Cap 4

16 3 0
                                    

Acepto el juego abogada.

Derian

Nunca había visto a una persona que fuera capaz de dejarme el ridículo, primero,  porque nadie tenía la astucia suficiente para hacerlo, pero esta extraña y despampanante castaña no solo lo hizo una vez, si no que tuvo es descaro de hacerlo otra vez dejándome atónito, más que cabreado.

Lo cual picaba mi curiosidad sobre quién era esta chica en realidad, porque era jodidamente única.

Pero no por ello iba a dejar que se jactara de dejarme en ridículo las veces que quisiera.

 Luego de que ella jugara mi propio juego de ilusionar y largarse, me quede varios segundos procesando la información, sorprendido de sus habilidades, quede entre el mar de gente y varias chicas comenzaron a contonear sus curvas a mi alrededor.

Pero no tenía cabeza, ni siquiera para descargar mi enojo, con un buen polvo, ya que estaría haciendo lo que ella había dado por sentado que haría.

Aparte bruscamente a las chicas a mi alrededor las cuales soltaron un chillido de sorpresa ante mi ruda acción.

Pero me importaba un pimiento, debía dar con ella, ya que de esta noche no dejaría que ganará.

Así que me dirigí de vuelta a la barra donde el barman recogía la chaqueta que ella había dejado en su silla mientras murmuraba algo un tanto molesto, pero en cuanto sintió mi presencia se quedó petrificado mirándome  de una manera extraña que yo ignore.

-¿Dónde vive?- ordené mientras me remangaba la camisa, mi  temperatura corporal había subido y el calor del lugar no ayudaba a apaciguar mi ira- ¿Estás sordo o  necesitas que te lo repita, imbécil?-Aquello pareció sobresaltarlo pero solamente rodeo la barra colocando la chaqueta sobre ella.

- quisiera decírtelo, créeme pero estoy atado de manos -exclamo encogiéndose de hombros, lo que me hizo dar un puñetazo limpio a la barra haciendo tronar todos los vasos en ella.

- ¿Qué quieres a cambio de esa información? - ofrecí mirando al maldito oportunista- ¿ dinero fácil supongo? Puedo darte lo que quieras pero dime dónde carajos vive y deja de proteger a tu amiga - exclamé al borde de agarrarlo a golpes.

- ni todo el dinero del mundo, podría impedir que después de darte la dirección ella viniera a matarme y no estoy hablando metafóricamente-

- si no me la dices no voy a dejar ningún cuerpo que ella pueda matar - amenace con los dientes apretados.

- ya dije que no puedo - repitió y justo cuando iba a propinarle un puñetazo, salió un tipo de la seguridad del bar.

- ¿Qué sucede aquí?- gruño algo molesto al ver como tomaba al barman a cargo del cuello de la camisa.

Era un tipo calvo y de mi misma altura pero a diferencia de mi complexión era un monstruo difícil de tumbar.

- ¿Quiere saber la dirección de Kerr?- informo el chico volteando la cara hacía a él con algo de molestia , lo que pareció sorprenderlo al guarda negando rotundamente con una sonrisa burlona en el rostro.

- Ni aunque le tires todos los dientes va a decírtelo, es su romance frustrado - informo el hombre calvo algo divertido, lo que provocó un gesto de desagrado en rostro del moreno que tenía agarrado de la camisa- Así que no quiero problemas innecesarios- advirtió el tipo antes de volver devuelta a donde que había salido. 

Lo que oculta tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora