𝐒 • 𝐁 • 𝐌 // ᴋ. ɴ. ᴊ.®

¹³

ʙʏᴍ

— Hola

Yuna llega y se sienta frente a mi, llama al mesero.

— Hola, ¿podría traerme un helado de chocolate por favor?

— Enseguida.

El chico se va.
Meto la cuchara llena de helado de pistacho en mi boca.
El chico llega con el helado de Yuna.

— Entonces... — Dice ella.

— Entonces — contesto — creo que deberíamos acabar con este tema de una vez por todas...

— Estoy de acuerdo aunque ya no se que más decir... Ya dije todo...

Agachó la cabeza algo avergonzada...

— Tienes razón, es mi turno... — dije, ella levantó la mirada a mi — creo que estoy siendo algo infantil y no me estoy poniendo en tu lugar... Al ver a Nam preocupado por la reacción de mi hermano y el porque nos estaba costando tanto decírselo me hizo pensar en nosotras...

Agaché la cabeza y una sonrío ligeramente.

— Eres mi mejor amiga y hemos pasado por mucho, momentos buenos y malos pero siempre juntas, no quiero que esto termine por mi hermano.

Le mostré una sonrisa a lo que ella me contestó con otra, finalmente nos abrazamos.

— Solo promete que no me ocultarlas este tipo de cosas de nuevo — dije en nuestro abrazo.

— Jamás — contesto.

— Bueno, ahora vallamos a conseguir regalos para la ardilla.

Ella rió y ambas salimos de la heladería.

— ¡Hey!

El chico salió de la heladería y nos grito, nosotras del otro lado de la calle.
Volteamos.

— ¡Tienen que pagar los helados!!

Nos vimos la una a la otra y no pudimos evitar reír.

𖦹𖦹𖦹

El claxon del auto de Jisung.
Bebo de un trago mi jugo de naranja y salgo tras tomar mi mochila.

— Hola — me saluda Jisung desde el asiento del piloto.

Abro la puerta y entro.

— Hola y feliz cumpleaños — respondí sonriente — ¿que se siente ser mayor de edad en todo el mundo?

El río algo avergonzado.

— Sere mayor de edad pero supongo que aún no libre — contestó refiriéndose a sus padres.

— Tienes razón, podremos cumplir 30 años y aún así no seremos libres del todo...

Guardamos silencio unos segundos.

— Vamos chicos, dejen su pesimis...

— ¡Carajo! — grite interrumpiendo a Hyunjin que repentinamente asomo la cabeza del asiento trasero  — ¡¿De donde saliste?! ¡Casi me infarto!

— Lo siento, estaba durmiendo — dijo tocándose la nuca algo apenado.

Jisung condujo hasta la escuela con Tin Pan Boy de Yungblud en los altavoces del auto.
Jisung aparcó el auto y comenzamos a bajar, en ese momento el Maserati GranCabrio gris de Lia aparcó junto a nosotros.
Sanha, Yuna y ella salieron del auto con lanzadores de serpentina y rodearon a Jisung.

— ¡Feliz cumpleaños! — gritaron al unísono mientras lo llenaban de serpentina.

Mi amigo se sacudía mientras reía.