Abro los ojos cuando la luz del sol entra por mi ventana y me llega directamente a los ojos. Hace ya mucho tiempo que no consigo conciliar un sueño profundo, así que me despierto muy fácilmente. Estiro la mano para llegar a coger mi móvil que está sobre la mesita de noche y miro la hora. Las nueve. Genial. Tengo una hora exacta para llegar al entrenamiento con el equipo. Aún me parece mentira que un antiguo negado para el fútbol como era yo haya acabado en la selección japonesa... Además, con Fudou y Kabeyama. Desde que todos nos graduamos, cada uno tomó un camino diferente, pero al menos no hemos perdido del todo el contacto. Sé que Sakuma y Genda se han hecho coentrenadores de la Teikoku Gakuen con Kidou-san, Tachimukai y Tsunami se fueron a Okinawa para vivir juntos, Midorikawa y Hiroto entraron en la universidad de empresariales, Fubuki se volvió a su tierra natal, Hokkaido... Y yo podría haberme ido a Costail... Suspiro con pesadez y me levanto de la cama sin sonreír. No puedo. Han pasado cinco años, pero no consigo olvidarle... Me dirijo a la puerta de la habitación y bajo las escaleras lentamente para caminar hacia la cocina. Desayunaré rápidamente como siempre y luego saldré de casa.
Después de desayunar, me visto con el chándal de la selección y me peino parte el pelo en una coleta, haciéndome un semi-recogido a diferencia de mi coleta alta de antes. Me gustaría que Endou pudiera verme así... No he sabido nada de él desde que se fue... Al menos podría haberme llamado alguna vez o algo... Las lágrimas vuelven a formarse en mis ojos, cayendo por mis mejillas. Frunzo el ceño y, apretando los dientes, agarro el cepillo del pelo y lo tiro al suelo.
-¡Endou, eres idiota...! —Exclamo intentando canalizar mi tristeza de alguna manera, pero es completamente imposible... Y así ha sido día tras día en estos cinco años...
Al final he tardado demasiado en dejar de llorar y se me ha hecho tarde. ¡Mierda! Tras coger la bolsa de deportes donde llevo la equipación y los zapatos, salgo de casa prácticamente atravesando la puerta, cerrando con llave tras de mí para salir corriendo en dirección al campo de fútbol. No sería la primera vez que llego tarde, y me juego mi puesto como titular. No quiero eso. Al menos Endou podrá verme en los partidos si es que se interesa... ¿Qué expresión pondría cuando se enteró de que estoy en la selección japonesa? Tal vez una de sus sonrisas que tanto me gustan... las sonrisas que tanto echo de menos...
-Endou...
Murmuro para mí mientras sigo corriendo, pero con la cabeza gacha sin darme cuenta. Gracias a mi torpeza de cuando estoy tan triste como hoy, al girar una de las calles acabo chocando con una persona, por lo que caigo al suelo despaldas, quedando sentado en este. No alzo la mirada, tan solo me acaricio un poco la cadera.
-L-lo siento mucho... no estaba atento...
Me disculpo mientras voy alzando la mirada poco a poco para encontrarme con una mano extendida hacia mí, ofreciéndome ayuda. Pero en cuanto la tomo, lo siguiente que oigo hace que mi corazón dé un vuelco casi doloroso... pero a la vez esperanzador... Esa frase. Esa voz. Ese tacto en mi mano... Alzo la mirada y no puedo evitar que una sonrisa de felicidad acabe adornando mi rostro. Y todo... por esas simples palabras. Unas palabras que me dan a entender que mi vida va a mejorar en todo. Que voy a vivir feliz...
-¿Es que solo sabes disculparte?
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Inazuma Eleven FanFiction - Amor... ¿imposible? [EnKaze]
FanfictionKazemaru, un adolescente de quince años, estudia en el instituto Raimon. Su vida transcurre normalmente día a día. Vive prácticamente solo porque sus padres se pasan la vida viajando, pasa las tardes en el club de atletismo... Hasta que un día, un e...