Capítulo 8.

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Guardo silencio, esperando no incomodar a la menor junto a mi lado, uno que otro pequeño gato se me sube encima en el proceso, una vez mejor y más tranquila, me hago una tranza rápida y volteó a verla bien.

Al principio no dice nada pero me mira y me sonrie.- Hola, ¿Me puedes hacer un peinado como el tuyo?- me puse a la altura de la niña frente a mi.

-¿Puedo saber donde está tu mamá? no deberías pedirle estas cosas a desconocidos, podría ser peligroso para ti.- la niña me miraba curiosa y en cierta parte me recuerda a mi de pequeña.

-No tengo mamá.

-Oh... lo siento.- me disculpé con la pequeña.- ¿Viniste con alguien más acá?- le pregunté y le removí el cabello que tenía en la cara, dejando ver mejor su pequeño cuernito.

-Aizawa- dijo señalando al hombre sentado en la banca casi durmiendo de no ser por el pequeño gatuno que se encontraba en su regazo recibiendo mimos del pelinegro, me sorprendió verlo nuevamente y más con una niña con él.

-Será mejor que vayamos con él.- le digo mientras la ayudo a levantarse de la banca donde estábamos sentadas. 

La pequeña niña me da la mano y juntas caminamos en dirección a Aizawa, que al fin y al cabo, había dejado de darle mimos al gatito que tenía para buscar a la pequeña peliblanca, claramente se había quedado sorprendido al verla caminar a mi lado. Le sonreí un poco y el me respondió de la misma manera haciendo que el calor subiera a mis mejillas.

-Tanto tiempo, Aizawa- dije sentándome a su lado y acariciando al gatito que ahora se encontraba en mis piernas, Aizawa lo miró y pude escuchar como susurraba "pequeño tramposo."

-Lo mismo digo, Hanako- dijo sonriéndome levemente, además de lograr que mis mejillas se sonrojen otra vez. Este hombre era impresionante a decir verdad. 

-¿Ustedes se conocen?- dijo ahora la pequeña niña con una alegría evidente, mirándolo a él y luego a mi, varias veces. 

-Algo así,- dije desviando mi mirada al gatito en mis piernas- oh, losiento, no me presentado contigo aún pequeña, me llamo Hanako- dije subiendo nuevamente la mirada hacia la pequeña niña y poniendo mi mano en su cabeza- ¿y tú?

-Yo me llamo Eri,- dijo sonriéndome y provocando en mi una alegría extraña en mi interior.- por cierto, papá Aizawa, ¿Podrías hacerme un peinado como el de Hanako?

¿Papá? haber, no es algo que me interese, claramente Aizawa es guapo y puede conseguir a más de una chica, pero Eri no sabe lo que es una mamá entonces... igual Hanako no es asunto tuyo, no debías meterte, pensé.

-Eri sabes bien que no sé hacer esa clase de peinados,- la pequeña frente a ambos se entristeció y cabizbaja se sentó frente al gatito para seguir jugando con él.- lo siento mucho, trataré de aprender pronto.

Al ver a la pequeña, en el suelo con su carita triste y jugando con los gatos alrededor me hizo recordar nuevamente mi infancia, lo difícil que fue, no había nadie que me pusiera hacer peinados, a pesar de que Fuyumi siempre trataba de estar para mi y mis hermanos trataba de no ser un estorbo para ella que ahora tomaba el rol de madre y nos cocinaba y lavaba, es por eso que al ver a Eri en el suelo no pude evitar dejar el gatito en las piernas de Aizawa nuevamente y sentarme frente a la pequeña.

-Si quieres... puedo hacerte yo una trenza- Eri reaccionó rápidamente y se abalanzó hacia mi para abrazarme y agradecerme, Aizawa se levantó y sentó a la pequeña en su lugar para así poder peinarla.

Mientras la peinaba, ella no dudó en hablarme, me contaba como Aizawa la había salvado hace tiempo de un hombre que experimentaba con ella y ahora era su tutor, aunque ella prefería llamarlo papá Aizawa o papá oruga (claramente un chiste interno entre ellos, que no entendí), aunque para ocasiones le decía simplemente Aizawa, aunque también comentó que decirle solo su nombre no le gustaba mucho, para nada en realidad, había dicho la niña provocando que me riera, finalmente, también me contó sobre como su tío Hizashi y su tía Nerumi le habían llevado muchos regalos entre esos, la ropa con la que andaba ese día y que estaba muy feliz al tenerlos cerca.

-Listo Eri.- dije al finalizar de trenzar el cabello de la pequeña.

-Muchas gracias.- hace una pausa para acomodarse la trenza y me mira.- ¿Quieres ser mi mamá?- empecé a toser luego de atragantarme con mi propia saliva ante la pregunta inocente de la pequeña frente a mi, la cual me miraba preocupada.

-Papá Aizawa salva a Hanako, eres un héroe.- dicho esto, Aizawa se levantó entre risas y dio pequeños golpecitos en mi espalda para que pudiera recuperarme, ya cuando me encontraba mejor miré a los presentes y sonreí levemente.

-Eri ser mamá es mucha responsabilidad y además apenas me conoces, aunque eres un niña preciosa y muy gentil.- la niña me mira cabizbaja pero no dice nada.- cuando quieras podemos volver a juntarnos, claro, solo si es que tu papá está de acuerdo.

-Sabes que podría verte todos los días, Eri y yo no tendríamos problema con eso- roja no, rojísima de la vergüenza ante dicho comentario me levanté en busca de mi teléfono.

-Deberíamos cambiar números... para ver a Eri digo yo.- pienso un poco.- obviamente si estas tu también pero me gustaría volver a Eri.- digo muy nerviosa mientras le acerco mi teléfono ya desbloqueado.

-Okay, solo para verla a ella,- se ríe un poco y me quita el telefono con cuidado, tocando mi mano más allá del celular.- si solo quieres verla a ella no debes ponerte tan roja.- Aizawa anota su número en mi teléfono, me lo entrega y procede a entregarme el suyo para que hiciera lo mismo, observando de paso su fondo de pantalla donde salía él con Eri en brazos, Hizashi y supongo que la mujer sería la tal Nerumi que dijo Eri.- Debería tener tu número también en caso de que Eri y yo tengamos ganas de verte antes.

Anoto mi número y se lo devuelvo, procurando no verlo mucho a los ojos,- Listo. Eri, a tienen mi número así que no dudes en escribirme, cuídate Eri- me volví a poner a la altura de la niña, le di un abrazo y volteé a ver al pelinegro quien tenía una sonrisa engreída en el rostro.- y tu cuida de esta criatura preciosa- dije señalándolo.

-No es justo que abraces a Eri y a mi me amenaces,- dijo haciendo una mueca.- por supuesto que cuidaré de Eri y espero que tu también te cuides para volver a vernos pronto.- esta vez, volvió a sonreír y despejó el pequeño mechón de pelo que se había salido de la trenza.

Nuevamente roja de la vergüenza, me di vuelta en dirección a mi casa y levanté la mano despidiéndome y con una sensación agradable en el cuerpo.

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Aclaro desde ya que la misión de rescate de Eri si se llevó a cabo, solo que aquí mucho antes que la historia original, aquí Nighteye no tuvo la discusión con All Might por lo que él derrotó a Chisaki y nadie murió aunque Mirio si perdió sus poderes.

Aquí, Aizawa lleva casi un año ya con Eri, fueron los mismos pro héroes y los 3 grandes pero sin la liga de villanos y demás estudiantes de la 1-A. 

Eres tu quien me salvó [Aizawa y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora