Dinastía Demoniaca
Hartley:
Todo había tomado un giro inesperado la noche del parque, no tan inesperado para mi porque sabía que podría valerme de cualquier adversidad para sacar mi ventaja.
Pero mientras pensaba en como salir que de este lío que yo misma me había metido, sin querer, debía despejarme un poco y ingerir alcohol mientras manipulaba a mi antojo a mi presa de esta noche y el único lugar que tenía todo eso era.
El Bar de siempre.
Hoy vestía un cómodo vestido de lentejuelas negro con un escote algo pronunciado al igual que mi espalda descubierta, un par de botines, complementaban mi vestuario y mi cabello como siempre en unas delicadas ondas, un maquillaje perfecto y en conclusión todo estaba a mi favor esta noche.
Pase por la entrada sin ninguna dificultad como acostumbraba y el agobiante guardia de turno como siempre con su estúpido piropo más quemado que la manera de conquistar de los Sage.
-Siempre tan hermosa- escuche decir al tipo calvo y me fastidie por ello, ya que era el recuerdo persistente de una noche donde había sido débil y me había involucrado con alguien de su clase.
Pero siempre hice lo habitual solo lo ignore y pase de largo enfocándome en que mi lugar de siempre estaba ocupado y enarqué una ceja, asombrada de la persona tan osada de hacerlo una simple chica rubia operada hasta las pestañas, que estaba afanada conversando con Eyron, el cual estaba animado siguiendo su plática, hasta que noto mi presencia y la diversión se apago en su rostro.
Como amaba ese efecto que provocaba mi presencia en la gente, era tremendamente vigorizante, camine firmemente al ver como Eyron le dijo algo a la chica y esta muy ofendida se marcho de mi asiento, no sin antes cruzar una mirada asesina hacia mí, que fue como si lanzara un dardo de juguete a una pared de acero, ni cosquillas me hizo solo sentí una fingida lastima por la plástica.
Mire despectivamente mi asiento mirando de forma severa a Eyron, quien al instante comenzó a presentar signos del nerviosismo y me lamí los labios satisfecha de mi efecto en él.
- Lo siento no sabría que venías, hoy y el bar esta a que explotar- se disculpo y lo mire indiferente volteándome a ver en entorno ubicando a mi presa.
-Hoy de que humor estas, ¿dulce o whisky?- pregunto haciéndome girar la atención devuelta a su rostro, solo basto que frunciera una ceja para que supiera la respuesta- El whisky sale en segundos-
El bar esta a explotar ciertamente pero no había nada apetecible y no quería que mi instinto volviera a fallar como el farsante de acento australiano de la última vez, que desde luego iba a rechazarlo hasta que vi que Derian estaba en el lugar y no quería darle esa satisfacción.
Pero a diferencia de hoy nadie se me antojaba realmente, así que me resigne solo a beber esta noche moderadamente, por supuesto.
-¿Lo invitaste a venir?- soltó confundido Eyron haciéndome girar mi mirada a la entrada viendo a la reencarnación de Satán entrando finamente vestido con su sonrisa egocéntrica de siempre.
- No- dije volteándome de nuevo dándole la espalda a ese engendró demoniaco y bebiendo de golpe el trago frente a mi- Te apuesto $5 dólares a que solo vino a hacerme sentir miserable porque no soy nadie para él-
La fase uno no había surtido efecto en mi, mi reputación, era obsoleta porque no me importaba lo que pensará la gente, así que tuvo que recurrir al siguiente paso mi autoestima, puff el único que saldría afectado aquí sería él.
-¿Por qué solo $5 dólares? tan poca fe me tienes-
-Solo velo por tu economía, porque se que ganaré- afirme con fiada y el soltó un bufido incrédulo.
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Lo que oculta tu piel
Mystery / ThrillerAmbos eran más que iguales, pero un tanto distintos. Ella mejor y a la vez más cruel que él Él era todo lo que detestaba de ella y de lo prometio no entrometerse ya que era parte de su pasado. Pero el jodido destino dio su jugada maestra. Viniendo...