⚜️Real life⚜️ (Park Jimin & Tn)

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~Park Tn~

–Buenos días linda. –dijo Jimin una vez abrí mis ojos y me topé con los suyos. –¿Dormiste bien?

–Como bebé. –dije y plantó un besito en mis labios. –¿Qué haremos hoy?

–Lo que quieras, no tengo nada planeado, podemos pasear en la playa, tomar un ferry para ver el mar o quedarnos en el hotel.

–Me gusta la idea del ferry.

–El ferry será entonces.

Un rato después nos levantamos y tomamos una ducha juntos, no pasamos de besos y caricias, salimos y nos vestimos para bajar a desayunar a uno de los restaurantes del hotel.

–Mm... Eshta delisosho. –dijo Jimin mientras masticaba su pan francés.

–Y pensar que era yo la que comía como pollo. –dije riendo levemente.

–No puedes quejarte, ese día en Japón todos nos veían raro por tu culpa.

–Yah, ahora nos ven raro por tu culpa, pásate eso y después hablas.

–Sí mamá.

Comimos también algo de fruta y una vez terminamos nos dirigimos al área en donde se encontraban los trabajadores de agencias turísticas, nos acercamos a uno que anunciaba paseos en ferry y visitas a otras islas cercanas.

Nos mostró los paquetes y Jimin eligió uno en donde pasábamos a dos islas y regresábamos en la noche, incluía una cena a bordo del ferry, pagamos y regresamos a la habitación para alistar las cosas que llevaríamos, una vez listos bajamos al puerto de donde saldría el ferry.

–Wah, no pensé que fuera a haber tanta gente. –dije.

–Cariño, estamos en las Bahamas, por supuesto que va a haber mucha gente.

Minutos después nos indicaron subir al ferry y tomamos asiento en la parte de arriba, un rato después este comenzó a avanzar.

Íbamos sentados lado a lado mientras él tomaba mi mano.

–Te ves hermosa así. –dijo pues el viento chocaba contra mi cabello haciendo que este volara. –Déjame tomarte una foto.

Sacó su celular y tomó no sé cuántas fotos.

–Yah, dijiste sólo una. –dije riendo.

–Una no es suficiente para semejante belleza que tengo enfrente.

El trayecto duró más o menos media hora y llegamos a la primera isla, bajamos del ferry y no nos alejamos mucho pues debíamos regresar.

–Aquí hay menos casas. –dije observando.

–Sí, parece que es una zona más natural.

Y es que sólo había uno o dos hoteles, pocas casas y las playas estaban despejadas a excepción de quienes trabajaban en ellas.

–Señorita, el collar de la abundancia se vería precioso en usted. –dijo un viejito que vendía collares acercándose a nosotros. –Puedes probarlo sin compromisos.

Miré a Jimin y al recibir una mirada aprobatoria tomé el collar para observarlo más de cerca, tenía piedritas doradas y un dije con un Sol en el centro, era muy bonito.

–Déjame ayudarte. –dijo Jimin.

Le di el collar y levanté mi cabello para que pudiera ponerlo sin tanta dificultad.

–Sí te queda precioso. –dijo mirándome. –Lo llevaremos. –le dijo al viejito y lo pagó.

Paseamos por un rato, compramos algunos aperitivos tradicionales de la zona y cuando dio la hora regresamos al ferry, zarpamos y nos dirigimos a otra isla, hicimos lo mismo que en la anterior sólo que en esta entramos a la playa.