No Lo Mereces

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—¡Ya volví!— exclamó al haber entrado en su casa.

Kazuki estaba sentado en el sofá mirando la televisión. Levantó la vista hacia el recién llegado y enseñó sus dientes en una gentil sonrisa. 

—Qué bueno que ya regresaste. —se dirigió hacia el rubio y le dio un corto beso en los labios.

Jimin lo apartó empujándolo.

—¿Por qué dejaste que me fuera con Yoongi si sabes todo lo que pasé por él?—interrogó arrugando la frente y cruzándose se brazos.

—Él insistió, no quería que esté contigo. —explicó—según él soy malo para ti. —giró los ojos.—Cuando fue él quien te hizo daño.

Jimin estaba distraído pensando en cómo se debió haber visto hablando incoherencias de camino al hotel con Yoongi que no prestó atención a lo que Kazuki decía. Solo esperaba no haber dicho nada indebido.

—Jimin, ¿me estás escuchando?—inquirió Kazuki fastidiado al ver al rubio divagando en sus pensamientos.—¿Estás pensando en él?—giró los ojos.

—Sí, bueno no…solo espero no haber metido la pata. Aunque, igual fue tu culpa, me dejaste con él.—miró al castaño con enojo.

—Lo siento. —dijo abrazándolo por detrás y besándole la mejilla.—¿Me perdonas?

—No.—Kazuki se puso frente a él y le hizo un puchero.

—¿Qué debo hacer para que me perdones?

—No te pongas dramático. —rio Jimin al ver la actitud infantil de su amigo. —Te perdonaré, pero sé que tú no me perdonarás esto. —murmuró masajeándose la sien para prepararse para lo que iba a decir.

El castaño frunció el ceño y lo observó detenidamente intentando desmantelar lo que diría a través de sus facciones.

»—Iré a Corea. —suspiró.

Kazuki se cruzó de brazos y lo miró con molestia en los ojos.

—Entonces Yoongi te dijo que vayas y tú como un imbécil lo sigues.—soltó una risa seca. —¿Luego qué? Dejarás que te vuelva a dejar y estarás igual de roto que antes.

Jimin sintió que cada palabra, por más feroz y hiriente que sonara, era real. Al final, él seguiría con el corazón partido mientras que Yoongi disfrutaba cada pedazo de su vida con una mujer que lo amaba. Sin embargo, quería hacerlo, quería regresar a Corea y aceptar que aunque Yoongi no podría ser de él, al menos podría compartir un poco más de tiempo para al final decirle adiós, porque se había decidido, iba a hacer que su vida deje de ser un martirio constante.

—Iré por un evento de aniversario de la banda, estaré un mes allá y regresaré. Esta será la última vez que tenga contacto con Yoongi.—replicó el rubio mientras el contrario lo fulminaba con la mirada.

—¿Y él también dijo eso?—Jimin negó confundido. —¿No te das cuenta? Aún le interesas, solo que es demasiado cobarde por eso te volverá a dejar.—vociferó con furia. —quiere jugar contigo y tú como un idiota le sigues la corriente.

El más bajo sintió como su labio inferior empezó a temblar en señal de un llanto que estaba a punto de empezar. Lo mordió con fuerza para reprimir ese sentimiento y cerró los ojos.

»—Quédate, ya no vayas. No quiero que te lastime.—habló Kazuki posicionándose detrás de él y abrazándolo por la cintura.—Seamos solo los dos. —susurró en su oído dejándole besos desde el lóbulo de la oreja hasta el final de su cuello.

El de hebras doradas estaba congelado, se había quedado petrificado por un miedo irracional que lo devoraba por dentro. 
Giró hacia su acompañante, sujetó su rostro y lo besó en los labios de una manera erótica pero a la vez fría como una noche invernal. Necesitaba desquitarse y soltar toda esa incertidumbre que lo consumía, solo eso, como siempre había sido. No habían sentimientos involucrados en ese acto.

Se separó del de cabello color chocolate, clavó sus orbes cafés en él.

—Y-yo… —se retractó de lo que iba a decir. —Tengo mucho sueño, iré a descansar.—El contrario asintió extrañado quedándose con más ganas de probar esos rosados labios.

—Yo iré al supermercado a comprar algunas cosas. Ya vuelvo. — contestó saliendo a paso rápido de la casa.
Jimin sabía que era otra de sus tantas excusas.

 

                                          (...)

—Lía, disculpa lo de estos días, me porté muy mal contigo…—carraspeó.—No era mi intención tratarte así.

Silencio. Yoongi no estaba sorprendido, sabía que Lía estaba molesta con él. Era obvio, la había estado ignorando últimamente.

»—Sé que soy un idiota, tú siempre me tratas bien y haces lo mejor por mí, y yo no respondo de la misma manera…lo siento. —habló apenado.

—No te preocupes, yo también me comporté mal, fui muy infantil. —suspiró. —Así que, no te sientas mal. Los dos actuamos como niños.—se aclaró la garganta.—Es que…no sé porque…—soltó una risa corta.—me sentí celosa.

El pelinegro se quedó en silencio, estaba sorprendido y temeroso por lo que Lía acababa de decir. ¿Celosa de Jimin?

»—Quiero decir…todo el tiempo que estuvimos juntos, nunca te vi tan preocupado por alguien ni siquiera por mí.—rio con fuerza para ocultar ese pequeño hueco que tenía en el pecho.—Sé que estuviste llorando esos días, estabas intranquilo por la salud de tu amigo. Lo mejor que pude haber hecho fue consolarte, pero me dejé llevar por los celos. Lo siento, ahora sí me siento como la peor.

Yoongi se había quedado petrificado en su asiento, tenía todo el cuerpo congelado por el miedo, ese miedo que siempre había mantenido de lado y encerrado en un lugar remoto en su mente. ¿Acaso Lía sospecharía sobre…?

Fingió una risa y continuó con la conversación.

—¿Celos de qué? ¿De Jimin? ¡Tonta!—exclamó pretendiendo burlarse de ella.

—Es que te extraño y ya no sé de qué más ponerme celosa, o de todas las mujeres que te miran como un filete de carne o de que pasas cuidando a Jimin todo el día. Sí, tienes razón, soy una tonta.—confesó entre risotadas.

—Primero, no soy tan atractivo como para que las mujeres se fijen en mí; segundo, Jimin ya tiene a alguien que lo cuida.—dijo con una sonrisa. Sin embargo, sus manos delataban su furia y su tristeza al estar apretando con fuerza las sábanas de la cama.

—¿Cómo que no eres atractivo? Eres una obra de arte.—afirmó socarrona.
El contrario se sonrojo y rio nerviosamente.

—Qué malos piropos.—bromeó con una sonrisa—Pero, gracias, supongo.

—Lo acabo de sacar de internet, porque dije sí, la primera vez que vi a Yoongi pensé que era demasiado bonito. El piropo va contigo.—admitió con las mejillas color carmín.

—Tú también eres muy bonita, excepto cuando juegas UNO, ahí eres todo un monstruo.

La castaña giró los ojos y sacó la lengua, a pesar de que sabía que Yoongi no la estaba viendo.

—Cruel.—contestó haciendo un puchero. Adoraba ese tipo de conversaciones con su novio.

—Tengo que irme a cenar y luego a alistar mi maleta.—se despidió ante la sorpresa de Lía.

—Nos vemos.—dijo mandándole un beso que Yoongi pudo escuchar.

—Querrás decir nos escuchamos tonta.—Antes de que pudiera escuchar la respuesta, se oyó un sonido indicando que la llamada ya había sido finalizada.

Soltó aire aliviado, por un momento había creído que Lía se había enterado de lo de él y Jimin, de esos sentimientos o lo que sea que fuera que palpitaban en su interior. Sabía que, si en algún momento se daba cuenta de todo eso, ella se sentiría engañada y destrozada y no merecía sentirse de esa manera.
Haría todo lo que estuviera a su alcance para protegerla de ese secreto.

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Está muy cortoooo :(((  y de seguro hay varios errorcillos por ahí. Juasjuas
También quería decirle que las actualizaciones serán más lentas que de costumbre, seguiré escribiendo pero probablemente no tanto como antes :"v aquellas personitas que leen esto, en serio son muy especiales lofiuuuuuu 💜❤️💜❤️

Let Me Be Yours-YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora