Algo En Mi Pecho

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Yoongi ya había perdido la esperanza de que Jimin fuera al aeropuerto, había estado observando a su alrededor buscando al rubio, mas nada no aparecía ni cuando había estado haciendo fila para entrar al avión, ni cuando ya estaba sentado en su asiento mirando a su costado vacío. No quedaba nada de tiempo para que el avión haga su primer movimiento, cuando la cabellera rubia que tanto había estado esperando se asomó por la puerta de entrada.

Se acercó a ese sitio vacío a su lado y se sentó con la respiración agitada.

-Perdón por la tardanza, tuve algunos inconvenientes. -dijo con la cabeza gacha sin atreverse a mirar al contrario.

Yoongi fingió desinterés y negó con la cabeza.

-No te preocupes, está bien. -Habló calmado.-Ya puedes quitarte el tapabocas, literalmente somos los únicos que compraron boletos en clase ejecutiva. -sonrió tranquilo de ver al rubio ya sentado en el asiento del avión.

-Está bien, alguien podría reconocernos.-contestó.

-Pero eso hace daño, ni que hubiera algo así como una epidemia o pandemia de la que te podrías contagiar. -bromeó retirándole el barbijo a su contrario, provocando que el menor se sobresalte.
Se cubrió rápidamente los labios y miró hacia abajo evadiendo la mirada de Yoongi, quien se sonrojo por el acto de Jimin.

Ambos estaban muy cerca, tal vez como siempre debió ser y como siempre habían querido que fuera pero eran muy necios a las palabras de su corazón.

-¿Por qué te cubres los labios?-musitó el pelinegro.

-N-nada, solo que... -Yoongi aprovechó que el rubio estaba concentrado buscando como explicar sus acciones que no se dio cuenta que Yoongi había agarrado su muñeca y la había apartado dejando los labios gruesos de Jimin al descubierto. Naturalmente eran del color de las fresas y además, tenían un tamaño perfecto para llamarlos " carnosos". Sin embargo, esta vez no estaban como Yoongi siempre había recordado, esta vez, tenían un corte que liberaba unas muy pequeñas gotas de sangre, y no solo eso. En su barbilla yacía una mancha roja.

"Lo golpearon", pensó Yoongi y mordió su labio interior con mucha fuerza.

-¿Cómo te lo hiciste?-susurró el pelinegro con la ira invadiendo todo su ser.

-Me golpeé con una mesa, solo e...
Yoongi lo sujetó de los hombros y lo zarandeó con rudeza.

-mentira, te han golpeado. -escupió con enojo.

El labio inferior de Jimin empezó a temblar por el miedo. Lo habían descubierto.

»-¿Quién fue?-inquirió con furia.
Jimin no respondió y solo se dedicó a bajar la mirada.

»-Fue Kazuki, ese hijo de perra...-murmuró Yoongi apretando sus dientes.-Fue él ¿No?-habló sacudiéndolo.

-S-sí. -respondió Jimin sintiendo como sus ojos se aguaban por las lágrimas.-Pero... se disculpó.

-Jimin, su disculpa no te borrará eso de la cara. Pero... ¿Por qué?-soltó al aludido y se sentó correctamente. -¿Por qué estás tan empeñado en creer que es una buena persona? Hay algo en él que no me agrada. -confesó casi gruñendo.

Esta vez fue el turno de hablar de Jimin.

-Porque él demostró que me quería cuando no tenía a nadie, me abrazaba por las noches, me consolaba a cada mañana y su sola presencia me hizo sentir bien. Me dio algo que la persona que amaba nunca me pudo dar.-empezó a llorar haciendo que su delgado cuerpo empiece a temblar.
Yoongi sintió como una cuchilla se clavaba en su pecho, él sabía que por "persona", Jimin se refería a él.

Let Me Be Yours-YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora