En el presente
No mentiría, le dolía mucho que Kei decidiera terminar con él, pero en parte tenía razón, él amaba a Kageyama. Pero ¿Será la distancia un problema para ellos?
-Hinata ya llegamos. – no se había dado cuenta y ya estaban en la placita donde – en tiempos pasados – salían a pasear. A pesar de todas las salidas, nunca se había dado cuenta que había una red de vóley.
-Dame la pelota Kageyama, hagamos pases. – y ahí va de nuevo, la sonrisa que tanto ama Kageyama Tobio. Luego de unos pases y algunas bromas entremedio, Hinata tomó el balón y habló.
-Kei terminó conmigo ayer, anoche, mejor dicho. – Kageyama hizo su mejor cara de asombro. – me dijo que yo no lo amaba, que yo te amaba a ti y creo que tiene razón. No pude parar de pensar en ti en todo el tiempo que estuvimos separados, y me dolió cuando te vi con esa mujer, pero aun así te amo Kageyama Tobio. – las piernas de Hinata dejaron de sostenerlo, y se fue al suelo, pero antes de caer, Kageyama le dio un abrazo, sosteniéndolo.
-Hinata, yo también te amo. Nunca dejé de hacerlo y no dejaré de hacerlo. – se separó del abrazo para hablarle y verlo a la cara. Le explicaría el por qué lo dejo plantado. – La verdad, ayer no pude venir, porque... ay como lo digo... me besé con Kuroo y... hicimos cosas...
La cara de Hinata fue de emocionado a estar en completo shock.
-¿Estaban sobrios?
-¿Eh?
-Te pregunté, ¿Estaban sobrios? – Kageyama tardó en contestar, pero con un asentimiento de cabeza dijo todo. – tú no me amas, no lo haces Kageyama. SI ME HUBIERAS AMADO NO HUBIERAS HECHO ESO CON KUROO.
-Hinata... Déjame explicarte... Por favor – Kageyama lo intentó tomar del brazo, pero Hinata reaccionó y le dio una cachetada. Al darse cuenta de lo que hizo, se tiró al suelo y lloró.
-Perdón Kageyama. – sintió unos brazos rodear su cintura, apegándolo más hacia él.
-No te preocupes Hinata, después de todo tienes razón. Si yo te amase, no hubiera hecho eso con Kuroo, pero, yo si te amo y mucho, no deje de hacerlo estos dos meses. Y además no tienes por que reclamarme, tu estuviste con Kei después de dos semanas. – Kageyama rio, y le contagio la risa a Hinata.
-Se está haciendo tarde, tengo que volver a la casa de Kei. – Kageyama se separó de Hinata, ayudándolo a pararse. Se miraron a los ojos, Kageyama apretó su cintura y lo besó. El besó a Hinata Shoyo, su mejor amigo, rival en la cancha y su ex amor. Lágrimas bajaban por la cara de Hinata, las cuales se mezclaban con las de Kageyama. Se separaban por falta de aire, pero al mirarse a los ojos volvían a juntar sus labios. Estaban felices, en su mini burbuja, donde solo importaban ellos y nadie más.
-Realmente tengo que volver donde Kei. – Kageyama y Hinata estaban acostados en el pasto, abrazados. Cada uno con el miedo que, si soltaba al otro, no volvería a poder tenerlo en sus brazos de nuevo. Kageyama habló luego de un largo silencio.
-La casa dónde me estaba quedando está vacía. Si quieres podemos ir ahí y te quedas por mientras. – Hinata lo miró, y Kageyama supo ver el miedo que Hinata tenia de volver a perderlo.
-Tienes que volver a Tokio. Y yo tengo que volver a mi casa... Aunque no me guste la idea.
-¿Estás seguro? – Hinata asintió. – bueno. – poniéndose de pie, y ayudando a Hinata a levantarse, se fueron juntos tomados de la mano a la casa del poste de luz con lentes.
-Gracias por traerme, y perdón por la cachetada, supongo que aún tengo problemas de control de las emociones. – se rascó la nuca, nervioso. A lo que Kageyama solo lo tomó de la cintura y lo besó.
-Ya te dije que no te preocuparas. – dudó un momento en decirlo. – te amo, Shoyo. – apoyó su cabeza en el hombro del contrario, lo que recibió fueron unos brazos rodearlo y abrazarlo.
-Yo también te amo, Tobio. – se miraron a los ojos y volvieron a unir sus labios en un beso corto, que demostraba muchos miedos e inseguridades. – ¿Vas a volver a Miyagi?
-Tal vez, mi madre sigue con el tema del divorcio de mi padre, así que probablemente sí, pero dentro de un tiempo. – le desordenó el pelo al menor – pero, vendré las veces que pueda. Te lo prometo por la garrita. – Kageyama le mostro el meñique, en señal que el otro lo tomara. Y así, formaron una promesa, "no te dejaré solo, y podremos vernos dentro de un tiempo". Con un beso y un "nos vemos luego", Hinata entró a la casa de Kei. (La cual era casi suya)
-Llegaste. – Hinata dio un grito, no había visto a Kei. Aunque estaba todo oscuro, así que con más razón no lo vio.
-Eh, sí. Perdón por no avisarte. – Hinata lo miraba raro. prendió las luces y vio una botella de Whiskey y un vaso con hielos en la mesa al lado de Kei. – ¿Estabas bebiendo?
Kei dio una risita.
-Eso parece, ver a mi ex y a su ex irse felices de la vida al parque a jugar vóley no fue de mi agrado, así que me senté a beber. – Kei ya no sabía que decía – solo, quédate conmigo, ¿Sí? – se levantó y caminó tambaleándose hacia Hinata, el cuál lo miraba con asombro. Llegó hasta Hinata y lo miró. acarició su pelo – me gusta tu pelo largo. Es bonito...
-Kei, estás borracho. Necesitas irte a dormir. – con solo esas palabras, Kei logró reaccionar. Pasaron segundos, y Hinata estaba en el suelo, producto del golpe de Tsukishima Kei le había dado en las costillas.
-No me digas que hacer. – y dicho eso, Kei volvió a su puesto, sirviendo un poco de Whiskey en su vaso.
Hinata estaba acostumbrado a que lo golpearan, pero, eso le dolió en el corazón, no solo en la costilla.
Alcanzó su celular – el cual se había caído por el golpe – y marcó a Kageyama.
-¿Hinata?
^^
Estaré publicando los capítulos que ya tenía listos pero que no había subido, ekisde
Lxs tkm <3
Mai fuera ------>
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el chico de los cigarrillos [eterno]
Fanfictionsegunda parte del one shot "el chico de los cigarrillos" es necesario leerse la primera parte para entender esta historia ^^