𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚

𝟐𝟒 - 𝐔𝐧 𝐜𝐚𝐝𝐚́𝐯𝐞𝐫 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞

Yin-Yu miró sorprendida cuando vio a Shen entrar en la habitación, wra más un pequeño salón con algunas sillas y mesas. En general, la residencia de invitados tenía más paneles de madera y tenía pocas comodidades, lo que no le importaba.

La pava se levantó la bata, que era de seda azul y blanca, y dio unos pasos hacia su marido.

-¿Ya lo aclaraste TODO? - Ella preguntó.

Pero Shen no dijo nada. Él se limitó a mirarla, lo que inquietó profundamente a Yin-Yu.

-¿Cualquier cosa paso?

No podía leer claramente la expresión del rostro del pavo real blanco, era una mezcla de ira oculta y perplejidad perdida.

-Shen, ¿qué pasa? - Ella repitió su pregunta, esta vez un poco más enfáticamente.

De nuevo, el pavo real blanco permaneció en silencio. En cambio, se acercó a ella y le tomó las manos entre las suyas.

-Xiang todavía está vivo.

Observó con tensión como sus ojos se abrieron, ella lo miró con incredulidad. Entonces sus piernas cedieron, Shen la atrapó a tiempo y la llevó a una silla donde se sentó.

Después de respirar profundamente varias veces, ella lo miró.

-¿Qué tan malo es? - Preguntó con voz ahogada.

Shen miró hacia abajo - No sé.

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-¿Malo? - Po no pudo hacer nada con eso - ¿Qué tan malo? Malo en el sentido de muy malo, medio malo, un poco malo, muy poco malo, extremadamente malo, cincuenta por ciento o 50% o qué?

Pero la única respuesta que pudo hacer el rey de los hunos fue encogerse de hombros cubiertos de piel - No lo sé, el médico de la ciudad y nuestro médico del ejército todavía están con él.

-¿Qué significa eso?

Al sonido de la voz de Yin-Yu en la habitación, el Rey Huno y el Guerrero Dragón se volvieron hacia la puerta en estado de shock.

Por la señora del pavo real pudieron ver que la noticia la había conmocionado profundamente. Shen se paró a su lado y la sostuvo por los hombros, probablemente para asegurarse de que no se desmayara.

El gran buey se frotó el cuello avergonzado - Para ser honesto, señora, no tengo conocimiento de su estado general., ni siquiera sé si es capaz ...

-Entonces será mejor que vayamos allí de inmediato - dijo Po. Todas las conjeturas le causaron malestar estomacal ¿No había pasado todavía el peligro? Después de la explosión, estaba de humor para celebrar, pero ahora todo parecía prolongarse involuntariamente.

Afortunadamente, el rey Wang aceptó su sugerencia.

-Si quiere, lo podemos encontrar en el lado este de la ciudad. El médico tuvo que cambiar de habitación debido a la explosión.

Con eso, empujó a los demás fuera de la habitación al pasillo. Pero tan pronto como bajaron los primeros escalones, Po pensó en algo.

-Tengo que decírselo a los demás de inmediato - murmuró y corrió a la cocina.

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El adivino había preparado un cuenco de agua caliente sobre una chimenea. Luego puso la tetera en la superficie de trabajo de la mesa de la cocina y comenzó a preparar el té para los amigos.

Tigresa, Víbora, Mono, Grulla y Mantis se sentaron juntos en un lado de la mesa del comedor, mientras que Sheng y Xia se habían sentado en el lado opuesto. Todos tenían un plato de arroz o sopa frente a ellos, pero nadie parecía tener mucha hambre. Cada uno le dio al otro una mirada vacilante. Tigresa, en particular, no parecía saber qué pensar de los dos hijos de Shen. Su última visita a la ciudad de Gongmen solo había dejado una nube oscura en su memoria, asociarlo con el sentimiento opuesto era completamente ajeno a ella.