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ʙʏᴍ

— Se que parece una locura pero está delicioso — exclamé mientras daba otro trago al batido que Seokjin había preparado para mí.

— Y pensar que llevo años estudiando gastronomía y trabajando en los mejores restaurantes de la ciudad para terminar metiendo pizza y soda en una licuadora — rió con ironía — salud — dijo mientras chocaba su cerveza con mi vaso.

— Gracias — dije masticando — eres el mejor.

— Lo se — exclamó altivo.

Estaba en casa de Namjoon, aún no hemos hablado con seriedad sobre el embarazo y es importante hacerlo lo antes posible, le dije a mis padres que saldría con mis amigos después de la escuela y que mi hermano me llevaría de regreso a casa para la cena familiar semanal que se hizo costumbre desde que mi hermano se mudó.
Namjoon fue al 7Eleven de la planta baja por algunas cosas y yo pasaba el rato con Seokjin mientras el llegaba.

— ¿Cuanto tienes? — me preguntó.

— Cinco semanas — contesté.

— ¿Y los antojos son muy comunes?

— Pues depende mucho de la mujer aunque en mi caso personal debo confesar que incluso yo me sorprendo de algunos de mis antojos...

El sonido del código de la puerta hizo que ambos voltearamos en esa dirección. Namjoon entro, se quitó los zapatos y camino hasta nosotros.

— Toma — dije estirándole mi vaso — prueba.

Lo observó con inseguridad.

— Lo llamo Pizzoda — exclamó Jin desde el sofá.

Mi novio tomó la bebida aún con algo de asco y le dió un trago. Su expresión de asco cambio a una de sorpresa tras unos segundos.

— Está mejor de lo que pensé — dijo.

— ¡Pues claro! ¡Lo prepare yo! — exclamó su compañero mientras se ponía de pie.

Ambos reímos.

— Bueno — Jin volvió a hablar — los dejo solos, tienen muchas cosas de que hablar.

Sacó de la bolsa que Namjoon trajo un kimbap, tres bolsas de frituras y otra cerveza. Su silueta desapareció al final del pasillo.

— Es genial — susurré para mi misma.

Nam saco de la bolsa un KitKat de te verde y camino hacia mi mientras lo abría, se sentó a mi lado y aproveché para recostarme colocando mi cabeza sobre su regazo.

— ¿Como te sientes? — me preguntó mientras acariciaba mi cabello.

— Mejor, mamá me da a beber algo en las mañanas para las náuseas — conteste con una pequeña sonrisa en el rostro — ¿Y tu?

— Igual — contestó devolviéndome la sonrisa — Seokjin me dijo que tomara agua con limón.

Solté una carcajada.

— ¿Y funciona? — pregunté.

— Al parecer si — contestó.

Nos observamos en silencio durante unos segundos.

— Entonces — habló — ¿que has pensado?

Sonreí con inseguridad, me enderece y me senté a su lado girando hacia el con la intención de verlo a los ojos. Namjoon tomó mis manos.

— Creo... Que no estoy lista — dije finalmente.

El sonrió de forma comprensiva.

— ¿Entonces quieres interrumpir el embarazo? — preguntó a lo que asentí — De acuerdo, lo más importante eres tú.