Capítulo #13: No Hay que Beber con un Ex... ¡Nunca!:

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Después de unas... ¿ocho copas?, creo; estoy lista para regresar a casa. Fue una negligencia haber aceptado beber con Kang. Además de que recuerdo contestar antes una llamada, y no logré alcanzar a ver de quién se trataba.

Debería irme a casa. Creo... –tengo algunas arcadas pero me recompongo en segundos–. Creo que bebí demasiado esta noche –río.

Si quieres, yo puedo llevarte Wheein –dice Kang con amabilidad pero me niego. Porque detrás de toda esa "cordialidad e inocencia" se encuentra un hombre borracho que fácilmente podría perder la cabeza.

No te preocupes... –digo saliendo del bar junto a Kang–. Llamaré a un taxi, ahora mismo.

Saco la mano intentando mantener una postura recta. Estoy comenzando a cansarme y eso no es una buena señal. El taxi no tarda en aparecer, y Kang se apresura en reclamar obsesivamente:

I-insisto en que no es ningún problema llevarte a casa, Wheein –dice.

–Kang, ya te dije que no. No insistas. Tengo que llegar a casa con... –Estoy al punto de decir el nombre de Taehyung delante de Kang, pero logro contenerme a tiempo.

«¿Qué clase de idiota expondría a su novio de esta manera?»

Entonces, el chico a mi lado me sorprende agarrándome del brazo realmente fuerte, empujando mi espalda sobre el auto que pedí formando una barrera con sus brazos alrededor de mi cuerpo.

¿Qué pasa?... ¡Tienes que ir a ver a ese idiota de BigHit ¿no es así?! –Kang levanta la voz de forma innecesaria y me sorprende.

Yo no sabía que él estaba enterado de mi relación con Tae. Por otro lado, está su alarmante comportamiento que comienza a preocuparme y asustarme más que nada.

Suéltame ahora mismo Kang –susurro por encima del alcohol y su pesada respiración sobre mi rostro–.

–Responde a mi pregunta Wheein... –reclama–. ¿Estás con ese tipo, sí o no?

¡No estoy con nadie, ¿ya?! –miento. Y eso... fue lo peor que he podido hacer delante de un ex celoso y posesivo como Kang Seok.

–Bien... –empieza este con una sonrisa–. No me caerá cargo de conciencia después de hacer esto.

Kang comienza a acercarse a mi rostro buscando que sus labios atrapen los míos, pero me niego rotundamente tratando de empujar su cuerpo lejos de mí–.

¿No entiendo porqué no me aceptas Wheein? Se supone que no sales con nadie ¿verdad?

–... Por favor... –Entre el alcohol en mi organismo y las pocas fuerzas que tengo, apenas puedo empujarlo lejos de mí.

–¡¿Qué?!... Kang ríe con socarronería aferrándose a mi cintura con más fuerza–. ¡Habla más alto! ¡Mis ganas de besarte no me dejan escuchar!

¿Chico? –Una tercera persona aparece entonces en la escena. Se trata del taxista–. Iba a dejarlo pasar ya que usted y su novia parecían estar despidiéndose con ternura hace un rato –dice señalando a Kang con un bate de béisbol–. Además... el taxímetro sigue corriendo; eso es un beneficio innegable... Ahora no estoy tan seguro. Le pido de favor que suelte a la señorita.

Agradezco la forma en que este hombre intenta ayudarme. Aún así Kang no se aparta de mí, por lo que aprovecho su distracción para empujarlo una vez más y comenzar a correr, tan rápido como estos pies afectados por el whisky, la cerveza y el soju me permitan.

¡¿Jung Wheein?!...

«Tengo que llegar a casa... con Tae».

¡¿Wheein?!... –Los gritos de Kang se acercan. No entiendo como una persona puede cambiar tanto. Aquel chico dulce e inhibido, ahora solo luce como un monstruo para mí. –¡¿Jung Wheein?! La situación se hace cada vez más intrincada. La soga al cuello no para de ajustarse y la ansiedad de correr de un lado a otro sin rumbo es tan grande que comienzo a hiperventilarme.

–... ¡Ah!...

–Te encontré...

Continuará...

UNA SONRISA EN SUS OJOS:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora