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Hinata despertó cerca de las 9 am, y vio el lado derecho de su cama totalmente vacío.

-Tal vez ya se fue – el miedo y dolor de Hinata no salía. Se levantó de la cama, para luego sentir el característico olor a hot cakes recién hechos. Fue a la cocina y vio al amor de su – corta – vida cocinando, con un delantal de Mickey Mouse.

-Ah, ya despertaste. Quise hacerte el desayuno y más rato te iba a levantar. Pero veo que ya lo hiciste. – Hinata seguía sin emitir palabra, ¿Era otro de esos sueños donde Kageyama le cocinaba el desayuno y vivían felices para siempre? – Oi Hinata te estoy hablando. ¿Estás bien? – Kageyama se acercó a Hinata y le acarició la mejilla.

-Ah, si estoy bien – y sonrió – comemos?

-Déjame poner la mesa. – Hinata ayudó a Kageyama a poner el mantel y a poner los platos con los hot cakes. Con ya todo listo, sonó el timbre. Kageyama se levantó de la mesa y abrió. – Hinata, es para ti. – eso no sonaba tan a su Kageyama. – ven, apúrate.

Hinata se levantó de la mesa y fue con miedo a la puerta de entrada. Lo que vio lo dejó perplejo, no se podía mover ni articular palabra. La escena era horrible. Estaba Kageyama tirado en la entrada, sangrando y sin ropa. Le pedía ayuda a Hinata, pero el no se podía mover. Hasta que despertó. Despertó cubierto en sudor y con la respiración agitada, miró a su lado derecho, y Kageyama seguía ahí. Miró la hora, 4:30 am. Salió de la cama, agarró sus cigarros y fue hasta el balcón. Sacó uno y lo prendió. Dejó que el humo tóxico del cigarro invadiera sus pulmones y exhaló. Y sin darse cuenta, sintió algo pesado en su espalda, se giró y vio a Kageyama, parece que lo desperté.

-¿Qué pasó Hinata? ¿Por qué te levantaste tan temprano?

Hinata estaba en debate mental, no sabía si contarle o no.

-Tuve una pesadilla. – Hinata se giró para quedar en frente de Kageyama, el cual lo miraba con cara dudosa.

-Ah, ¿De que era? – Kageyama le sacó un cigarro a Hinata mientras el otro lo prendía con su encendedor.

-Era uno feo – dijo el menor mientras veía como Kageyama inhalaba el humo mientras echaba su cabeza hacia atrás. – es mejor no recordarlo. A todo esto, ¿Ya llegaron mis papás?

Kageyama lo miró, para luego decir "no". Es curioso de como alguien tan sano como Kageyama terminó fumando. Un día miró a Hinata fumando – como siempre – y le preguntó si podía probar, a lo que el otro le convido del suyo. Al principio no sabía como hacerlo y terminó tosiendo como loco mientras Hinata se partía de la risa, pero luego de unos tres video tutoriales en YouTube de "como fumar" terminó fumando, igual que Hinata. O incluso mejor. Un mensaje de WhatsApp lo sacó de su bello recuerdo.

[mamá]

Shoyo, llegaremos mañana por la mañana.

A lo que Hinata respondió con un seco "ok" Pero, la verdad no sabía si llegarían ese mismo día o el siguiente. Pero solo le restó importancia. Total, casi nunca veía a sus padres, y cuando estaban los tres en la casa era un total infierno. Se terminó su cigarro y abrazó a Kageyama, quien mantenía su vista en el oscuro cielo, lleno de estrellas.

-¿Qué haces?

-Abrazándote, baka.

-Eso si lo sé idiota – Kageyama acarició los cabellos naranjos de Hinata – pero ¿Por qué de la nada estas muestras de afecto?

-Porque sé que lo necesitas. – Kageyama solo desvió la mirada intentando que Hinata viera su rostro sonrojado. – Tobio. – el nombrado miró los ojos de Hinata. Era raro que Hinata lo llamara por su nombre de pila. Eso significaba PELIGRO. – te amo, y no quiero que te separes de mí, pero si lo mejor para ti es estar lejos de tu padre lo entiendo.

Kageyama estaba sin palabras, Hinata estaba dispuesto a perderlo solo con tal que el sea feliz. Sin pensarlo dos veces, lo abrazó, trasmitiéndole su calor y amor. Solo eran ellos contra el mundo. O eso creían...

^^

Aquí está el primer capitulo de la segunda parte de la historia principal, espero les haya gustado ^-^ 

Lxs tkm <3 

Mai fuera

700 palabras~ 

el chico de los cigarrillos [eterno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora