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I'm a king, I'm a boss —canturreaba Yoongi mientras abotonaba la cinta color turquesa sobre su traje que decía "King".

—¿No es un poco egocéntrico llevar una cinta que diga que eres el rey? —preguntó la mamá de Yoongi desde el marco de la puerta.

—Fue idea de Tae, dijo que nosotros seríamos el Rey y el Príncipe del baile aunque ni siquiera estuviéramos nominados —se rió y su mamá se unió a las risas.

—Me gusta verte así, hijo.

—¿Usando traje y no ropa holgada todo el tiempo? —preguntó en sorna, su mamá sonrió.

—Sí, también. Pero así: tan enamorado —Yoongi sonrió, ligeramente incómodo. No solía tener conversaciones que involucraran sentimientos con sus papás. —Fue una bendición que Taehyung llegara a tu vida, parece que fueron hechos el uno para el otro —Yoongi sabía que a sus papás les agradaba Tae, se habían alegrado por ellos al anunciar su compromiso y se los transmitieron cuando les dijeron que, cuando estuvieran listos, ellos querían regalarles la casa donde formarían su familia.

Sin embargo, Yoongi nunca había escuchado que dijeran algo en específico de su relación. El rubio caminó hacia su mamá y la abrazó con cariño y agradecimiento.

—Anda, se te hará tarde para recoger a tu príncipe —le dejó un beso en la mejilla, Yoongi se dio otro vistazo al espejo y tomó el ramo de rosas blancas.

Condujo hacia la casa de su prometido sin dejar de sonreír. Recordó que al enterarse del baile escolar, soñó con pedirle a Taehyung que fuera su pareja, se imaginaba entrando de la mano con ese chico que se había robado su corazón al primer instante en que lo escuchó reír; pero Min Yoongi descartaba la idea de inmediato, seguramente un chico como Taehyung tendría novio o una fila infinita de pretendientes, y él ni siquiera era capaz de mirarlo a los ojos.

Se rió por lo ridículo que eso le parecía ahora; si él le hubiera dicho al Yoongi del pasado que no solo iría al baile con Taehyung como su pareja, sino como su prometido, aquel ingenuo chico se habría burlado de él, incrédulo.

Llegó a casa de Taehyung y con el ramo en sus manos tocó el timbre. Los padres del menor abrieron la puerta, abrazaron a Yoongi y lo cohibieron diciéndole lo guapo que se veía. Pero el corazón de Yoongi se saltó un latido cuando vio al menor aparecer con su traje negro, cuyo corte acentuaba la cintura de su prometido, y una cinta como la que él usaba con la palabra: Príncipe, y en definitiva no era una mentira, porque el menor era un total príncipe.

—Kim Taehyung, cásate conmigo ahora mismo —dijo Yoongi atravesando la estancia y posando su mano en su cintura y la otra en su mejilla, mientras lo admiraba, tratando de captar todo el esplendor de su prometido.

Taehyung lo recibió sonriente, acercando su rostro hasta topar sus frentes y aferrando ambas manos a la diminuta cintura del mayor.

—¡Niños! —los regañó la Sra. Kim y ambos rieron.

—Les mentimos, no iremos al baile, vamos a nuestra boda —bromeó Tae, aún bajo el tacto de Yoongi.

—Eres menor de edad, necesitas nuestra firma en el acta —argumentó su papá.

—Esa me la sé desde que la falsificaba en los reportes de la primaria —el menor rió travieso y sus padres lo vieron ofendidos.

—No se preocupen, señores Kim. Solo vamos al baile —dijo Yoongi y besó la mejilla del menor. Le entregó el ramo de rosas y Taehyung acunó su rostro para besarlo en agradecimiento, le pidió un jarrón a su mamá y las colocaron en agua.

Salieron de la casa tras varias fotos y los consejos parentales. Antes de que le abriera la puerta del coche, Yoongi lo hizo girar y hábilmente con la rodilla le abrió un poco las piernas al menor para acercarse más, hasta topar con el auto y lo tomó con firmeza de la cintura.

—Te ves precioso, mi príncipe —lo besó abriendo paso con su lengua y apretando el agarre de la cintura, sintiendo con cada dedo la blandita piel del menor.

—Y tú te ves más encantador que de costumbre, mi rey —dijo Taehyung y se acercó a su oído— y verte así me pone duro —le murmuró.

—Creo que no vamos a llegar temprano al baile, porque voy a hacerte mío aquí mismo —besó su cuello y empezó a desabrochar el cinturón de Taehyung.

—Espera, espera, seguimos frente a la casa de mis papás —dijo rápido el menor. Yoongi reaccionó separándose de inmediato de Taehyung y cubriendo su boca, apenado.

—Mierda, lo olvidé por completo —volteó hacia la casa, que aún tenía las luces encendidas, pero no veía a los mayores en las ventanas—, creo que estamos a salvo —rió nervioso y Taehyung se unió a sus risas dejando un sonoro beso en su mejilla.

Yoongi le abrió la puerta al menor y luego él subió en el lado del conductor para dirigirse al baile de fin de cursos.

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La música se escuchaba desde el pasillo, Tae y Yoongi entraron de la mano al auditorio, rápidamente notaron a Jhope en medio del círculo formado por más estudiantes, mostrando sus mejores pasos. Jungkook llegó con los dos chicos y los llevó al centro, siendo vitoreados por más personas. Yoongi se cubrió el rostro con vergüenza y el menor fue quien tomó la iniciativa, asió la cintura del mayor, moviéndolo al ritmo de la música y descubrió su rostro entrelazando sus manos y alzándolas mientras continuaba guiándolo. Yoongi sonreía ampliamente, aún un poco apenado, pero feliz de estar con Taehyung.

La pareja le cedió el lugar a otro chico y ellos pasaron a formar parte del círculo, donde estaban los demás.

—Qué sutiles atuendos, sus altezas —dijo Namjoon.

—¿Quieres ser parte de la corte? —preguntó Yoongi—, puedes ser ministro.

—Kookie, tú puedes ser el bufón —agregó Taehyung y todos rieron.

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Todo había sucedido tan rápido. Distinguió luces rojas y azules, sonidos de personas pidiendo ayuda, un dolor intenso en su cuerpo que le ardía y un líquido caliente en su brazo.

Taehyung abrió ligeramente los ojos pero los cerró de inmediato cuando una luz lo cegó, la cual le recordó a otra y el ruido ensordecedor de un carro frenando.

Volteó la cara para esquivar esa luz, abrió sus ojos nuevamente y quiso gritar al ver a Yoongi, sangrando de la cabeza e inconsciente frente al volante, se movió para poder tocarlo, pero entonces un paramédico lo comenzó a sacar del auto llevándoselo lejos del mayor.

Taehyung empezó a llorar y a soltar gritos desgarradores llamando a su prometido, otro paramédico llegó con él y trató de tranquilizarlo, lo colocaron en una camilla y rápidamente lo subieron a una ambulancia, después subieron a Yoongi pero dos paramédicos que se movían atendiéndolo, lo cubrían. Quería ver sus ojos, quería saber que estaba despierto.

—Sálvenlo —rogó el menor entre lágrimas, los calmantes que le habían puesto estaba haciendo efecto, pero él luchaba para mantener sus ojos abiertos y seguir intentando ver a Yoongi— Sálvenlo —volvió a murmurar, antes de quedarse dormido.

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My universe | YOONTAE AU lovely COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora