Incidente

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Llevaban como una hora entre sonrisas y besos intensos, la llama encendida en sus cuerpos no se podía apagar. Simplemente necesitaban más, al punto de ser insaciable.

Habían empezado con besos subidos de tono que desataban toda su lujuria, los cuales fueron evolucionando hasta convertirse en mordidas y caricias dispersas por sus cuerpos.

―Yoongi~t-te amo.―gimió Lía en pleno éxtasis. Mientras Yoongi dejabaa besos combinados con mordidas desde el cuello hasta vientre de su novia, para luego hacer el mismo recorrido de regreso a los rosados belfos de la chica dejando suaves mordiscos, haciendo a Lía derretirse en más placer.

El muchacho estaba fascinado y orgulloso por Lía, se sentía drogado de tanto placer y estaba demasiado contento de tener a una mujer como ella de pareja. Sin embargo, esos pensamientos se borraron al recapitular por qué habían llegado a ese punto. Despecho, y qué horrible se sentía ese sentimiento, aún así no paró de besarla por todo el cuello y dejarle marcas de vez en cuando, porque así era Min Yoongi, un mentiroso. Decía que la amaba cuando no lo hacía, solo llegaba a sentir un gran aprecio pero...amor...no, todavía no. Pero no podía decir nada solo esperar a que un día Jimin ya no esté en cada pensamiento que tenga ni en cada lamento que sienta, solo tenía que pasar eso para tener una vida mejor.

Yoongi seguía besando a Lía, se sentía culpable mas su deseo de al fin olvidar a su antiguo amor era más fuerte que cualquier otra cosa.

―Lía...eres perfecta.―susurró en el oído de la contraria con una voz grave que solo causó más sed de deleite en ella. La chica iba a responder, pero el timbrado de un celular los sacó de su burbuja. Alguien llamaba a Lía, ella con flojera y descontento levantó el celular que había dejado por inercia en la repisa al costado de la cama. Es que en ese momento no le importó nada más que los besos apasionados de su novio, sin embargo esa excusa era muy vergonzosa para explicar su retraso a su jefe, el cual había llamado y enviado mensajes reiteradas veces preguntándole si ya iba a ir a la reunión.

Rápidamente, Lía empezó a recoger las prendas que estaban desparramadas por la cama, al instante con un leve sonrojo que solo el muchacho frente a ella causaba. Sin pensarlo dos veces le dio un beso y encima de sus labios susurró un "te amo". Debía hacerle saber a su chico el infinito amor que sentía por él, porque ella no tenía ni idea de que la persona que profesaba adorar, tenía dudas sobre ese amor.

Se terminó de alistar ante la mirada curiosa de Yoongi, quien le dedicaba sonrisas cuando sus miradas se encontraban. Sentía que debía estar orgulloso por tenerla de novia ya que Lía no era solo un rostro bonito, la chica había mostrado ser lista y madura, y sí, estaba alegre al ser su novio. Sin embargo, siempre había un pero y ese pero tenía nombre.

―Yoongi...¿En serio estás bien? te siento ido. ¿Quieres hablar de eso?―cuestionó Lía con una debil sonrisa. Le dolía ver a Yoongi de esa manera. El pelinegro no respondió a la pregunta y solo bajo la cabeza en un intento te tapar sus ojos llorosos. En ese momento, la castaña no se resistió y fue hacia él para estrecharlo entre sus brazos y depositar cortos besos en su cabeza. Cualquiera se siente mejor cuando alguien le demuestra tanto cariño, pero esa demostracion de afecto por parte de la castaña hizo que las ganas de llorar en Yoongi se incrementen.―Siempre te cuidaré, apoyaré y amaré, Min Yoongi. Cualquier cosa que te esté inquietando ahora, la superaremos juntos.—susurró en el oído contrario para finalmente depositar un dulce beso.

Yoongi se sintió abatido por esas palabras, las cuales solo ponían en evidencia el amor de Lia a su persona. Ella de verdad estaba enamorada, mientras él sabía perfectamente que la palabra amor no encajaba con el tipo de afecto que sentía por Lia.

Amor era Jimin y él conversando y riendo a media noche cuando el rubio iba al estudio y veía a su hyung trabajar en una nueva canción. Amor era precisamente cuando Jimin le sonreía al mayor y no apartaba la mirada y se quedaban viendo el uno al otro con las mejillas decoradas de un color carmín intenso, eso y más era amor.

Let Me Be Yours-YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora