Eres tu quien me salvó [Aizawa y tu]

Capítulo 13.

-Si vas a salir con Hanako-chan deberías ir lindo. Esa es la mejor opción.- dijo ella.

-¿Me estás diciendo feo? ¿a tu papá?- la pequeña sonrió y se abalanzó para abrazar mis piernas y luego se acercó al closet para pasarle el traje que habían comprado el otro día.

-Es justo lo que necesitaba, ella me dijo que hoy tendría una cena importante, gracias por tu ayuda Eri, nuevamente me disculpo por mentirte. -dijo tocando el saco del traje de vestir de tenía.

-La tía Nerumi me dijo en secreto, que cuando sea grande y me inviten a salir tienen que pagarme la comida, así que tienes que llevar mucho dinero.

Cada vez estaba más sorprendido por lo que decía la pequeña y es que no sabía en qué momento ella había madurado tanto para su corta edad y entendiera, más que él, cosas como estas. Cosas que la verdad él no entendía mucho.

No lo pensé más y llevé a Eri al comedor para que pudiera comer un plato de cereales antes de llevar a Eri a casa de Toshinori, ya que había aceptado cuidarla esta noche. Volví a la habitación para ponerme la recomendación de mi hija de 5 años, reí mientras negaba con la cabeza la situación hace minutos atrás ahora se le hacía bastante graciosa.

Me vi al espejo antes de salir de la habitación y pensé en hacerme algo en el cabello pero decidí dejarlo suelto y cuando salí de la habitación vi a Eri hablando por teléfono, mi cara rápidamente fue una mezcla entre enojo y confusión pero se relajó cuando escuchó la conversación.

-Tía Nerumi te dije que papá se está vistiendo para una misión encubierto, es un secreto, no puedes decirle que te dije- desde su posición podía escuchar como Midnight le decía que ella no sabía de ninguna misión- primero, no sabías porque es encubierto, ni siquiera te lo debería decir pero eres mi tía favorita y además hay veces que las misiones salen de un momento a otro y papá no sabe mentir, si fuera para otro lado no lo dejaría salir- escuchó la risa de su amiga y como decía que eso era cierto y que si no tenía con quien quedarse podía irse para su casa como era la mayoría de las veces- Hoy he decidido ir donde el tío Toshi ya que hace tiempo no lo veo pero podrías venir mañana en la tarde para dar una vuelta, ahora me tengo que ir, te quiero tía- y colgó.

-¿Sabes que está mal mentir?- le preguntó.

-Es una mentira pequeña para que puedas salir con Hanako-chan, si le hubiera dicho a la tía Nerumi que tienes una cita probablemente hubiera venido, además quiero mucho a Hanako y me gusta verla sonreír- ambos sonreímos.- Además de que tu fuiste el primero en mentir.

-Punto a tu favor.- le di una sonrisa y retiré el plato sucio, ya lo lavaría luego.- ¿Vamos ya? -Ella asintió, se abrigó y salimos de casa en dirección a la casa de Toshinori.

De camino a casa de Toshinori, me sentía un poco nervioso, Eri no dijo nada para aumentar mis nervios, cuando llegó donde Toshinori se bajó contenta y se despidió de él.

El bar quedaba a 10 minutos de la casa de Toshinori así que fue con cuidado, las manos le sudaban y estaba nervioso por quizás verse mal, él realmente nunca había tenido ese sentimiento, él odiaba esa sensación de sentirse menos y extremadamente inseguro.

Pues con todos los años que tenía, ninguna chica o chico me había hecho sentir de esta manera y eso que la conocía hace demasiado poco. Siempre había escuchado a Hizashi hablar sobre el amor, cuando lo conoció, él le habló sobre lo linda que era la chica que se sentaba junto a él, también recordaba como él hablaba sobre sus parejas y el lugar donde las llevaría de citas o quizás la más reciente y la que más se acomodaba a su posición actual, las veces que le hablaba sobre lo nervioso que se ponía cada vez que hablaba con Midnight, aunque yo lo notaba igual que siempre, él constantemente le decía cómo le costaba hablar y caminar a su lado, sobre que tenía que ponerse para impresionarla o si sería mucho dedicarle una canción en la radio en la que trabajaba y si ella se enojaría con él, cosas que antes encontraba lejano y antes no pensaba ahora me estaban ocurriendo.

A mi.

¿Cómo ella lograba que se pusiera tan nervioso?

Así con sus pensamientos fugaces llegó al bar, se miró al espejo por última vez y sonrió. No había nada que perder, pero si las cosas salían bien... Mierda, que feliz sería.

A lo lejos vio a Hanako sonriendo, me bajé del auto dejando atrás todos los pensamientos que tuve durante el viaje, sólo quedamos ella y yo, frente a frente.

-Te ves muy bien.- dijo ella.- Tengo que admitir que no pensé que fueras a venir pero agradezco que lo hicieras.- ella se acercó lo suficiente para abrazarme y correspondí al abrazo, aspirando el delicioso aroma dulce que desprendía.

-Tú te ves increíble.- dije separándome de ella y tomando su mano- ¿Que te parece si entramos dije adentrándome al lugar.

Hanako asintió y entramos al lugar