Los malos también tienen lapsos de ternura
Tía H:
Rápidamente salí de la casa y entrecerré la puerta tras de mi, tomando en mi mano el pomo de la puerta evitando que uno de los niños abriera para ver que pasaba, no quería que los niños lo vieran ya que quedaría de evidencia que un Sage estaba tras de mi.... de nuevo.
- ¿Tu empresa quebró o trabajas medio tiempo como repartidor de pizza en otro estado?- argumenté cargada de ironía, para disimular la sorpresa a pesar de todos mis esfuerzos por salir de su radar que me había seguido hasta aquí.
- Lo mismo te iba a preguntar- exclamó entornando los ojos en mi dirección- ¿Te despidieron de tu empleo por algo que hice o trabajas de niñera medio tiempo?- inquirió con un sarcasmo marcado que me hizo apretar mi agarre en el pomo llena de molestia.
-Dime que no mataste al repartidor para hacer tu escenita - exclame agobiada, no quería problemas con mi hermana a causa de Derian.
- Todas las personas se venden por migajas le di un billete de 100 grandes y ni siquiera chisto, por hacer su trabajo- dijo con su sonrisa ladina.
Y el extraño fenómeno que sucedía cada vez que ambos nos encontrábamos en un lugar, comenzó, como de costumbre la lluvia cayó con intensidad como si no hubiera un mañana.
-Sabia que teníamos una conexión entre ambos, pero creo que el cielo previene que cuando estemos juntos va a haber un incendio imparable ¿Puedo pasar?- preguntó y negué rotundamente.
- No claro que no- exclame firme e hizo un mohín de nuevo.
Que inmaduro.
-Vamos no vas a dejar que me quede mojando todo este rato, ni siquiera hay taxis cerca-
- Un poco de agua no te va a matar- dictamine insensible.
- Recuerda que me debes una, te acogí amablemente la última vez- me hizo recordar ladeando la cabeza.
-Si quieres te lo devuelvo cuando vuelva a la ciudad, pero aquí no- exclame cruzando mis brazos sobre mi pecho para verme más convincente de mi negativa.
- Vamos Hartley no seas mala- protesto en un tono más alto que me hizo fruncir el entrecejo por su falta de coherencia para actuar así.
Hasta que caí en cuenta que un par de ancianas de las casas vecinas salieron a mirar lo que pasaba envueltas en sus batas costosas, si este vecindario era tan fino que ante cualquier extraño harían una revuelta para sacarlo de ahí, si mis primeras veces aquí me confundieron con una ladrona.
Malditos estereotipos sobre los tatuajes.
- No me vas a dejar aquí merodeando como un perro abandonado- se quejó sabiendo el efecto que iba a tener sobre el vecindario tan estricto.
Para empeorar el escenario un relámpago sonó lo suficientemente fuerte de la casa lo que provoco el llanto de Roel en el interior, junto con el de los niños llamándome, lo que me hizo apretar los dientes, porque un Sage siempre conseguía lo que se proponía lo que me hizo arder en enojo y sin más tome con fuerza el brazo de Sage, haciéndolo pasar al interior de la casa.
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Lo que oculta tu piel
Mystery / ThrillerAmbos eran más que iguales, pero un tanto distintos. Ella mejor y a la vez más cruel que él Él era todo lo que detestaba de ella y de lo prometio no entrometerse ya que era parte de su pasado. Pero el jodido destino dio su jugada maestra. Viniendo...