Taehyung se encuentra a mi izquierda conduciendo. Muchas veces trato de llamar su nombre. Trato de hacer algún comentario hilarante... tal vez alguna broma. Cualquier cosa que me permita entablar un diálogo con él por más de tres segundos.
–Es una noche tranquila... –suelto sin pensar, mordiéndome la lengua al no escuchar ni un solo sonido por parte de Taehyung. Nada además de un pesado suspiro lleno de dolor y frustración–. ¿Por cierto... ¿D-dónde estamos?
Pregunto con los ojos bien abiertos situados en la cancha de baloncesto frente a mí. Desconozco porqué mi chico decidió traerme a este lugar, y cuando me dignaba a efectuar otra pregunta, Tae ya había abierto la puerta, y había bajado del auto.
De un momento a otro, parece como si estar sobria otra vez fuera, lo más fácil del mundo para mí. Me siento fatal en realidad. Siento que llevo el corazón en la garganta por toda la culpa que estoy cargando.
«Por el amor de Dios; ¿qué me pasa? ¿Cuándo demonios me convertí en este ser horrible de extrapolados pensamientos, que hiere tanto a la gente que ama?»
–... Aún no te bajes... –Escucho decir a Tae con un frío tono de voz, el cuál me observa fuera del auto sujetando un balón y una camiseta.
Jamás lo había visto comportarse así; de forma tan esquiva e indiferente. Aunque tampoco puedo culparlo. Descubrir a tu novia en los brazos de otro hombre, es un trago amargo, bastante difícil de tragar.
[...]
Efectivamente, Kang me atrapó en aquel callejón oscuro. No escuchaba ninguna de las palabras que decía y no reaccionaba a todos mis golpes y patadas.
–He vuelto a pensar en ti estos últimos meses... Musitó Kang llegando a los extremos, en que sus labios rozaron mi cuello de forma violenta mientras que yo aún continuaba retorciendo temerosa mi cuerpo.
Kang, tú no quieres hacer esto –el mencionado se curvó, riendo y atrapando mi rostro con una mano–... Por favor... –Entonces cerré los ojos con fuerza al escucharlo reír otra vez.
–¡Increíble, Wheein!... –exclama–. ¡Ésta es la primera vez que veo esa cara, y me encanta... Nunca entenderás que el amor no puede ser más fuerte que el miedo, ¿verdad? Ser generosa, buena y amable con todo el mundo... te hace una mujer, débil y patética. Tu padre decía la verdad después de todo.
Esa afirmación me tomó por sopresa, pero incluso por encima de todo el terror y la ansiedad, me digné a abrir uno de mis ojos e interrogar a Kang:
¿De qué hablas?... ¿De dónde conoces a mi padre?
Aún es pronto para saber... –soltó Kang alejándose de mí–. Por ahora –ríe–; preocúpate por decidir que excusa le darás al idiota que viene corriendo hacia aquí.
Sus ojos viajaron hacia el chico que corría aceleradamente hacia nosotros. Las risas de Kang aumentaron, rebasaron la locura; me hicieron estremecer, y con las mismas el chico frente a mí desapareció entre las sombras sin responder a ninguna de mis preguntas.
No voy a negar que intentara correr tras Kang con más interrogantes, pero Taehyung apareció en el momento equivocado. No quería que me viera de esta manera. Y la expresión de sorpresa en su rostro removió toda la felicidad que en un principio pudo sentir, como también atizó el miedo y la vergüenza que yo sentía al comenzar a voltearme hacia él.
«¿Qué le sorprendió más a Tae?; no tengo ni idea. Mi vestido arrugado, el nivel de alcohol en mi cuerpo o la marca roja en mi cuello que intentaba ocultar con mi cabello».
[...]
Todos eran motivos para comenzar a discutir. Taehyung no lo hizo... Habría preferido, unos gritos por su parte desde el primer momento en que me vió. Objetos rotos, reclamaciones... Lo que sea.
Mis caprichos ante la ira canalizada de Tae, nunca desaparecerán. Ésta no es su forma habitual de castigarme, pero lo felicito. Está consiguiendo exactamente lo que desea.
Continuará...
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UNA SONRISA EN SUS OJOS:
FanfictionEl siguiente fanfic ocurre durante los MAMA 2019. Una historia wheetae ambientada al final de dicho evento. A medida que transcurra la historia, el tiempo lo hará hasta llegar al presente 2021. P.D: Recalcar que esta es una historia completamente wh...