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·Días después·

~Kim Seokjin~

Caminé hacia el estacionamiento del palacio en donde estaba mi auto, iría con mis padres a darles noticias sobre los avances de la investigación, los cuales no eran muchos pero debía mantenerlos informados.

Abrí la puerta de mi auto, no le ponía seguro pues estábamos en el palacio y sabía que estaba completamente seguro.

–¡Ah! –grité.

–Cállate y sube. –dijo y asentí.

Hice lo que me pidió y subí al auto.

–Cierra la puerta y coloca el seguro.

–¿Qué quieres? –pregunté.

–Te quiero fuera de mi camino. –tragué fuerte, temía que en cualquier momento tirara del gatillo del arma. –Enciende el auto. –dijo y lo hice.

Comenzó a darme indicaciones y yo sólo hacía caso, avanzamos exactamente hora y media.

–Detente.

Nos detuvimos a las afueras de la ciudad, había una cabaña de madera, se veía algo desgastada por fuera, bajamos del auto y entramos a la casa, me guió hasta una puerta y la abrió.

–¡JIn!

–¡Tn!

Sayumi me empujó hacia donde estaba mi hermana.

–¡Déjanos salir! –grité.

–Cállate o te mato. –dijo apuntando a mi cabeza. –Yeonjun, silla.

El chico que estaba al lado de la puerta del cual me acabo de percatar salió de la habitación y segundos después volvió con una silla y unas cuerdas, me sentó y me amarró al igual que Tn.

–Bueno, ahora los tengo a los dos, ¿Sabes querida? –le preguntó a Tn. –Tu hermano es igual de molesto que tú, cada vez que me acercaba a Jimin él lo impedía.

–Eres una maldita perra. –dijo Tn.

Sayumi se acercó y le dio una bofetada.

–¡No la toques! –grité furioso.

–¿Estás enojado porque golpeé a tu hermanita? –preguntó tomándome de la barbilla.

–No la vuelvas a tocar. –dije.

–¿Y tú me lo vas a impedir? –me callé, realmente no podía hacer nada. –Eso creí.

Salió de la habitación al igual que el chico quien según yo se llamaba Yeonjun.

–¿Estás bien? –pregunté una vez estuvimos solos.

–Mmm... Estoy amarrada a una silla, tengo las piernas entumecidas y no me he bañado en, según yo, diez días.

–Ok, lo siento...

–Tranquilo, sé a lo que te refieres. –dijo. –Estoy relativamente bien, dentro de lo que cabe.

–Ahg, me prometí que te encontraría, pero no de esta forma.

–¿Por qué estás aquí? –preguntó.

–Bueno, deduje que la tipa se molestó porque no la dejo ponerle las manos encima a Jimin, ahora todo cuadra.

–¿Ah, sí?

–Sí, me resultó extraño que fuera tres días después de tu desaparición, ofreció sus condolencias y luego empezó a coquetear con Jimin.

–Que perra.

⚜️Real life⚜️ (Park Jimin & Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora