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-Así que, iras el viernes con Hinata. – Kageyama asintió. – ¿van a jugar vóley? – Kageyama daba vueltas por el living, intentando organizarse. A la pregunta, solo asintió. – DEMONIOS KAGEYAMA ME ESTÁS MAREANDO. – ante el grito de Kuroo, Kageyama se sentó en el sofá, muy estresado. – no entiendo que te tiene tan nervioso, si piensa que fueron novios.

-Ese es el problema FUIMOS novios. No se como tratarlo como amigos, conocí una parte de Shoyo que tal vez se la esté dando en este momento al poste de luz con lentes. Agh, no lo sé. – Kageyama se rascó la nuca con desesperación. – a todo esto ¿Cómo te va con Kenma?

-Auch, ese fue un golpe bajo.

-No te ha hablado? – Kuroo negó con la cabeza.

-Tendríamos que reflexionar la idea que nosotros seamos pareja, Tobio. – ante la idea, ambos rieron.

Cuando Kageyama fue trasladado al Nekoma, se encontró con Kuroo. Al principio quiso golpearlo en la cara por todo lo que Hinata tuvo que pasar, pero luego se enteró de lo que pasó con Kenma, lo vio tan demacrado, que tuvo un poco de empatía. Así ha sido un mes de ser amigos. Ambos amaban el vóley, así que tal vez eso fue lo que más los unió, pero Kageyama nunca lo había jugado. Kuroo fue el primero en invitarlo a la cancha, el fue el primero en enseñarle a recibir, bloquear y atacar. Kageyama le debía mucho, y algún día se lo iba a recompensar.

-No podríamos ser pareja, Kuroo. Somos muy diferentes.

-Pero nos hemos besado~

-Si, estando borrachos y con mal de amores. Así que no cuenta.

-Yo creo que si~ así que ven y dame otro beso. – Kuroo se acercó a él, con la intención de besarlo, pero Kageyama fue más rápido y lo golpeo con un cojín.

Así era la dinámica, ellos eran amigos de amor y odio.

Viernes; 19:30pm

Hinata estaba en debate mental, no tenía idea de que ponerse. Llamó rápido a Kenma pidiéndole ayuda para escoger su outfit. 

Kenma se decidió por unos jeans mezclilla, una polera blanca y encima una camisa roja con cuadros negros combinado con unas converse negras, lo denominó, el outfit para matar a tu ex. A Hinata le encantó. Guardó rápidamente la ropa que no iba a usar y se encaminó a la estación.

-Cuídate mucho – Kei lo abrazó y le dio un beso en la frente.

-Bueno, te amo. Te llamaré cuando venga en camino. – y con un abrazo, Hinata fue a su encuentro con Kageyama.

8:30

Hinata estaba nervioso. Muy nervioso. La verdad no sabía de qué hablar con Kageyama, si prácticamente sabía todo de él.

Llegó al parque de la estación y se sentó en una sillita que había ahí. Esperó y esperó, pero Kageyama no venía.

Así dieron las nueve, luego las nueve y cuarto, nueve y media, hasta que dieron las diez.

Tal vez viene en camino...

Hinata trataba de darse esperanzas que el ojiazul iba a llegar en cualquier momento.

Luego dieron las once. Su teléfono empezó a vibrar.

Kei llamando...

-Aló?

Hinata, ¿Dónde estás?

-Bueno, Kageyama aún no ha llegado...

Como que "aún no ha llegado" ¿Estás solo?

Hinata intentó que ningún sollozo saliera de su boca, pero Kei sabía perfectamente que estaba llorando.

Mándame tu dirección, voy para allá.

No le dio tiempo para decirle nada y cortó. Rápidamente le mandó su dirección y a los diez minutos Kei ya estaba ahí. Apenas se bajó del auto, se lanzó a los brazos de Hinata.

-Perdón, amor.

-Porque me pides perdón Hinata, no es tu culpa.

-Yo te hice venir acá, preocupado y todo. – Kei lo calló de la mejor manera que sabía hacerlo, dándole un beso, profundo y lleno de amor.

-Siempre me voy a preocupar por ti, por que TE AMO. – lo volvió a abrazar. – nunca lo dudes, Shoyo. – Shoyo asintió.

-Yo también te amo, poste de luz con lentes. – ambos rieron ante el raro nombre que le dio Hinata.

-¿Vamos a casa? – Hinata le tomó la mano y se dirigieron al Uber que los estaba esperando.

Mierda, voy muy tarde... Hinata ya se debe haber ido.

Kageyama Tobio volaba por las calles de Miyagi, intentando llegar cada vez más rápido, yéndose por cada pasadizo secreto que encontraba, hasta llegar al dichoso parque. Miró su reloj de pulsera, las once en punto, todo por una sesión de besos – completamente sobrios – entre él y Kuroo se le hizo tarde, MUY TARDE. Rendido ante la idea que Hinata ya no estaría ahí, decidió caminar tranquilamente, hasta llegar a la estación, donde vio a Hinata. Él me esperó. Una alegría inmensa lo invadió, él lo estaba esperando. Se iba a acercar, pero pasó un auto y no le dejó pasar la calle. Del mismo auto salió una cabellera rubia que al ver a Hinata llorar, se lanzó encima de él. Hinata le decía unas cosas y Tsukishima otras, hasta que el rubio lo calló con un beso. Uno de los que solo él le daba a Hinata. Totalmente herido, miró como Hinata fue entrando al auto, luego Tsukishima, el cual hizo contacto visual con él. Kageyama se iba a acercar, pero Tsukishima subió al auto y emprendieron su rumbo a casa, dejando a Kageyama detrás. 

^^

Capítulo dobleeeee. Estaba aburrida, así que ¿por qué no escribir un poco? 

Lxs tkm <3

Mai fuera ----->

el chico de los cigarrillos [eterno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora