Let Me Be Yours-Yoonmin

Decisión hiriente

2020

―Estaba hablando con Yoongi.― dijo el chico más alto en el grupo de personas que se encontraban en la oficina, la cual era utilizada únicamente para reuniones en la empresa. Seis pares de ojos se fijaron en Namjoon.―Él quiere...― musitó nervioso frente a esos ojos curiosos y preocupados. No quería decirlo, pero era necesario.― Él...quiere la separación. Sinceramente lo estaba pensando y...― Suspiró.― Creo que ya es hora de que cada uno tome su camino. Alguna vez tuvimos un sueño por el cual luchar, pero... ahora pienso que tenemos diferentes aspiraciones.― Sabía que estaba siendo muy drástico. Sin embargo, eso era lo correcto en ese momento de pasmo.

Nadie había pensado que "el fin de BTS" se daría ese día, mas todos ya sabían que llegaría y todos tendrían que estar de acuerdo. Ya habían tenido su momento, ya habían cumplido sus sueños y propósitos como grupo, ahora tocaba desenvolverse personalmente. No había marcha atrás, el final ya se dejaba ver intensamente.

― Sí, tienes razón.― Habló Seokjin después de un momento de meditación por parte de todos. Entonces, con una mirada triste pero determinada continuó con sus palabras.­― Ya es momento de...

― ¡No!― Exclamó Jimin en total desacuerdo, interrumpiendo al chico de hebras castañas que había hablado anteriormente. – Pero... ¡¿qué les pasa a todos?! No puedo creer que...― suspiró enfurecido.― ¿Todo esto es por Yoongi? ¿Así que ahora todos hacen lo que él diga?

El rubio no entendía por qué ahora todos se comportaban como títeres. Si eran un grupo debían tomar decisiones como tal, pero al parecer a nadie le importaba eso.

―Jimin, tranquilízate. ―dijo Namjoon acercándose al menor para poder calmarlo, mas lo miraba con el ceño completamente fruncido esperando que diga que todo era una broma. Sin embargo, para disgusto de Jimin la frase "estaba bromeando" por parte del moreno nunca se escuchó.― Todo estará bi...

Era obvio, todo estaba haciéndose pedazos, pero no se quedaría de brazos cruzados. No esta vez.

-Iré a hablar con Yoongi. –interrumpió el chico rubio dirigiéndose al cuarto de su hyung con los ojos llenos de furia y con el propósito de volver a tomar las riendas de la escena que estaba acabándolo.

Jimin camino por el pasillo dirigiéndose realmente enfadado al cuarto del chico que había causado tanto revuelco en su corazón. Le había enseñado el color más bonito de la vida. Esos días que se tornaban de un amarillo intenso e iluminaba su corazón haciendo que sus días sean como la salida del sol, tan brillante. Sin embargo, las últimas semanas pasaron de ser de ese amarillo tan lúcido a un azul lleno de sentimientos tristes y añoranza. Todo a causa de Min Yoongi el que pintó su mundo de la manera más hermosa posible para luego destrozar todo, en ese momento solo podía pensar en cuánto daño le estaba haciendo su falta, la falta de tenerlo, y entre la más dolorosa, su repentina decisión. Pero, intentaría recuperar sus días brillantes y en especial a él.

­―Min Yoongi, abre la puerta.― dijo enfurecido y con las lágrimas acumulándose de a poco en sus ojos. Al ver que no le abría, empezó a golpearla fuertemente.― ¡Te dije que la abras!― gritó desesperadamente.

En ese momento la puerta se abrió y dejó ver a un chico de piel pálida y ojeras debajo de sus ojos. Min Yoongi se veía agotado, tanto así que su aspecto hacía creer que estaba enfermo. Sin embargo, no era una enfermedad lo que causaba ese semblante tan marchito frágil. Su corazón desbocado y hundido en sentimientos, su falta de sueño y sus ojos llorosos se resumían en el chico frente a él.

― ¿Qué quieres?―espetó bruscamente, aunque no era lo que realmente quería decir. Por su lado, Jimin se encontraba exasperado y dolido. Le sorprendió el tono de voz tan áspero y poco cuidadoso por parte del mayor. ¿Por qué le hablaba de esa manera, si era el causante de todo aquello? No comprendía, se había acostumbrado a sus sonrisas y ese cambio tan súbito lo heló por completo.