Cap 9

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Directo a la guarida diabólica.

Hartley:

El retiro de cargos por parte del bar había sido exitoso, sobre todo porque si tenían obvias razones por presentarlos, por la mayoría de mobiliario dañado entre ello, mi banquillo habitual.

Pero era mi trabajo proteger al demonio así que me encargue de ello de manera exitosa, como todo lo que hacía.

Libre de esa situación, volvía estar de vuelta en el caso sin salida, la información suministrada el día del parque no había servido mucho con la causa, pero de todas maneras había hecho mi magia y avanzaba como podía, ahora solo faltaba comunicarme con el mismismo Diablo para saber si ya había firmado, los documentos que le había pedido además del los documentos que pedí.

Tome mi teléfono y solté un suspiro de desdén de tener que hacerlo, pero el Señor Willow ya me había advertido que debía personalmente comunicarme con Derian, sin pasar nada a mi odiosa secretaria y yo tuve que aceptar que no volvieran a hacerme una advertencia por culpa de ese engendró.

En el tercer tono se escuchó que descolgaron la llamada al mismo tiempo que me incorpore porque sabía que con Sage una simple llamada no duraría poco y no quería que mi trasero se volviera una tabla de planchar.

Lo primero que pude percibir fue la emisión de una serie de suaves gemidos y quejidos provenientes de una mujer.

No me jod...

-¿Diga?- dijo la voz grave de Derian algo agitado, por obvias razones.

Maldito enfermo.

-Señor Sage, disculpe la interrupción, llamaré más tarde- me disculpe.

Absteniéndome claramente de decirle las mil y un cosas que deseaba decirle, pero su afición era ver que producía un efecto en mi y lo privaría de eso eternamente, así que solo me mantenía mi trato formal.

- No se preocupe, abogada, puedo atenderla libremente- más gemidos en el fondo de la llamada.

Lo que sea por el trabajo.

- Quería saber si ya firmo los documentos que envié- 

- Hmm creo que no me ha sido posible pero en cuanto desocupe mis manos, será lo primero que haré-

Deberías lavártelas primero, cerdo asqueroso.

Podría ser una película para adultos, Hartley, no saques conclusiones sin saber.

-Ya enviaste los documentos que te solicite- dije con desdén.

-No pero.. espera chiquita- dijo en tono más bajo seguramente refiriéndose a la pobre víctima que había sido elegido para burlarse de mi- Disculpe abogada, ¿En que nos quedamos?-

Definitivamente lo siguiente que escuche definitivamente no era de una película a menos de que la estuviera viendo en 4D.

-Los documentos, ya los enviaste al correo- dije con impaciencia apretando el agarre en el teléfono al escuchar gemidos más fuertes del fondo de la llamada.

Cálmate Hartley, respira.

- Mmm no pero si quieres puedes venir por - emitió un ronco quejido- ellos más tarde-

-Creo que estas muy ocupado en estos momentos, así que mejor mándalos por correo- demande y estaba a punto de cortar la llamada cuando su tono se convirtió más molesto.

- ¿Te molesta o te excita algo Señorita Kerr?- murmuró con fascinación- Que tan rápido vas a colgar-

- No me molesta nada, solo tengo respeto por la pobre chica a la que no le estas dando el valor que se merece y al que parecer ella no sabe que debe tener por si misma-

Lo que oculta tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora