UNA SONRISA EN SUS OJOS:

Capítulo #21: Lo que más Quiero en este Mundo 2/2:

Se veía tan hermosa y tranquila. Me quedé agachado a su lado lejos de toda impactante preocupación. Y la observaba dormir plácidamente, deseando que se quedara así un rato más.

[...]

Bien... ¡No hace falta que vengas a Jeonju! No te necesito... —Wheein indicó. Era la segunda vez que ese comentario impactaba en mi cabeza con fuerza, pero en esa ocasión no fue tan hiriente, porque podía leer con claridad las verdaderas palabras de Wheein. Podía leerlas claramente en su mirada.

—... ¿No me necesitas?

¡Así es! —exclamó sin siquiera mirarme a los ojos—... No te necesito Tae.

—... Vale... —Solo eso expuse y me detuve justo ahí.

Si tengo que confesar, cuando fue que pensé en dejar ir realmente a Wheein a Jeonju diría; ese momento. Solo en ese instante en la que la veía subir al metro, lo comprendí... Wheein me necesitaba, tanto como necesitaba yo de ella. Y si de verdad que conocer su pasado era lo que quería, pues yo debía apoyarla y estar ahí para ella... Solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

¿Disculpe?... Me acerqué a toda prisa a la recepción—. ¿Podría venderme un ticket? —Pregunté a la chica detrás de la cabina, que sonrió amablemente antes de exponer:

¡Claro! ¡¿Cuál viaje desea reservar?!...

El que está saliendo ahora mismo... —solté, y como era de esperarse la chica solo supo mirarme con confusión.

... P-pero, el tren acaba de salir...

Lo sé... —repliqué—. Mi novia va ahí dentro. Así que tengo que subir a ese tren.

... Eso, no es tan fácil como...

Ese botón detiene las vías, ¿cierto? —Pregunté sin apartar mis ojos de la enorme palanca roja en la cabina. Por consecuencia la chica tardó en asentir analizando la situación. Y en cuanto lo hizo yo me impulsé dentro de la cabina y tiré de la palanca sin autorización—.

¡¿P-pero qué ha hecho?!; ¡¿está loco?! —Gritaba la mujer frente a mí, y yo reía pensando en lo absurda que se veía esta situación—. ¡Qué este botón solo debe accionarse en caso de emergencia, joder!

Esta es una verdadera emergencia... S-si conociera mi historia lo entendería, de verdad —decía con una sonrisa corriendo y saltando sobre la cinta de acceso hacia el metro.

Ya dentro, tomé asiento en el primer lugar que se cruzó ante mis ojos, y comencé a buscar a Wheein con la mirada por los alrededores del tren. Mi chica seguía en su asiento, y se levantó preocupada para ver fuera de la ventana de su vagón; al igual que las demás personas en el tren.

Sus ojos se apartaron lentamente de la ventana y recorrieron el largo camino a través del pasillo. Me aseguré de esconderme al instante para evitar que me viera. La sangre corría a toda velocidad por mis venas y me era imposible dejar de morderme el labio inferior y borrar esa expresión de felicidad de mi rostro mientras se cerraban las puertas del metro.

[...]