My universe | YOONTAE AU lovely COMPLETA

02

Yoongi se encontraba en su trabajo de medio tiempo: una tienda de materiales de arte. Ya casi terminaba su turno y ésta se encontraba vacía. Él andaba por los estantes escogiendo materiales mientras el dueño terminaba de hacer el corte. Había utilizado casi todos sus suministros preparando su portafolio de evidencias para el examen de admisión a la universidad, por lo que su canasta se encontraba repleta, afortunadamente recibía descuento de empleado.

Estaba a punto de llevar todo a la caja cuando vio un kit de acuarelas y recordó el día anterior, cómo Taehyung había logrado la textura de flores utilizándolas. Quería comprárselas y regalárselas para ver esa bonita sonrisa del menor. Imaginaba que le agradecería con un abrazo y podría aspirar de cerca ese olor de vainilla y frutos rojos que siempre dejaba al pasar. Lo tendría entre sus brazos y Tae recostaría su cabeza en la curva de su cuello. Yoongi sacudió la cabeza para quitar la ilusa imagen de Tae y él juntos. No podía simplemente darle un regalo, seguramente lo tomaría con asco y agarraría la bolsa como balón de fútbol con Jungkook. Eso tampoco era correcto, los menores eran muy bromistas pero no crueles, simplemente eran los escenarios imaginarios de rechazo con los que Yoongi se torturaba. ¿Y si solo lo dejaba de manera anónima? Podía dejarlos en su mesa del salón antes de que todos entraran. Nadie tenía porqué enterarse. Tomó el kit de manera decidida y sonrió ante la idea de hacer feliz a Taehyung.

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Taehyung y Jungkook entraron enfrascados en su plática del episodio de su serie que se había estrenado la noche anterior, cuando Tae observó la bolsa de papel de la cual sobresalía un papel china de color verde. Revisó el contenido y sus ojitos se iluminaron al ver un paquete de acuarelas.

—Ay, Jungkook, qué gay. Me encantaron, gracias.

—¿Qué? —volteó a ver a su mejor amigo—. Yo no te regalé eso, apenas me alcanza con lo que me da mi amá pa' la semana.

—¿Eso quiere decir que tengo un admirador secreto? —revisó nuevamente la bolsa y vio una nota—. Para que pintes el universo que veo en tus ojos. Aaaww, qué bello —abrazó la nota contra su pecho. —Y míralas —le dijo mostrándole las pinturas—, éstas no son cualquier pintura, seguramente le salieron caras.

—Weeey, tienes un sugar daddy, qué envidia. Dile que me regale algo a mí.

—Sí tendré que agradecerle.

—¿Con cuerpo?

—No, baboso —le pegó en el hombro—. Ya se me ocurrirá algo— dijo mientras observaba con detenimiento las bellas palabras y después nuevamente el kit de acuarelas. —¡Qué emoción! Tengo un admirador secreto.

Más tarde, en la fila de la cafetería, Jungkook le daba ideas a Taehyung de qué podía regalarle a su admirador. Por el momento, le dejaría unas galletas y un café.

—Como a Santa Claus hipster —bromeó Jungkook.

—Le daré otra cosa más elaborada después, esto es solo para que no pase desapercibido.

—¿Y dónde se lo vas a dejar si no sabes quién es?

—Mmm... pues en mi lugar, lo dejaré a la hora de la salida y así lo puede tomar.

—Deberíamos quedarnos para espiarlo y así descubrir quién es.

—No, Kookie, lo importante es el misterio. ¿No sabes cómo funciona esto? Nos tenemos que enamorar a través de las notas y luego nos quedaremos de ver en la pista del baile de fin de cursos y ahí nos reconoceremos con solo mirarnos.

—Tae, tu vida no es una película de comedia romántica, y no, no sé cómo funcionan esas cosas porque Namjoon ni caso me hace —Tae lo abrazó por los hombros mientras avanzaban en la fila.

—¿Cómo te va hacer caso si no le hablas más que para llamarlo futuro esposo?

—Es parte de mi encanto, así lo enamoraré. Se dará cuenta que seré un gran futuro esposo, él es presidente estudiantil, yo sería el primer caballero. Luego derrocamos la democracia y hacemos de esto una monarquía, siempre quise ser una princesa como Barbie.

—Serás como la plebeya que se casa con el príncipe.

—¡Exacto! Ahora solo necesitamos ponernos vrgas e idear un plan.

Llegaron al mostrador y Taehyung ordenó lo que le regalaría a su admirador. Ninguno de los dos menores se percataron que Min Yoongi se encontraba atrás de ellos escuchando todo y con una ligera sonrisa, emocionado porque a Taehyung le había gustado su regalo y ahora el menor le daría algo a él. 

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