Desde aquel día, Endou ha venido muchas veces más a cenar conmigo. Aunque yo nunca he ido a su casa... Tampoco es que sea necesario que vaya. Quiero decir, si no me invita no seré yo quien le diga que quiero ir. Pero es que quiero ir... ¡No! ¡No se lo diré! ¡Que me lo diga él! A lo mejor no quiere que vaya... Ah... llevo así desde hace semanas... Creo que, definitivamente... me... me gusta el entrenador... Sí... me gusta mucho Endou... Cuando le veo, siento una presión en el pecho, como si el corazón se me fuese a salir por la boca... Y en el estómago noto un cosquilleo extraño, pero muy agradable. Me gusta estar con él, quiero ayudarle en todo lo que pueda... Eso es amor, ¿no...? Pero aún no se lo he comentado a nadie... Tampoco es que pueda comentarlo. Quiero decir, un alumno que se enamora de un “profesor”. Vale que no sea un profesor corriente, sino que es entrenador, pero aun así, la diferencia de edad es grande, y no estaría bien visto, además de que llegarían a despedir a Endou... No... No quiero eso... No podría soportar estar lejos de él... La simple idea me mata por dentro... Tras un suspiro profundo, miro a mi lado para observar el patio a través de las rejas de la azotea. Llevo un rato esperando a Endou. Aún no he abierto el bento, pero como no me dé prisa se va a acabar el tiempo del almuerzo... Entonces, en ese momento la puerta se abre y yo doy un pequeño respingo, mirando en aquella dirección.
-¡Lo siento, Kazemaru! –Me grita Endou desde la puerta, cerrando tras él y acercándose a mí. Tiene la respiración agitada y parece agotado-. Reunión con el director... Y no me dejaba irme... Pero no podía dejarte plantado...
Me cuenta sin aliento mientras se sentaba a mi lado. Yo le miro con una leve sonrisa y niego con la cabeza.
-No te preocupes. Iba a esperarte de todos modos. Ya no concibo la idea de almorzar sin ti.
Suelto una pequeña risa, para demostrarle que estaba bromeando, aunque en realidad no es así... le he dicho la verdad, pero aún no estoy listo para confesarle mis sentimientos... Y creo que nunca lo estaré...
-Ah, ya veo –ríe conmigo, divertido, sacando su almuerzo. Al ver que va a comenzar a comer, abro mi bento y cojo mis palillos para poder almorzar yo también. Pero unos segundos después, tras haber comido parte de mi almuerzo, oigo de nuevo la voz de Endou-. Me alegro de no ser yo el único que lo piensa –esa respuesta me deja paralizado, pero le miro casi en seguida. Él ya me está mirando, por lo que el corazón me da un vuelco y de nuevo ese cosquilleo en el estómago aparece-. Me encanta almorzar contigo, Kazemaru... Tu compañía me encanta...
Aquellas palabras hacen que abra los ojos de par en par, y siento que mis mejillas se sonrojan levemente. Aparto la mirada de golpe, dirigiéndola a mi comida, y trago saliva duramente.
-V-vaya, E-Endou, jamás pensé que me fueras a seguir la broma –tras decir eso, suelto una risa nerviosa, casi temblando, pues noto su mirada clavada en mí.
-No es ninguna broma, Kazemaru.
Su voz sonó rotunda, a diferencia de otras ocasiones. Le miro de golpe y veo que me está mirando seriamente. ¿Por qué...?
-Endou...
-Kazemaru. ¿Yo te gusto?
Me preguntó tan directamente que me pilló por sorpresa. Abro los ojos de par en par cuando consigo reaccionar y siento que mi rostro entero está ruborizado. No sé qué responderle a eso. No estoy preparado para afrontar lo que siento por él... No... ahora no...
-Y-yo... b-bueno...
Pero el timbre corta mi frase. Sin pensarlo dos veces, cierro mi bento y me levanto de un salto.
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Inazuma Eleven FanFiction - Amor... ¿imposible? [EnKaze]
Hayran KurguKazemaru, un adolescente de quince años, estudia en el instituto Raimon. Su vida transcurre normalmente día a día. Vive prácticamente solo porque sus padres se pasan la vida viajando, pasa las tardes en el club de atletismo... Hasta que un día, un e...