Eres tu quien me salvó [Aizawa y tu]

Capítulo 2.

Me encontraba en la ducha, mientras el agua caía en mi cuerpo, las cosas últimamente no eran como yo esperaba, mi vida estaba tomando otro rumbo, uno que definitivamente me gustaba. Corté el agua, me envolví con una toalla y salí a vestirme a mi habitación.

Salí de mi habitación buscando a Fuyumi, por suerte, no tuve que buscarla mucho por la casa, le pregunté si podría ir a casa de Jiro a quedarme a dormir, como siempre no tuvo problemas para aceptar, ella sabía por experiencia propia lo difícil que fue acercarse a los demás niños para hacer amigos, las críticas por no ser fuerte como nuestro padre, las miradas de desaprobación y es por eso que estaba agradecida con Jiro por lograr aceptarme.

Salí de casa con mis cosas en mano y me encaminé a la casa de mi amiga, cuando ya estaba por llegar la llamé para que saliera a recibirme.-No esperé que llegarás tan pronto pero así mejor, tenemos mucho que hablar.- Tomó mi mano y me llevó a dentro de la casa

-¡Mamá, papá, Hanako ya está aquí, si nos necesitan estamos en mi habitación!- gritó la pelimorado

-Buenas! -grité de paso y subí las escaleras para llegar a la habitación de Jiro.

-Ya no aguanto más, voy a hacer el examen de admisión en la U.A!

-Yo tampoco aguanto más, yo también las haré!

Ambas nos abrazamos, teníamos muchas cosas en común y una de ellas era que compartíamos el mismo sueño. El tiempo nos había hecho buenas amigas, tan buenas, que nunca habíamos peleado o quedado sin algún tema de conversación, siempre sabíamos lo que quería decir la otra o lo que significaban nuestras miradas.

Mientras estábamos ahí aproveche de contarle a Jiro sobre lo sucedido, de principio a fin, sin omitir detalles, como siempre habíamos hecho y finalmente, cuando di por terminado el tema recibí el mensaje de Hawks, por lo visto, quería empezar lo antes posible nuestro entrenamiento. Jiro y yo simplemente nos acomodamos en la cama para dar por terminado el día.

-Jiro, hay algo que no te he comentado- traté de no mirarla porque una vez que nuestras miradas se conectarán me llenaría de preguntas

-¿Qué no me has dicho?

-Resulta que mis hermanos no solo lograron conseguir que hiciera el examen de admisión, mi hermano habló con el héroe Hawks para ayudarme con mi entrenamiento.- Jiro se levantó de golpe y me miró fijamente para saber si hablaba en serio.

-¿HANAKO QUE VAS A ENTRENAR CON EL HÉROE DE LA ALITAS? ¿EL GUAPO? ¿ESE HAWKS? -siguió mirándome hasta que le asentí con la cabeza- DIOS QUE SUERTE TIENES, NO PUEDE SER.

-Jiro es solo un entrenamiento, no creo sea algo para gritar así, además ese tipo creo que me odia, cada vez que va a la casa se me queda mirando y poniendo caras.

-O QUIZÁS LE GUSTAS, PIDO SER LA MADRINA DEL HIJOS QUE TENGAS!- Me reí ante el comentario dicho y me voltee para tratar de dormir

-No es así, ahora duerme que mañana tengo que despertarme temprano.

-No puedes dejarme así luego de decirme tal cosas, necesito respuestas.- Jiro suspiró al ver como no hacía amago de moverme de mi lugar.- Creo que si me dejarás así, te odio.

-Me amas, además no hay preguntas porque ya te he dicho que me odia y además mi hermano lo convenció, no hay más que hablar.

Y así, de mala gana, Jiro se quedó dormida como un bebe, irradiando calor y pequeños golpes que solía dar dormida. A la mañana siguiente, desperté con una almohada en la cara.

- Buenos días Jiro

-Solo son buenos si respondes sola una pregunta mía,- la miré aún dormida y asentí con la cabeza- ¿Encuentras atractivo a Hawks?

-Sí, es lindo pero no es mi estilo, es demasiado llamativo, por no decir que es un mujeriego y además de ser un completo idiota.- La risa de mi amiga no dudo en aparecer al segundo después.

-Hanako ambas sabemos lo mucho que te gustan los idiotas, aunque tienes razón.- Levanté mi celular para ver la hora, aún tenía tiempo para desayunar y cambiarme de ropa antes de ir a entrenar.

-Aún tengo tiempo, ¿Quieres hacer algo?- Le devuelvo la almohada que antes me ha lanzado y me levanto mientras la ayudo a hacer la cama.

-Preparemos algo para desayunar, así me aseguro que llegues con el estomago llenito antes de tu entrenamiento.- dijo mientras terminábamos de hacer la cama y bajar al primer piso.

Así paso la mañana, ya me encontraba fuera de lo que parecía ser la casa de Hawks, toqué la puerta y esperé a que abriera, estaba nerviosa por demostrarle al héroe que podía ser fuerte y convertirme en un igual.

La puerta se abrió dejando ver un cansado Hawks con ropa cómoda y tomando una leche en caja, me reí bajo al verle, él me ignoro y me hizo una seña para que lo siguiera.

-Llegaste antes así que siéntate mientras termino mi desayuno,- Me senté como el indicó y tomé mi celular para comentarle a Jiro y a Fuyumi que estaba con el héroe de las alas y que no se preocuparán de mi- ¿Tú desayunaste, verdad?