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Al llegar al jardín botánico les dieron las instrucciones del recorrido e iniciaron su camino, de vez en cuando rozaban los dorsos de sus manos pero ninguno lo mencionaba, aunque tampoco se apartaban.

—¿Te emociona ir a la universidad?

—Sí —contestó Yoongi sonriendo, volvía a sentir confianza en sí mismo para hablar con Taehyung sin miedo—, se supone que me debe llegar la respuesta esta semana.

—¿Está muy lejos?

—Como a unas tres horas en auto, por eso mis papás me enseñaron desde joven a conducir, así cuando llegara el momento pudiera ir y venir, por lo menos dos veces al mes.

—¿Ellos te apoyaron cuando elegiste Artes como tu carrera?

—Mi papá no tanto, pero se dio cuenta que no planeaba cambiar de opinión y no le quedó de otra más que aceptar.

—Mis papás quieren que continúe con el negocio familiar, y no me molesta, es una gran oportunidad que muchos quisieran: tu propia empresa al salir la universidad —Yoongi asintió prestando atención al menor—, pero... no creo que sea lo que me hará feliz, y siempre he basado mis decisiones en eso. Hay muchas personas que se la pasan persiguiendo la felicidad y a veces ya es muy tarde cuando se dan cuenta que la felicidad siempre estuvo en el camino, pero no la valoraron.

—El supuesto final feliz al final del arcoiris —confirmó Yoongi.

—Pero el arcoiris es la mejor parte —sonrió Tae y Yoongi le correspondió.

—¿Qué es lo que te hace feliz, Taehyung? —preguntó mientras observaba al menor, que se encontraba entre las rosas blancas, siendo una imagen de pureza que a Yoongi le habría encantado plasmar en un lienzo.

—La música —Taehyung volteó a verlo sonriendo y Yoongi se quedó ligeramente con la boca abierta, absorto en la belleza del menor y el brillo en sus ojos, en un escenario tan etéreo. —Sé que es una de esas cosas donde uno de un millón triunfa pero... —se encogió de hombros—, es lo que me hace feliz. Cantar, tocar el piano y estoy aprendiendo a tocar la trompeta —dijo entusiasmado, el cual contagió a Yoongi.

—Un día tienes que tocar para mí.

—Quizá en nuestra segunda no cita —sugirió el menor de manera perspicaz, Yoongi suprimió una sonrisa que tuvo que cubrir con su mano y se alejó fingiendo que veía algo interesante para poder sonreír abiertamente. ¿Sería que era verdad lo que habían dicho sus amigos? Que el menor no le era indiferente... Sabía que Taehyung era muy directo y coqueto, por eso no sabía qué tan serias eran sus palabras; sin embargo, podía ver en sus ojos que un sentimiento nacía, aunque no sabía si solo era su imaginación traicionándolo, por el deseo que tenía de que Taehyung le correspondiera.

—¿Qué te gustaría cenar? —preguntó acercándose cuando calmó un poco el nudo de sus pensamientos.

—Sorpréndeme —Taehyung le sonrió y le acarició fugazmente la barbilla.

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—Ok, wow, sí estoy sorprendido —exclamó Taehyung mientras se quitaba su abrigo y tomaba asiento en uno de los booths. —¿Cómo es que no conocía este lugar? —dijo mientras observaba el restaurante boquiabierto.

Era un lugar temático de los 70's, los azulejos del suelo eran blanco y negros, había pósters de películas, músicos y celebridades de esos años, incluso los meseros vestían trajes inspirados en la época.

—Hobi nos trajo la primera vez, le encanta esta época por todo lo de baile. Nos ha hecho ver Grease y Saturday Night Fever como 10 veces, ya ni siquiera preguntamos cuando le toca escoger película.

—Me encanta, ¡hasta tienen una jukebox! ¿Puedo poner la canción que quiera? —preguntó como niño que encuentra un nuevo juguete.

—Y hasta puedes cantar, tienen micrófono —Taehyung abrió la boca impresionado.

—Pensaré en una buena canción para cantar antes de irnos —dijo el menor sonriéndole y Yoongi le sonrió de regreso complacido. Le gustaba ver al menor tan feliz y emocionado y que más que él fuera el causante. Una mesera se acercó y les entregó el menú, todos los platillos tenían nombres de celebridades.

—¿Qué me recomiendas? —preguntó el menor emocionado.

—Siempre que vengo pido la hamburguesa Mercury —le señaló en el menú—, es con pollo spicy y viene con papas Radio gaga que tienen queso para nachos y una malteada Travolta.

—¿Y todo eso dónde te cabe, Yoonie? —preguntó Taehyung, haciendo que Yoongi sonriera avergonzado. Pidieron las hamburguesas y agregaron de postre un cheesecake que compartieron.

Taehyung estaba fascinado, hacía coros junto a las demás personas cuando alguien se animaba a cantar en el restaurante y Yoongi no dejaba de sonreír mirándolo embobado.

—¡La tengo! —Taehyung se levantó, sorprendiendo al mayor que seguía comiendo del helado. —Ésta es para ti —y le lanzó un beso antes de ir hacia la jukebox, haciendo que Yoongi tuviera una revolución de emociones en su pecho. Take a chance on me de Abba empezó a sonar de la bella voz del menor, que hacía exagerados ademanes y la gente en el restaurante coreaba la canción mirándolo emocionados, pero Taehyung solo veía a un chico rubio que tenía ambas manos en las mejillas tratando de ocultar lo colorado y cohibido que estaba. Todos aplaudieron por la presentación del menor y éste regresó a su lugar junto a Yoongi que no podía dejar de sonreír y que trataba con todas sus fuerzas retomar la compostura porque se estaba deshaciendo de ganas de inclinarse sobre la mesa, tomar al menor de su suéter y acercarlo a él para besarlo.

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—Muchas gracias por esta tarde, Yoonie, me la pasé increíble contigo.

—Gracias a ti por aceptar, Tae —le sonrió. Cualquier escudo se había desvanecido ante las bonitas sonrisas y ojitos del menor. Taehyung se acercó a dejar un rápido beso en la mejilla de Yoongi, pero el mayor lo tomó del brazo para que no se separara y le dejó un beso en la comisura de los labios, donde se quedó unos segundos.

—¡Las manos donde las pueda ver! —gritó Jungkook abriendo de golpe la puerta. Yoongi dio un pequeño brinco hacia atrás, apenado.

—¡Kook! ¿Qué haces aquí? —preguntó Taehyung un poco molesto y a la vez ruborizado por lo que su amigo había interrumpido.

—Tu papá me invitó a ver el partido, y como ya es tarde, me quedaré —dijo con una amplia sonrisa. Taehyung volteó los ojos y se despidió de Yoongi mientras caminaba hacia la entrada.

—Me avisas cuando llegues a tu casa, Yoonie —el chico asintió y se dirigió al auto con una ancha sonrisa, ahora que les daba la espalda a los menores. No podía creer que se había atrevido a tener ese contacto con el Taehyung, con eso debía dejarle en claro que le gustaba. El lunes en la escuela sería un día decisivo, si Taehyung sentía lo mismo que él, lo notaría a primera hora cuando se vieran, si el menor seguía igual con él, se confesaría; pero al contrario, si el menor no gustaba de él y hasta se había sentido incómodo con el beso, seguramente lo evitaría todo el día. Cualquiera de las dos opciones no lo dejarían descansar durante lo que quedaba del fin de semana.

Taehyung cerró la puerta y se recargó en ésta, suspirando y mirando feliz hacia el techo.

—¡Cuéntamelo todo! —sacudió Jungkook a su mejor amigo. Taehyung sonrió ruborizándose aún más.

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Les dejé la canción de Abba arriba, pensé mucho en qué canción poner y creo que la letra de ésta queda con la forma de ser atrevida de Tae ;)

My universe | YOONTAE AU lovely COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora