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Sirenas de ambulancia sonaban a la distancia. Hinata sólo atinaba a llorar entre los brazos de la mamá de Kageyama, mientras Tobio era subido a la ambulancia. La policía no tardó en llegar, le hicieron un par de preguntas a Hinata y a la mamá de Kageyama.

-Fue su padre. – dijo Hinata luego de un rato. Él había mantenido silencio durante casi dos horas en la estación de policía. – él casi lo mata... - y el menor estalló en llanto.

3 horas antes:

Kageyama, luego de terminar su desayuno fue a su casa a avisarle a su madre que estaba vivo.

-Cuídate, te amo. – con un abrazo se despidieron del otro y Kageyama dio media vuelta y partió a su casa. Estaba nervioso, la verdad. Todavía no sabía si su padre seguía en la casa, lo cual solo significaba peligro.

Puso las llaves en la cerradura y abrió la puerta. Lo inundó el olor a comida recién hecha apenas entró. Después de sacarse los zapatos y cerrar la puerta, caminó hasta la cocina dónde encontró a su madre y a un hombre cocinando.

-Tadaima...

-Oh, Tobio cariño, no avisaste que ibas a venir. – apuntando al hombre dijo – el es Reiki Watanabe – la madre hizo una pausa – mi pareja.

Tobio solo abrazó a su madre, con cuidado para no hacerle daño y lloró. Últimamente, Kageyama se había vuelto más llorón.

-Estoy tan feliz por ti, mamá. Te amo.

-Tobio, hijo yo también te amo. – su madre le hizo unas señas a Reiki y se acercó, abrazando a su pareja y a Kageyama. Al fin podían ser la familia que tanto querían, pero, no todo es de color rosa.

Luego de un bonito almuerzo familiar, sonó el timbre.

-Debe ser Hinata, espera. – Tobio se paró de la mesa, yendo a la puerta. Pero, se encontró con su padre. – ¿Qué haces aquí? – intentó poner una voz autoritaria, pero solo salió un susurro.

-Tu madre, esa perra, me debe MI dinero. – empujó a Kageyama, entrando a la casa, al encontrar a su madre abrazada a su pareja, la golpeó.

-YA BASTA PAPÁ, NO ES NECESARIO QUE LA GOLPEES.

-ESA PERRA ME DEBE DINERO, TOBIO. – acercándose peligrosamente, golpeó a Tobio en la cara lo cuál hizo que se golpeara con un mueble en la cabeza. – TÚ, MALDITA ZORRA. DAME MI DINERO.

-No. – el padre de Kageyama dejó de gritar. – no te lo daré.

-¿Qué dijiste?

-QUE NO TE LO DARÉ MALDITO. – esa fue la gota, de muchas otras que rebalsaron el vaso. El padre de Kageyama se acercó a él. Tomó un cuchillo y lo apuñaló, haciendo que Kageyama soltara un grito, el progenitor lo apuñaló repetidas veces, mientras la madre de Tobio intentaba soltarlo.

Los gritos llegaron hasta la casa del pequeño peli naranjo. El cual no dudó y fue a la casa de su novio. Al llegar solo vio sangre, a un hombre con un cuchillo con sangre y a Kageyama tirado en el piso, sangrando.

La madre de Kageyama estaba llamando a la ambulancia ya la policía, mientras tanto Hinata intentaba parar el sangrado y la pareja de Maeko – la madre de Tobio – sostenía al hombre entre sus brazos.

-Amor, amorcito, tranquilo, no cierres los ojos, ¿Sí? – Hinata hablaba con Kageyama para evitar que cerrara los ojos.

-Hinata – el nombrado abrió los ojos – te ves bien con el pelo largo, deberías dejártelo así. – con la mano derecha acarició su pelo. Y luego, se dejó caer. Los gritos de Hinata alertaron a la madre de Kageyama, la cual lloraba y llamaba de nuevo a la ambulancia.

La ambulancia llegó y sacó a Tobio de los brazos de Hinata, quien, a grito seco, decía su nombre.

En el presente...

-Su papá lo violó una vez, ese día llegó llorando a mi casa, diciendo que su padre lo había violado. – Hinata secó una lágrima que caía por su rostro.

-Hinata, ¿nos podrías contar lo que viste hoy? – un oficial le preguntó. A lo que el peli naranjo asintió.

-Estaba en mi casa, Kageyama se había ido hace un par de minutos, a lo que me dispuse a ordenar la casa y cosas así. Pasadas las 15:00 escuché unos gritos de la casa de Kageyama. Corrí lo más que pude y encontré a su padre con el cuchillo con sangre y a Kageyama en el suelo, desangrándose. Sólo atiné a intentar parar el sangrado, pero seguía saliendo, mientras un hombre sostenía al padre de Hinata, lo último que vi fue que su padre escapó.

-¿No sabes nada más, Hinata-kun? – el peli naranjo negó. – gracias por contarnos Hinata, se que es difícil digerir estas cosas, pero, el joven estará bien. – con un apretón en su hombro el policía se fue, dejando a Hinata solo en la sala de interrogación.

^^ 

819 palabras  

Holaaa, aquí Mai. Tal vez fue el capítulo que más me costó hacer, por que, wei casi maté a Kageyama. Pero esperemos que las cosas vayan bien entre nuestra naranjita y el caso de Kageyama. 

Lxs tkm <3

Mai fuera --------->

el chico de los cigarrillos [eterno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora