Xiao Xingchen no podía despegar la vista de aquella barra plateada en los dedos del hombre que explicaba algo importante. Sabía que era importante porque los demás prestaron atención a la exposición de su compañero.
Él no. Descaradamente, su vista se clavó en los dedos largos adornados de anillos. Había tenido fantasías dónde su compañero de clase lo obligaba a lamer sus dedos, chuparlos tal como lo haría con su miembro. A veces, también, se preguntaba cómo se sentiría ser penetrados por ellos aún con los anillos en las falanges.
Tomó una hoja del pupitre y comenzó a echarse aire, hacía calor.
Cuando la exposición acabó pudo respirar normal. Xue Yang era un poco introvertido aunque era demasiado simpático y agradable, así que pocas veces habían entablado una conversación.
Aquél día quiso cambiar las cosas. Además de sus manos, él era demasiado atractivo, aunque su amigo Zichen le había contado historias sobre cosas ilegales y cuestionables que involucraban al chico. Tal vez eso lo hacía más atractivo.
La clase terminó unos minutos después cuando el profesor decidió que era suficiente. Xingchen era un gran desordenado, así que se tardó en recoger todo. Cuando el salón se quedó vacío él había terminado, fue por eso que no esperaba encontrar a nadie de sus compañeros.
Dió unos cuantos pasos hasta que encontró a Xue Yang sentado en el suelo. No estaba haciendo nada, solo esperaba. Sus miradas se encontraron y sostuvieron la conexión por largos segundos. Al no saber qué decir iba a seguir con su camino, pero el chico le habló.
–¿Ya tienes pareja para el trabajo?– cuestionó mirándolo de pies a cabeza. Aquella mirada le hizo sentir un escalofrío bueno.
–¿Trabajo?– no recordaba ninguna tarea en pareja, tal vez su ensoñación le llevó a perderse la instrucción.
Una risa emergió de los labios de Xue Yang, burlándose de él. Se levantó y sacudió el polvo en sus pantalones.
–Deberías dejar de mirar las manos de la gente, es algo extraño – se había acercado a él, demasiado. Xingchen miró el rostro burlón sintiendo el rostro caliente. Xue Yang sacó una paleta de caramelo que metió a su propia boca. Tomó el rostro del chico, asustandolo en el proceso – Además de que te distraes muy fácil – agregó mientras pasaba el dedo pulgar en los labios rosados de Xingchen.
Le guiñó un ojo antes de soltarlo e irse.
Se había quedado quieto, casi tieso en su lugar. Sacudió su cabeza y alcanzó al chico.
–No, no tengo pareja ¿Quieres hacer el trabajo conmigo? Podemos ir a mi casa – sugirió, sorprendido por sus palabras.
Xue Yang alzó una ceja y se encogió de hombros.
Los dos sabían que no harían ninguna tarea una vez que llegaran. En lugar de dirigirse a la sala, donde podrían estudiar, subieron a la habitación de Xingchen. Una vez ahí quién comenzó todo fue Xue Yang.
Lo tomó por la cintura, lo acorraló contra la pared donde le hizo desnudar su pecho mientras se lo comía a besos. Ahí lo lamió, lamió sus pezones, delineó los músculos casi inexistentes con su lengua y luego volvió a besar la boca de Xingchen. El chico semi desnudo buscó una de las manos del más bajo, la llevó a su pecho para que apretara el pequeño botón café.
Xue Yang sonrió contra sus labios, aún en el beso. Con dos dedos pellizcó con fuerza moderada provocando un gemido en la boca apetecible del anfitrión. Lo saboreó, aquel gemido fue delicioso.
Sintió a Xingchen lleno de inexperiencia, sus caricias eran cuidadosas, con miedo. Sin embargo el chico lo tomó por sorpresa porque comenzó a empujarlo hacia la cama. Se subió por voluntad propia y luego un cuerpo delgado se sentó en él.

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Kinktober
FanfictionComo su nombre lo dice: prepárense para leer puro smut/lemon del XueXiao