UNA SONRISA EN SUS OJOS:

Capítulo #10: La Amistad de Dos Mundos Análogos:

[...]

Hay mundos que pueden llegar a unirse inconscientemente, por un sueño especial...

–¡Buenos días! ¡Me llamo Jung Wheein y soy nueva en la ciudad! Me presenté esa mañana con tranquilidad. No era la primera vez que mi familia se mudaba a un barrio nuevo y yo asistía a otra escuela.

Todos los chicos me observaron con casualidad. Solo era otra nueva estudiante; no había nada especial en eso. Pero Hyejin fue la excepción. Sus ojos brillaban extrañamente y sonreía en mi dirección desde su asiento casi al final del salón.

La primera vez, que vi a Hwasa... sentí miedo y a la vez una gran admiración por ella. Nunca se lo he dicho pero es cierto.

La vi por segunda vez en los pasillos. Cantaba a todo pulmón con su cabeza enterrada en su casillero, hasta que me vió pasar a su lado inadvertida–. ¡Hola!... ¡Soy Ahn Hyejin! ¿Quieres ser mi amiga? –Era la copia perfecta de mi madre... Al menos su personalidad. Coqueta, femenina –y sobre todo–, llena de vida.

–... ¿Ah?... –Parecíamos seres totalmente distintos. Hwasa mantenía sus pies en la tierra, mientras que yo vagaba por una galaxia lejana, en la que no creí jamás que alguien como Hyejin podría encajar–. ¿Por qué... quieres ser mi amiga?

–Te vi en clases hace un rato –dijo–; ¿y sabes una cosa?... ¡Creo que me gustas Jung Wheein! De verdad, quiero ser tu amiga.

No me sentí a gusto del todo en ese entonces, no obstante a medida que el tiempo pasaba, mi amistad con Hyejin no hacía más que crecer.

Como de costumbre nos llegamos al karaoke cerca de la escuela. Podíamos pasar horas ahí dentro siguiendo nuestra pasión... Siguiendo nuestro destino.

¿Hyejin?... ¿Has pensado qué quieres ser en el futuro? –Esa fue la primera pregunta adulta que le hice mientras pasaba el micrófono entre mis manos con ansias, esperando una respuesta positiva.

–¿Qué pienso ser cuando crezca?; ahm... –Hyejin piensa por un corto periodo de tiempo–. Pues... ¡Obvio, seré una cantante famosa! ¡Ese es mi sueño!... –Dijo. Y no podía creerlo. Ahn Hyejin –la chica con la que vine a Seúl de la mano–; no había dado una respuesta cualquiera. Había dado "la respuesta". Le había dado un nuevo sentido al concepto de la amistad... y también a mi vida. –¿Y tú Wheein? ¿Qué piensas ser?... ¿Cuál es tu sueño?

–¡Yo también... –exclamé–. ¡También seré una cantante famosa, Hyejin!

¡Bien!... –Indicó mi mejor amiga bajando del escenario para sentarse a mi lado–. ¡Aquí empieza el viaje de Wheesa, ¿verdad?!

–Es oficial... –me hago con un lapiz en mi mochila–. Nos volveremos cantantes y este karaoke será el primer testigo de eso.

Esa tarde marqué la mesa del karaoke con nuestros nombres. Reímos y cantamos durante horas llamando la atención de muchas personas. Esa tarde, fue el comienzo de una historia. El comienzo de la amistad más sincera que he conocido.

[...]

Ahora, Hyejin está aquí sentada a mi lado. Ha escuchado toda mi historia; todo lo ocurrido con mi padre. Sabe que pienso irme por tres días, y como Taehyung, tampoco se digna a hablarme.

–... ¿Entonces? ¿Te vas?... –Dice Hyejin después de diez silenciosos minutos de agonía.

No lo he pensado del todo bien –suelto con la cabeza agachada, entrelazando mis dedos–. Aún, debo encontrar la manera de decirles a Moonbyul y Yongsun. Taehyung también ésta preocupado por mí. Debo comunicarlo en la empresa y...

¡¿Wheein?; basta!... ¡Ya no somos esas niñas de Jeonju! –Exclama Hyejin interrumpiéndome y alzándose del sofá–. ¡Deja de preocuparte por lo que piensen los demás!... ¡"Preocuparte por mí"! ¡¿Crees, que puedas hacer eso?!

... Hwas...

–Deberías ir con tu padre... Te mereces la oportunidad de conocer la verdad y poner fin a este capítulo de tu vida. E-eso es lo que pienso.

Si me hubieran dado la oportunidad de volver el tiempo atrás, la habría tomado sin pensarlo, regresando a aquel escenario. Debí quedarme en casa la noche que Tae me acompañó. De no haber aceptado tomar aquel tazón de ramen con mi padre, quizás no estaría ahora en esta situación.

¿Errores o designación? Es una pregunta cuantiosa. Pero aún debo aceptar que estoy viva. Soy humana y no dejaré de equivocarme siguiendo mi destino. No conozco bien el final de mi historia... y tampoco puedo vivir asustada de mi presente.

Continuará...