Let Me Be Yours-Yoonmin

💫Estrellas y agujeros negros💫

El timbrado de su celular lo despertó. Empezó a vibrar en la repisa al lado de la cabecera de la cama aturdiéndolo.

Dirigió su mano hacia el teléfono con los ojos cerrados y en cuanto tuvo el aparato frente a su cara, abrió los ojos con pesadez.

Lía.

Deslizó su dedo por la pantalla para ignorar la llamada. No quería contestarle, no después de...

Sintió como Jimin, a su costado, se acercaba a él y lo abrazaba.

—Buenos días hyung. —murmuró sin vocalizar bien.

—J- Jimin...me asustaste. —dijo sonrojado.

El rubio le sonrió haciendo que sus ojos se vieran como dos finas líneas y lo atrajo hacia él con más fuerza.

—¿Quién era? —preguntó refiriéndose a la llamada que el pelinegro había recibido.

—Iré a bañarme. —ignoró su pregunta, se sentó rápidamente en el colchón y frotó sus ojos para espantar el sueño.

—Yo también quiero bañarme. —habló el rubio con la voz ronca debido a que recién despertaba.

Yoongi se sonrojó.

—Te llamaré en cuanto termine. —dijo caminando hacia su armario para sacar una toalla.

Jimin sonrió al notar que Yoongi se había avergonzado. Parecía tan irreal el simple hecho de que el pelinegro se sonroje a causa suya, que le corresponda hasta en esas pequeñas acciones.

Se sentía inmensamente feliz.

De pronto, el celular del dueño de sus pensamientos empezó a sonar. Lo tomó en sus manos y observó la pantalla, se leía "Lía" junto a un corazón como nombre del contacto. Ahí se dio cuenta de lo que había hecho.

No quiso contestar, pero ella insistía tanto que no le dejó otra opción.

—Yoongi, ¡¿adivina qué?! Mañana ya estaré contigo mi amor. —fue lo primero que dijo la castaña sin saber que el que oía su voz no era Yoongi.

Jimin se dio cuenta, él había sido participe de un engaño. Se sentía repudiable.

Estaba helado ante su revelación que no había escuchado como Yoongi lo llamaba para que entre a bañarse.

»—¿Yoongi? ¿Estás ahí? —inquirió la castaña extrañada.

—Ho-hola Lía, lo siento, Yoongi se está bañando y... dejó su celular en la cocina.—contestó nervioso con la mano mojada debido al sudor de su inquietud.

Las mejillas de la castaña se pintaron de color carmín.

—Ay, di-disculpa..., dile por favor a Yoongi que lo llamé. Gracias. —dijo avergonzada.

—Yo le aviso. Adiós, hasta luego. —se despidió.

Y en cuanto la llamada se cortó, ambos soltaron un suspiro de alivio. Lía sintió pena al haber hablado así de cariñosa sin asegurarse de que fuera Yoongi el que estaba al otro lado de la línea. Jimin, por su parte, se sintió como un auténtico imbécil.

Había sido partícipe de una infidelidad.

—Jimin, te estaba llamando para que te bañes, creo que no me escuchaste.—habló Yoongi con una bata de baño y el pelo alborotado y húmedo.—¿Jimin?—llamó agitando ambas manos frente al nombrado para captar su atención.

El aludido reaccionó y miró fijamente al pelinegro con los ojos acuosos, halando su mano para que se siente junto a él.

»—¿Qué pasó?—inquirió al ver la reacción del rubio, quien suspiró con tristeza.