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Dos semanas después...

Kageyama iba en camino al Nekoma, ese mismo día tendrían partido de práctica con el Karasuno, lo que significaba que vería a Hinata. Estaba caminando, escuchando a la Olivia Rodrigo con sus audífonos cuando recibe una llamada de Hinata. Automáticamente se formó una sonrisa en su rostro.

-¿Kageyama?

-Hola Hinata. ¿Cómo estás?

-Listo para vencerte, Bakayama.

Kageyama no pudo disimular una risa.

-Bueno, ya llegué al Nekoma, así que te veo a la tarde.

-Ok, te amo Kags.

-Yo también Hinata.

[Fin de la llamada]

Al llegar al Nekoma, todo era un caos. Apenas llegó, vio a Kuroo peleando con Atsumu en la entrada.

-ACEPTALO, AÚN AMAS A CHIBI-CHAN, ¿NO? ACEPTALO ATSUMU, AÚN PIENSAS EN ÉL. – un golpe de parte de Atsumu fue directo a la cara de Kuroo.

-Y TÚ AÚN PIENSAS EN PUDIN-KUN.

-YA, ¿Y? POR LO MENOS LO ACEPTO.

Golpes iban y venían, hasta que Kageyama agarró a Atsumu del pelo y estampó su cara contra la pared, dejándolo casi inconsciente.

-Kuroo, si quieres jugar hoy, no deberías pelear, te pueden quitar el titular. – Kageyama pasó por el lado de Kuroo, lo tomó de la mano para llevárselo a la enfermería. Al entrar no vieron a la enfermera. – Kuroo, siéntate ahí para poder curar tus heridas. – sacó alcohol para las heridas y algodón. – esto va a doler, así que intentaré ser delicado.

Kuroo no se quejó, solo puso muecas. Pero al dejar que Kageyama le curara la cara, sintió su aliento en la cara, no lo pensó más y lo besó. Al separarse, Kageyama lo quedó mirando.

-No vuelvas a hacerlo, Kuroo. Te puse parches curitas en algunas heridas, cuando te calmes, anda al salón. – guardó las cosas en los cajones, salió y cerró la puerta.

-Ah, Kageyama. ¿Por qué me haces esto? – se tocó los labios, sintiendo aún el roce que tuvieron.

Por otro lado, estaba un oji-azul caminando hasta el salón, pensando en lo que pasó. Le restó importancia, después de todo, eran amigos nada más.

Kageyama estaba esperando el final del día, ahí tendrían el encuentro amistoso con el Karasuno. No podía esperar a ver a su mandarina parlante.

Kuroo no se presentó a ninguna clase, ni siquiera lo vio en los recreos.

-Kageyama-kun, ¿has visto a Kuroo-san? – una chica bajita se acercó a Kageyama.

-No lo he visto desde la pelea de la mañana. Lo siento. – la chica negó.

-No te preocupes. Suerte en el partido de hoy Kageyama.

Aiko Maeda, una linda chica de segundo año. Ella y Kageyama se habían conocido el primer día de clases...

Flashback~

Kageyama realmente estaba perdido, no sabía donde era la clase 2-A.

-Em, hola. Soy Aiko, ¿eres nuevo?

-¿Tan obvio soy?

La chica dejo escapar una risita bastante adorable a los ojos de Kageyama.

-Si, estoy un poco perdido...

-¿Dónde es tu clase?

-2-A

La chica lo guio por la escuela, la verdad Kageyama estaba bastante perdido, básicamente estaba en el otro lado de la escuela.

-Gracias Aiko-senpai.

-Oh, no seas tan formal, por favor. – le dedicó una sonrisa.

Fin del flashback~

-Gracias Aiko. – y así, se fue al gimnasio a esperar al Karasuno...

Por otro lado ...

-Ay Kenma, no puede ser tan difícil. Solo es saludarlo. – Hinata y Kenma iban en el bus de Takeda-sensei junto a los otros miembros en camino a Tokio, donde se enfrentarán al Nekoma y se llevaría a cabo la gran llamada batalla del basurero. Gatos versus Cuervos.

-Es que, Hinata, no es tan fácil. El te hizo mucho daño y no lo perdonaré por eso.

-Pero yo si lo hice~

-Porque eres idiota. – Hinata le empezó a hacer cosquillas a su acompañante – ok jajaja Shoyo jajaja basta.

-Ok, pero, por lo menos salúdalo, ¿Ok? Hazlo por mí. – Hinata puso una cara de cachorro abandonado.

-Ugh, ok ya. Solo lo saludaré, ni pienses que haré otra cosa.

-Gracias Kenma. – el nombrado solo volvió a su juego que anteriormente había pausado.

Kageyama no podía más, solo quería que la mandarina llegara, ah y que Kuroo haga su aparición ya que no daba señales de vida.

-Kageyama-kun, ya llegaron. – la tranquila voz de Aiko lo sacó de su trance. El estaba en la parte de atrás del gimnasio hablando con Aiko. Ella ya sabía la existencia del peli naranjo, y obviamente apoyaba a Kageyama en toda su vida amorosa.

-KAGEYAMAAAAAAA – una mandarina salió del bus corriendo y se lanzó a los brazos del peli negro, el cual casi se cae – te extrañé muchísimo. – Kageyama solo apretó su agarre en la cintura del naranjito.

-Yo también te extrañé Hinata. – se miraron a los ojos, y se besaron. Fue un beso corto, pero lleno de amor y cariño. – Ahora eres un koala? – Hinata se había literalmente colgado del cuello de Kageyama y había entrelazado sus piernas en la cadera del contrario.

-Mhm, y tu amas a este koala, así que está bien.

-Hinata hay que entrar. – la voz de Hitoka lo sacó del abrazo estilo koala que le había dado a Kageyama.

-¿Vamos, Kageyama? – Hinata le tendió la mano al peli negro, la cual aceptó.

-Vamos. No olvides que hoy te venceré, baka. – Kageyama rápidamente fue al paso de Hinata y le tomó la mano, entrelazando sus dedos.

-Eso lo diré yo, Kageyama. Yo te ganaré esta vez. 

^^ 

Holaa Holaa, ya estamos casi al final del fict *cry* espero la lectura haya sido de su agrado  >:) 

Lxs tkm <3 

Mai fuera -------->

895 palabras

(13/11/2021) EDICIÓN. 

el chico de los cigarrillos [eterno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora