Aléjate

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Yoongi se acercó lentamente hasta la habitación que previamente una enfermera le había indicado, sus manos le sudaban y su corazón golpeaba con fuerza en su pecho. Estaba excesivamente nervioso, ni la primera vez que subió a un escenario se sintió de esa manera.

“315”

Estaba escrito encima de la puerta, sus manos empezaban a sudar y por poco percibía que su corazón iba a salirse por la garganta. Estuvo a punto de tocar, mas antes de que lo hiciera vio como la cerradura circular de la puerta giraba sola indicando que alguien estaba saliendo. Y así fue, el portón dejó salir a un chico castaño alto vestido con una gorra, unos jeans y un abrigo grueso. Yoongi no lo conocía, esa persona era totalmente nueva para él.

—¿Quién eres y por qué estás aquí? —inquirió con brusquedad el recién salido.

Yoongi no respondió inmediatamente, se había quedado intimidado por el chico que le había hablado en japonés, era mucho más alto que él y al parecer, más fornido.

—Soy Yoongi… Min Yoongi y estoy viniendo a visitar a Jimin.—espetó con un ligero temblor en su voz.
El contrario mostró una sonrisa ladina mirando hacia el pelinegro con desprecio.

—Solo personas que el mismo paciente autorizó pueden entrar… y ¿sabes? Yo soy el único. Así que lárgate. —exigió. El más bajo volteó los ojos y negó repetidas veces con la cabeza.

—Es mi amigo, quiero visitarlo. Él me conoce desde hace más de 10 años. —respondió con ira.

—Reglas son reglas, no porque eres el gran Yoongi y tienes dinero vas a venir a hacer lo que se te plazca. —Dijo con ironía, especialmente al pronunciar su nombre.

—Lo sé, pero sé que Jimin desea verme. —el más joven soltó una risa seca. Ya no deseaba seguir discutiendo con un idiota arrogante.

—Averígualo por ti mismo, Jimin no quiere saber nada de ti.— habló dirigiendo sus pasos hacia el ascensor del cual el pelinegro había salido con anterioridad.

Yoongi se quedó atónito ante la actitud del castaño con el que acababa de hablar. Sin embargo, decidió no darle importancia ya que los motivos con los que había arribado hasta ese hospital al otro lado del mundo eran otros. Por lo que con la mano aún temblorosa giró el pomo.

Cuando al fin estuvo adentro pudo ver que la habitación era enorme para solo una camilla y un pequeño sillón. Todo era de un celeste muy claro, prácticamente blanco.

Pero sus ojos se dirigieron a la persona postrada en esa cama de hospital. Jimin estaba cubierto desde el torso hasta los pies, su cabeza estaba vendada y su rostro se veía delgado y demacrado. Rápidamente, con los ojos abiertos de par en par sin soportar verlo de esa manera, corrió hacia él acercando el sillón para permanecer a su lado.

De cerca se veía tan diferente al Jimin de antes, el Jimin de hace 5 años era más…feliz. No pudo evitar soltar algunas lágrimas que sin que él lo permitiera se escapaban de sus ojos.

—Pe-perdóname, es mi culpa… quería que...

“¿Qué fuera feliz? ¿Que estuviera bien? Qué estúpido Yoongi.”—se recriminó.

Después de haber llorado mientras sostenía entre sus manos la mano contraria, cayó dormido. Con la cara reseca por el llanto y con el corazón aún más roto que antes.

Let Me Be Yours-YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora