos modos, ya es la hora del almuerzo, así que cojo mi bento y me voy de camino a las escaleras. Estoy deseando ver a Endou de nuevo. Salgo al pasillo rápidamente y me encamino por este. La gente me sigue huyendo... Cada vez que paso junto a alguien, esta persona se va. No entiendo nada de nada... y esto es agobiante... ¿Qué he hecho...?

-Kazemaru –oigo una voz que me llama, por lo que me giro para ver quién es.

-Ah, Fuyukai-sensei. ¿Ocurre algo? –Pregunto cuando el profesor está cerca. Él me mira muy seriamente, casi se diría que enfadado, pero no estoy seguro...

-El director quiere verte. Ve a su despacho –me informa algo cortante antes de irse por donde ha venido. ¿El director? ¿Para qué quiere el director verme ahora? ¿He hecho algo? Sin más demora, me encamino por el pasillo hacia el despacho del director, algo nervioso. Se lo explicaré a Endou en cuanto le vea. Le pediré perdón por hacerle esperar.

Un par de minutos más tarde ya estoy en la puerta del despacho. Llamo con los nudillos, aguantando mi bento con la otra mano, y oigo una voz desde dentro que me indica que pase. Y así hago. Abro la puerta con cuidado y paso, cerrándola tras de mí. Hago una reverencia educada y le miro.

-¿Quería hablar conmigo, señor? –Pregunto con curiosidad, intentando calmar mi corazón. Jamás me habían llamado para venir aquí...

El silencio invade la estancia. El director está sentado en su silla, con los codos apoyados en la mesa y dejando reposar el mentón sobre sus manos. Impone bastante... Al final, al cabo de unos minutos que se me hacen eternos, decide hablar.

Inazuma Eleven FanFiction - Amor... ¿imposible? [EnKaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora