⚜️Real life⚜️ (Park Jimin & Tn)

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Nota: La primera escena sucede después de que Tn llegara al palacio pero antes de que estuviera con Jimin, la segunda escena sucede a la mañana siguiente de estar con Jimin.

~Kim Tn~

–Tn. –dijo Jin entrando a mi habitación.

–¿Sí?

–Mamá está aquí, quiere verte.

–Oh, eso es genial, que pase.

Asintió y minutos después apareció con mi mamá en mi habitación, ambos entraron y cerraron la puerta con seguro.

–¡Hijita mía, no sabes lo angustiada que me tenías, me alegra tanto que estés sana y salva! –exclamó.

Caminó hacia mí y me abrazó tan fuerte que pareciera que jamás me iba a soltar.

–Tn, debes ir a casa.

–¿Qué?

–Sí, debes regresar, se supone que estando aquí tu estarías bien pero mira todo lo que ha pasado, no puedo soportar el dolor de verte sufrir tanto, primero lo del auto y luego esto, esta relación te está dañando y no puedo permitir que siga haciéndolo.

–¿A qué te refieres?

–Debes terminar tu relación con el príncipe Jimin.

–¡¿Qué?!

–Así como lo escuchaste.

–Pero mamá, estoy seguro de que ellos se quieren y... –interrumpió a Jin.

–Y tú debes renunciar a este trabajo, mira nada más cómo estás, todo ojeroso, quién sabe en cuántos días nos has dormido.

–Fue por buscar a Tn...

–Exacto. –lo volvió a interrumpir. –Nada de esto estaría pasando si ella no anduviera con Park Jimin.

–¿Insinúas que es mi culpa?

–Para nada, es totalmente la culpa de ese muchacho, sólo digo que ninguno de los dos está bien, y todo es por estar aquí, debes renunciar Jin.

–¡No!¡No puedo hacer eso, Jimin es mi amigo, no lo dejaré...

–Pues a mi no me parece que sea tu amigo, te tiene mal, un amigo no hace eso. Así que ambos deben salir de aquí, Jin sé que conseguirás otro trabajo y tú, Tn, sé que encontrarás a alguien más que pueda hacerte tan feliz como Jimin, y sin necesidad de que salgas lastimada de por medio.

–No lo haré mamá.

–¿No?

–No.

–Pues entonces olvídate de que soy tu madre.

–¡Mamá!¡¿Cómo puedes decir eso?! –intervino Jin.

–Tú no te metas.

–¿Y bien? –preguntó mirándome.

–Lo haré. –dije levemente bajando la mirada.

–Bien, nos vamos ahora.

–No, al menos, si me vas a obligar a dejarlo, déjame despedirme de él, y mañana antes del mediodía estaré en casa, lo prometo. –supliqué.

–Bien, pero si no cumples olvídate de que eres mi hija.

–Sí mamá.

–Bueno, debo irme, que descansen.

Se acercó a cada uno de nosotros y depositó un beso en nuestras frentes, una vez salió, hablé.

–No puedo creer que me esté haciendo esto. –dije al borde de las lágrimas.