Cap5

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Para atraer a el diablo primero debes ser prohibida

Hartley

Bien, hay tres pilares fundamentales para hacer caer,romper y pulverizar una chica, tres pilares los cuales los Sage tienen como único manual para tratar a las chicas.

El cual consiste en corromper los pilares de: la reputación, el autoestima y tus sentimientos, cualquier chica que cae en sus encantos termina sufriendo cada una de esas etapas, aunque ya los Sage no asistan a la universidad esa técnica se les quedó tatuada como otra piel.

Son tan básicos, me atrevo a opinar.

Pero lo que el mayor de los Sage no sabe es que yo no soy una simple chica, en primer lugar, deje las niñadas de juegos absurdos y me concentre en ser una mujer de negocios solamente, sin un autoestima que tenga que cuidar, ya que para ello tendría que sentir algo por mi y ni sentimientos tengo lo cual solo sirven para hacerte vulnerable, cosa que desde corta edad me enseñaron a no ser.

Así que ¿cuál es mi defensa?

Solo ser una puta abogada de un enorme reconocido buffet, que tiene una próspera vida lo sufiente buena para costearse sus gustos costosos y licores caros.

Y a qué viene todo este discurso, se preguntarán.

Pues el maldito Derian Sage cree que puede agregarme a uno de sus estúpidos juegos como si fuera una simple muñeca, sin que pueda defenderme.

Cuando la verdad es que desde anoche en el bar acepte mi destino de jugar con el diablo, sabiendo a ciencia cierta lo en lo que me estaba metiendo y por ello quise sembrar la duda sobre quién era yo realmente, sabiendo que aunque moviera cielo y tierra no encontraría ningún indicio que no fuera de mi boca.

Por este hecho se rebajo a aplicar conmigo la técnica para chicas que se resisten a sus encantos.

Comenzar a destruirlas poco a poco o eso es lo que intento hacer al dejar mi chaqueta de esa noche con la irritable y odiosa secretaria, solo para infectar con rumores inciertos que fui una más que se abrió de piernas tan fácilmente al declarar que, yo la había olvidado en su apartamento.

No pensé que siguieras siendo tan novato, pobre Derian.

Mi reputación interna ya estaba plagada de rumores que ni me interesaban ni me interesarían solo porque el estaba implicado, así que podía echarse a morir que yo lo gozaría.

Si su propósito era que estallará en ira y logrará el propósito de que lo llamara a reclamarte estaba nuevamente tremendamente equivocado, dejaría que se retorciera en ansiedad esperando mis reclamos.

Colgué la chaqueta que apestaba a su esencia masculina a "propósito", en una percha para luego pasar a una lavandería a que le quitarán el aroma del diablo que portaba, al parecer media semana había sido suficiente para que su olor quedará en la tela.

¡Que desagradable!

Y seguí haciendo mi indagación sobre el maldito caso en que solo debía trabajar únicamente, por orden de mi superior.

El caso no tenía ni pies y cabeza solo un grupo de gente que demandaba a la compañía familiar de los Sage por robo de dinero, acto que según la evidencia mostraba todo lo contrario, sabía el alcance de los Sage para maquillar todo así que este caso podría convertirla en una espada de doble filo o hundir nuevamente a los Sage o darle la oportunidad de redimirse de nuevo lo cual no me fascina mucho la idea pero solo es trabajo.

Afuera mi opinión personal, así que debía hacer lo mejor para ganar el caso como unica opción y lo más rápido posible para librarme de ese recuerdo latente que me conectaba con ellos.

Lo que oculta tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora