Eres tu quien me salvó [Aizawa y tu]

Capítulo 15.

Los rayos de sol se empezaban a colar a través de las cortinas, abrí los ojos con dificultad y pestañeé consecutivamente para adaptarme a la luz del lugar, me senté en la cama mientras miraba la habitación en la que me encontraba, me sonrojo al recordar todo lo que hicimos anoche con Aizawa en esta misma cama, estaba muy feliz, una felicidad claramente distinta.

Me levanté de la cama y me puse una polera de Aizawa que estaba por ahí encima y salí de la habitación buscándolo.

"Something whispers in my ear and says, that you are not alone." la reconocible voz de Michael Jackson resonaba en el departamento dándole un ambiente agradable y grato junto con el olor a café que empezaba a llegar a mi, siguiendo el aroma casi por instinto llegué a la cocina, Aizawa llegaba el pelo mal recogido, tenía solo un pantalón de buzo y un delantal que dejaba ver su espalda, era una imagen digna de admirar. Algo que admito podría ver todos los días.

-¿Te quedarás mirando o vendrás a ayudarme?- preguntó Aizawa, dándose vuelta y sorprendiéndome, roja de vergüenza fui donde estaba él y le quité la espátula que tenía.

-No sabía que pudieras cocinar panqueques.- dije casi como una burla, volteando el que estaba puesto y sonriéndole, Aizawa estaba serio pero sus orejas estaban rojas, cosa que me causo mucha ternura, sin pensarlo me acerqué a él y lo abracé.- No quiero que lo de anoche arruine lo que llevábamos hasta hora, me gusta mucho pasar tiempo contigo y con Eri.

Me asusté por un momento al no escuchar respuesta y darme cuenta que el abrazo no era correspondido, quizás había sido una mala idea lo que había pasado entre nosotros pero obviamente no iba a negar lo mucho que me había gustado estar con él, me sentía ahogada al no saber que hacer así que decidí separarme de él e huir a la habitación nuevamente.

-¿A dónde crees que vas?- dijo sosteniendo mi mano para girarme y quedar frente a él nuevamente, aunque no podía fijar mi mirada con la de él.- Lo pensé bastante, lo de anoche no fue una equivocación, al menos no para mi.- miró para otro lado buscando las palabras y continuó.- También me gusta pasar tiempo contigo y por supuesto, Eri te adora.- su mano subió hasta mi mentón para levantarlo y poder mirarnos.- Y por último, obviamente sé hacer panqueques porque a Eri le gustan mucho.

Esta vez él fue el primero en abrazarme, aunque no era tanta la diferencia de altura, en este preciso instante me sentía diminuta, pero me da una confianza y seguridad que solo me brindaban mis hermanos, lo abracé sintiendo el olor que emanaba su cuerpo cubierto solamente con el delantal y el buzo, mis manos recorrieron su espalda desnuda y las de él bajaban hasta mi trasero para levantarme hasta el mueble de la cocina.

-¿Pensé que anoche te había quedado claro que no deberías de jugar con fuego?- Hace una pausa para mirarme más de cerca.- Que sea tu amigo no significa que no reaccione ante tu tacto y tu belleza, más si solo andas con mi polera.- nuestras miradas estaban fijas tratando de descubrir quién haría el primer movimiento, cuando finalmente Aizawa decidió besarme fue cuando al fin mi cabeza hizo click en algo que se nos había olvidado completamente, los panqueques.

"You and me, not alone. oh together, together. gotta stop being alone, gotta stop being alone" la voz de Michael cada vez se apagaba más indicando que había llegado al final de la canción mientras Aizawa sacaba el sartén ahora quemado de la encimera.

Finalmente tomamos algo rápido de desayunar antes de ir por el auto de Aizawa que había quedado en el bar, él se ofreció a ir a buscarlo, luego ir por Eri y por último, dejarme en casa. Así hicimos todo en casa y salimos, cuando el taxi nos dejó en el bar subimos rápidamente al auto y fuimos en busca de Eri, Aizawa había dicho que la casa de su amigo y cuidador de Eri anoche quedaba cerca.

-¿Me puedes ayudar?- preguntó Aizawa y asentí, él me paso su teléfono mientras manejaba.- ¿Puedes marcarle a Toshinori y ponerlo en altavoz?- hice lo que Aizawa me pidió, voy a sus contactos y bajó rápidamente a la letra T, viendo también uno y otro contacto curiosa pero realmente no conocía a nadie más que a Hizashi. Marco el número y responde al segundo tono.

-Hola Aizawa, ¿Está todo bien?- pregunta la voz al otro lado del teléfono, supongo que el tal Toshinori.

-Sí, todo bien.- dice Aizawa mientras sigue manejando pero se acerca un poco más al teléfono para hablar.- Iré por Eri, llegaré como en 5 minutos, ¿Crees que la puedas bajar al auto? No quiero estacionarme, ya tuve una multa la otra vez.- hay una risa al otro lado de la línea.

-Sí, yo la bajo, no hay problema.- la llamada se corta y dejo su teléfono en porta teléfono que tiene en el auto, es entonces cuando mi teléfono empieza a sonar y Aizawa voltea a ver quien es.

-Es mi mejor amiga.- silencio la llamada y Aizawa levanta una ceja aún viendo el camino.

-¿No le contestaras? Si es por mi puedo...- lo interrumpo.

-No es por ti, bueno, en parte si lo es... Es solo que aún no hemos tenido mucho tiempo para conversar así que no sabe algunas cosas, ¿Podrías dejarme en su casa luego?

Él asiente.- ¿No le has contado de mi a tu mejor amiga?- dijo el pelinegro poniendo su mano en su pecho intentando hacerse el ofendido.

-Claro que sabe de ti, de Eri también pero nunca he sido de muchos amigos por culpa de mi familia así que se le hizo extraño y pensó que podían hacerme daño, obviamente lo aclaré pero. ¿Cómo le aclaro que vengo de pasar la noche contigo?

-¿Sabes que no te haría daño, verdad?- dijo mirándome de reojo a lo cual asentí- Genial, porque jamás lo haría- se estira agarrando mi mano y dándome un pequeño apretón a lo cual sonreí.- Ahora, si necesitas una excusa para no decirle que venimos de una noche... desatada podrías decirle que mi amigo tuvo una emergencia por lo que tuvimos que volver a casa y cuando Eri te vio propuso una noche de películas a lo cual no te pudiste negar, más de una vez a hecho eso con Hizashi y Nerumi, no sé que tiene pero es muy difícil decirle que no a esa niña.

-¿Para ti también es difícil?

-Sí, pero como su tutor a veces tengo que tomar las riendas del asunto, la mitad de mis amigos ya la consienten mucho, a veces tiene que aprender a escuchar un no.

Eri viene corriendo al auto y se sube en el asiento trasero, un hombre delgado, bastante demacrado se acerca al auto y nos saluda, supongo que el amigo de Aizawa. El pelinegro a mi lado baja mi ventanilla y se acerca más a mi para ver mejor a su amigo.

-Toshinori gracias por cuidar de Eri anoche, fue mucho trabajo?- Él negó.- Por cierto, te presento a Hanako, Hanako él es Toshinori.

-Mucho gusto Hanako.- Lo saludé con la mano y él hizo lo mismo de vuelta.- Eri es muy tranquila, no es ningún trabajo cuidar de ella. Será mejor que los dejé porque tengo que avanzar con unas cosas, los veo otro día chicos.- Él rubio se despide y vuelve a su apartamento mientras Aizawa empieza a manejar a casa de Jirou, le doy indicaciones mientras voy conversando con Eri.

-Es un poco más adelante.- Aizawa asintió y se detuvo a casas de la de Jirou.- Gracias por traerme, espero volver a verlos pronto para una tarde de películas con Eri.- Me acerco un poco a Aizawa y susurro.- No puedo darme el lujo de quedarme otra noche fuera.

Así Aizawa y Eri se despiden y se van. Será momento de enfrentarme a Jirou.