Lo intenté

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2020

Había una gran diferencia en la distancia que los separaba, pero su amor por él era más grande. Sí, al fin lo había aceptado. Él estaba completamente enamorado de Min Yoongi, en eso no había duda.

Sin embargo, no todo es lindo en este mundo. Los finales felices no existen en variadas circunstancias. Se podría decir que la desdicha es mayor, pero para el chico de cabello rubio en ese aeropuerto solo existían esperanzas de que la persona que amaba le correspondiera. Estaba seguro, solo tenía que averiguar el porqué de su ida.

—Pasajeros del vuelo 1093 con destino a Los Ángeles, California. Se les informa que la puerta de embarque es la puerta número 5, ubicada en el segundo piso del aeropuerto.—dijo la voz de una mujer a través de los diferentes parlantes en la primera planta de el aeropuerto.

Jimin al oír eso, se encaminó a la puerta que se le había indicado. Cada vez estaba más y más cerca de llegar al lado de su hyung y eso lo ponía nervioso, tan nervioso que sus manos empezaron a sudar. ¿Qué pasaría? ¿Tendría suerte? Eso esperaba.

Después de haber esperado como media hora vio como varias personas empezaban a hacer una fila frente a la puerta 5.

—Ya es hora.—susurró para sí mismo intentando darse ánimos.

Se acomodó en la fila intentando que nadie lo reconociera. Estaba lo suficientemente cubierto como para que eso pasara. Llevaba una gorra, unos lentes y un tapabocas, todos estos de color negro.

Afortunadamente delante de él se encontraba una mujer mayor que lo había visto detenidamente pero no logró reconocerlo, incluso tuvieron una charla amena. Por detrás, se encontraba una pareja que no le prestaba ni la más mínima atención ya que estaban distraídos con sus hijos, los cuales corrían de un lado a otro.

Ya estaba llegando el momento de abordar el avión. Yoongi estaba cada vez más cerca y eso lo asustaba.

No puedes rendirte.

Esas fueron las palabras de aliento que se dio a sí mismo. Solo esperaba que funcionaran.

—Buenos días.—dijo una amable mujer.—sus documentos por favor.— Jimin se los entregó intentando bajar la mirada para no ser reconocido. La mujer les dio una mirada rápida sin darle mucha importancia al nombre ni a la foto que aparecía en el pasaporte, para la buena suerte de Jimin. No quería lidiar con nadie en ese momento.

Caminó tranquilamente hasta encontrar su asiento y guardar su equipaje. Sentía como involuntariamente sus manos sudaban, todo debido a los malditos nervios que cada vez más se apoderaban de él.

Tranquilo, todo estará bien.

Y sin pensarlo más decidió cerrar sus ojos para dormir, una estrategia que optó por usar para olvidarse de todo a su alrededor. Sin embargo, no funcionaba. Maldita sea. Su hyung lo había marcado de por vida, parecía que nunca se iba a mover de sus pensamientos. Era parte de su rutina, a pesar de todo el daño causado.

Todo estará bien.

Esa frase se repetía una y otra vez en su cabeza, era como su oración para que todos los miedos se vayan. Sin embargo, después de tanto repetirla se quedó dormido. Era lo más probable, no había dormido la noche anterior por la ansiedad que le daba toda esa situación.

Durmió plácidamente las doce horas que duró el viaje y no despertó hasta que sintió al avión moverse.

—Ya estamos descendiendo. Aseguren los cinturones de seguridad y coloquen sus asientos verticalmente.—indicó una voz femenina. Acto seguido, el avión empezó a descender, y extrañamente el corazón de Jimin latía muy rápido, como si fuera la primera vez que viajara en un avión.
Pero no era así, había viajado innumerables veces. La razón de sus aceleradas palpitaciones era ese chico de sonrisa atractiva y cabello alborotado.

Let Me Be Yours-YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora